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♦ Uriel y Aurora, arcángeles del 6o. rayo

Uriel y Aurora son los es del sexto , de la asistencia y el servicio. Su se encuentra en el reino etérico sobre la cordillera de los Tatras, al sur de Cracovia, en Polonia. Entre los servicios que prestan, protegen el amanecer de la en la humanidad y la .

El sexto rayo también es el rayo de la paz, y Uriel y Aurora guardan la llama de la paz por la humanidad hasta que ésta sea capaz de invocarla por sí misma. Ellos preparan el camino para el despliegue de la luz de Dios dentro de cada . Aurora es portadora del sentimiento materno de paz y amor hacia toda la humanidad. Suya es la certeza que surge siempre del amor de una madre: todo está bien, “el amanecer se acerca”.

Para tener paz, algunas veces los arcángeles deben hacer la guerra para atar a los . Uriel y Aurora encarnan la paz y la hermandad divinas. Prestan asistencia en todas las necesidades de la vida. Su trabajo corresponde al del plexo solar, que se encuentra en el ombligo. Su día es el jueves, día en el que podemos recibir una mayor emisión de luz, energía y conciencia cósmica procedentes de su cuerpo causal.

El nombre Uriel significa “fuego de Dios”, “llama de Dios” o “Dios es mi luz”. En la tradición judía al arcángel Uriel se le llama “el que trae luz a Israel”. Interpreta profecías y a menudo es representado con un libro o un rollo de papiro. John Milton describe a Uriel en El paraíso perdido como el “regente del sol” y “el espíritu de vista más aguda de todos en el cielo”. Algunas tradiciones dicen que Uriel es el que condujo a Abraham fuera de la tierra de Ur.

Uriel no es nombrado en la Biblia pero sí lo nombran textos judíos y cristianos. Se dice de él que es un ángel de la que vigila el mundo y las partes más bajas del Hades. Uriel es uno de los cuatro ángeles principales en el Libro de , junto con , y . Él guio a Enoc en sus viajes por el cielo y el inframundo, y avisó a sobre el diluvio que se avecinaba. Algunas tradiciones dicen que Uriel enseñó a Noé cómo sobrevivir al diluvio.

En los oráculos sibilinos (textos que se utilizaban para difundir la doctrina judía y después la cristiana entre los paganos), Uriel es mencionado como uno de los ángeles que conducen a las almas al juicio. Uriel también juega un papel decisivo en la obra judía de 4 Esdras. En este libro Uriel interpreta las visiones de Esdras y lo instruye sobre los secretos del universo, y también responde a las preguntas de Esdras sobre el juicio y las señales del fin de la era.

Hoy día el arcángel Uriel proporciona una serie de claves para cambiar a mejor nuestra vida, nuestra familia, nuestra comunidad y nuestro planeta. Lo primero es llamar a los siete arcángeles para que infundan nuestros centros espirituales, nuestros chakras, con la luz del . Uriel nos dice:

Tan sólo llamadnos en el nombre de Dios y el nombre de su Hijo, , para que entremos en vuestros asuntos. ¡Luego permaneced firmes y contemplad la salvación de vuestro Dios! ¡Permaneced firmes y ved la curación de las naciones mediante la obra de los siete arcángeles!
Cuando nos llamáis, estamos con vosotros instantáneamente. Cuando no nos llamáis, aunque queramos salvaros, la ley cósmica dice que no podemos intervenir. Se nos exige que respetemos vuestro libre albedrío.

Otra clave para el cambio personal y planetario es la aplicación de la todos los días y de manera generosa. La llama violeta es el don del . Transmuta los registros de negativo, incluyendo los registros de vuestros malos actos y los de los demás. Por ejemplo, para producir paz en la Tierra, el arcángel Uriel dice que es importante aplicar la llama violeta para limpiar los registros de la muerte y la guerra en los campos de batalla del planeta.

