En estos días de duda, materialismo, e incluso total ateísmo, se necesita todo el coraje que poseo para afirmar, en términos claros e inequívocos, que el siguiente libro, "UN HABITANTE DE DOS PLANETAS", es absoluta revelación; que yo no me creo su Autor, sino que una de esas misteriosas personas, si mis lectores deciden llamarlo así, un adepto de lo arcano y oculto en el universo, mejor comprendido al leer este libro, es el Autor. Tal es el hecho. El libro me fue revelado a mí, cuando todavía era un muchacho.
El libro fue terminado en el año del Señor 1886, aunque a efectos de publicación el manuscrito ha sido completamente copiado por un experto en literatura, para que cualesquiera errores en el mismo debidos a mis propias limitaciones y errores de transmisión como amanuense, fueran eliminados.
En el año 1894 el manuscrito tal como quedó terminado en 1886 fue copiado a máquina por duplicado por la señora M.E. Moore de Louisville, Kentucky, y ella posee una de dichas copias desde mediados del verano de 1899. La copia Moore nunca ha sido alterada ni en una letra desde que fue escrita, evidencia de la misma ha sido preservada notarialmente. El citado manuscrito fue inscrito con los derechos de autor por mí en 1894, y debido a una adición al título, otra vez fue inscrito en el año 1899.
Durante todo este tiempo no se me ha permitido, ni he podido, publicarlo. En el intervalo, muchas de las cosas de las que se habla en forma de redescubrimientos científicos o mecánicos, de los que se habla en el libro, han tenido lugar. Estos altos logros de los atlantes, perdidos durante miles de años, como resultado del hundimiento de su gran continente, han sido y están siendo sacados a la luz y a la utilidad, confirmando la predicción del Autor.
En "UN HABITANTE DE DOS PLANETAS" son descritas muchas predicciones de la inminente llegada de lo que el Autor denomina redescubrimiento de los secretos enterrados con la Atlántida; y se promete que nosotros como atlantes que hemos regresado, vamos a ir más allá de su perdida grandeza, y que por medio de etapas lentas y sintéticas, vamos a sobrepasar aquellos maravillosos logros, a medida que la mente y el alma del hombre expandiéndose y creciendo continuamente, escale siempre más alto en las rondas de su evolución.
El Amanuense, Frederick S. Oliver
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