El arcángel Uriel nos enseña a aumentar la llama de la paz en el y a utilizar el poder de la paz contra las fuerzas que se oponen a ella. Cuando perdemos el equilibrio, Uriel nos aconseja hacer lo siguiente:

Volved a la armonía tan rápidamente como podáis. Si deseáis la armonía más de lo que deseáis ganar una discusión, podéis restaurar la paz con rapidez. Hay armonía cuando tenéis el control absoluto sobre las energías que pasan a través de vosotros. Vigilad vuestro tono de voz. Elevaos hasta el plano de vuestro y no permitáis que las distintas partes que hay en vosotros os lleven, como niños mimados, en cuatro direcciones. El poder de Dios ha de hallarse en la quietud interior del corazón.

Uriel también nos enseña a invocar el poder del juicio del Señor, siendo él el arcángel que entrega los juicios del Señor Jesucristo. Jesús nos ha instado a pedir la atadura de los ángeles caídos, que asedian a los hijos de Dios. da a sus el poder de atar a los ángeles caídos tanto en la tierra como en el cielo. El apóstol Pablo confirma esta dispensación: “¿O no sabéis que los santos han de juzgar al mundo? Y si el mundo ha de ser juzgado por vosotros, ¿sois indignos de juzgar cosas muy pequeñas? ¿O no sabéis que hemos de juzgar a los ángeles? ¿Cuánto más las cosas de esta vida?”. [1 Corintios 6: 2-3] Pablo se refiere a los ángeles caídos.

El Arcángel Uriel está profundamente preocupado por el aborto y el karma que descenderá sobre los países que lo consientan. Porque Dios elige el especial momento en la historia en que cada alma ha de nacer para cumplir su razón de ser.

Asesinar a los hijos  de Dios —dice Uriel— es asesinar a Dios como potencial flamígero; es crucificar al Cristo otra vez.

Y ha profetizado que cualquier nación y pueblo que practique el aborto o lo tolere sufrirá cataclismos, que podrían manifestarse en el clima, en la economía o en los hogares enfrentando hermano contra hermano.

Uriel dice que si alguna vez alguno se ha visto involucrado en un aborto puede saldar su karma llevando a cabo actos de misericordia e implorando el perdón de Dios. Y puede corregir el error ofreciendo su patrocinio a la vida y pronunciándose en defensa de los no nacidos.

El 29 de diciembre de 1985 el arcángel Uriel dijo que podíamos pedir a los ángeles el juicio del terrorismo en cualquier parte del mundo:

Aunque no existe una solución internacional para el terrorismo, el SEÑOR Dios Todopoderoso contiene esa solución. Y los ángeles están listos para entregarla cuando ofrezcáis la confirmadora y ratifiquéis la voluntad de Dios con vuestros decretos.

Existe otra forma de juicio: la acción del juicio de nuestro propio yo irreal, la antítesis del . El yo irreal es el ego. Es el yo iracundo, el yo egoísta, el yo con dureza de corazón y al que no le importan los demás. Cuando pedimos a Dios que lo juzgue, su desciende a nuestro templo, no para hacernos daño, sino para separar el karma malo del bueno. Esto nos ayudará a ver nuestros errores por lo que son. Debemos ponderar las ofensas que hayamos cometido contra Dios, sin querer y por ignorancia, y luego expiarlas. Llamemos al arcángel Uriel para separar la cizaña del trigo que crecen juntos en nosotros. Estudiemos qué es Real y qué es irreal en nuestra conciencia. Después dejemos que el fuego sagrado consuma toda la energía mal utilizada. Invoquemos la llama violeta con vigor y valentía.

Al llamar al arcángel Uriel pidiendo justicia divina y los juicios justos y verdaderos de nuestro Dios, su respuesta puede no ser inmediata. Pero que no quepa duda de que el proceso habrá comenzado y se cumplirá según los tiempos de Dios con o sin nuestro conocimiento.

Cuando pedimos que el juicio de Dios descienda a la Tierra, es importante recordar que el perdón nos corresponde a nosotros; a Dios corresponde administrar Su justicia. Si presenciamos una injusticia, el recurso más seguro que tenemos es darle el problema a Dios y a sus ángeles emisarios. La Biblia dice: “Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor.” [Romanos 12:19]

Uriel también es el ángel de la llama de la resurrección; esta llama es de color madreperla y trae consigo la renovación, el renacer y el rejuvenecimiento para que, como el ave fénix, podamos levantarnos de las cenizas del yo anterior. Uriel nos enseña a utilizar la llama de la resurrección para conquistar el miedo y lograr la verdadera maestría divina.

Cuando de lo que se trata es de conquistar el miedo, se trata sencillamente del arte de dejar que Dios realice su obra perfecta y de que vosotros os desprendáis.

El arcángel Uriel nos da un ejercicio para que nos desprendamos del miedo: poner las manos, una encima de la otra, sobre el corazón; luego soltarlas, abrirlas y, relajadas, extenderlas hacia fuera. Sin cruzar las piernas, respirar suavemente. Luego pronunciar con dulzura las siguientes palabras y dirigirlas al alma y al cuerpo, tres veces: “Paz, aquiétate.” Las manos al frente, ahuecadas, reflejan la serenidad del niño en nosotros, a salvo en los brazos de la madre.

Puesto que la vida entera refleja este cuidado, sencillamente confiemos en la llama de la Madre en el corazón de la luz de la resurrección para quenos libere de todas las dudas y los temores.

Detengámonos cada día, un momento a descansar, relajando el cuerpo, la mente, el alma, conscientemente eliminando las tensiones del día, desde la cabeza hasta los pies. Podemos utilizar nuestro ejercicio preferido de yoga o taichi para hacerlo. Simplemente soltemos y dejemos las cosas en manos de Dios y veremos cómo todas las dudas y los temores son eliminados y conoceremos la alegría de la seguridad en nosotros mismos y la autoestima.

El arcángel Uriel ha asignado a cada uno de nosotros un ángel de su banda para que nos ayude a experimentar el poder de la llama de la resurrección en nuestra vida personal y en nuestra ciudad. También le ha asignado a este ángel que nos ayude a atar el yo irreal en lo interior y lo exterior, y a transmutar el karma de nuestra ciudad. Uriel dice que para poder recibir al ángel debemos decir:

“¡En el nombre del YO SOY EL QUE YO SOY,
en el nombre del arcángel Uriel,
yo acepto el ángel de la resurrección ahí donde YO SOY!”

Otra clave de Uriel para producir cambios es ofrecer devociones a nuestra Presencia Divina todos los días. El arcángel Uriel y sus ángeles han prometido ayudarnos en nuestro caminar por el sendero de regreso al corazón de Dios.

Sólo os hacemos una petición: que toméis la determinación en vuestro corazón de no dejar pasar un solo día sin pensar en vuestra poderosa Presencia Divina y ofrecer vuestras devociones, adoraciones y ministraciones a esta poderosa Fuente de vida. Porque a través de esta Presencia Divina es como podemos penetrar la oscuridad que os rodea, podemos descender y caminar con vosotros, y vosotros podéis ascender hacia nuestra presencia. Gracias a este servicio mutuo, esta cooperación cósmica, podemos avanzar… ¡La Presencia de Dios nunca falla!

Uriel dice que la separación de esa realidad Divina es lo que provoca el fracaso. Es la separación lo que causa la duda. Es la separación de Dios lo que provoca el miedo.

Y yo digo que la separación es una mentira, que jamás existió en la mente y el corazón de Dios, y que no existirá en vosotros si hacéis caso de mis palabras este día y aceptáis las poderosas dispensaciones de luz que se os conceden. ¡Aceptadlas y sed uno con vuestra Presencia Divina!…

Caminad por la Tierra como Cristos. ¡Despojaos de las viejas ropas! ¡Quitáoslas y sed transfigurados en la poderosa llama transfiguradora de la vida!

El arcángel Uriel da cuatro pasos para superar cualquier condición indeseada en nuestra vida.

  • Primero: “No os condenéis por tener dicha condición.”
  • Segundo: “Visualizaos en vuestra Gran Realidad Divina, llenos del Espíritu, y ved el problema del tamaño de un centímetro.”
  • Tercero: “Haced este fíat desde lo profundo de vuestro ser: ‘¡Oh, Dios mío, alcanzaré la victoria sobre esta bestia que es mi yo inferior!’”
  • Cuarto: no suprimáis las cosas negativas. No neguéis su existencia, mirad directamente lo que está afrontando y dejad que las cosas negativas en su mundo pasen a la llama violeta. Sustituid las actividades y los deseos indeseados por nuevas actividades, nuevos deseos, nueva alegría, nuevas interacciones y amigos de luz. Uníos para una causa positiva. Os veréis tan preocupados ayudando a los demás que no volveréis a caer en la tentación de volver a los viejos hábitos antiguos. Reconectaos a la corriente. Revertid el curso de los impulsos que fluyen hacia abajo. Construid un nuevo lecho para la corriente y dirijid el curso de la vida hacia dónde queréis ir. Se necesita esfuerzo para la expiación de trangresiones y equivocaciones, así como para cambiar los deseos inferiores por deseos superiores.

Pero estamos aquí para ayudaros —dice el arcángel Uriel—. Tan sólo llamadnos y os lo demostrarernos.

Uriel y Aurora y las legiones de los ángeles de la paz de su retiro también prestan servicio junto con las legiones de paz del retiro del amado Jesús en Arabia y del retiro de los de la Paz sobre las islas hawaianas.

Uriel y Aurora inspiraron al compositor Brahms la canción de cuna que ellos usan para calmar el alma de los niños pequeños e infundir en ellas el consuelo y la curación de la permanente y la llama crística del interior.

 

Brahms, Canción de cuna

© Summit University Press

Beloved Uriel

Beloved Uriel

Uriel, Uriel

In thy love we all dwell

As thou comest in God’s name

Bringing ministration’s flame.

For the souls of all men

Shall be raised into heaven

As the Christ from above

Bathes the earth in his love.

 

Amado Uriel

Uriel, Uriel,

en tu amor todos vivimos

cuando vienes en el nombre de Dios

trayendo la llama del apostolado.

Porque el alma de todos los hombres

será elevada al cielo

mientras el Cristo desde las alturas

baña a la Tierra en su amor.

 

Uriel, Uriel

All in heaven now tell

Of the pow’r of freedom’s might

To raise earth to heaven’s height.

Saint Germain, gracious king

Freedom’s bells clearly ringing

Tell of God’s holy plan

Freedom for ev’ry man.

 

Uriel, Uriel,

todos en el cielo hablan ahora

del poder de la fuerza de la libertad

para elevar a la Tierra a la altura de los cielos.

Saint Germain, misericordioso rey,

las campanas de la libertad tañendo diáfanas

anunciando el santo plan de Dios:

de libertad para todos los hombres.

 

Uriel, Uriel

Freedom’s friends love thee well

For thy freedom, joy, and peace

Ever bringing earth release.

We call forth blessings now

To God’s victory winning

As above angels sing

To God’s harmony bring.

 

Uriel, Uriel,

los amigos de la libertad te aman bien

por tu libertad, gozo y paz

continuamente liberando a la Tierra.

Imploramos bendiciones ahora

para la victoria de Dios ganar

mientras arriba los ángeles cantan

para la armonía de Dios traer.

 

Uriel, Uriel

Let all hear freedom’s bell

As its mighty, holy sound

Now is heard the world around.

Now the dawn, golden age

Cradles God’s seventh race

I AM Presence of Life

Set all free by thy might.

 

Uriel, Uriel,

que todos oigan la campana de la libertad

mientras su poderoso, sagrado sonido

ahora se escucha por todo el mundo.

Hoy el amanecer, la edad de oro

acuna a la séptima raza de Dios.

Presencia YO SOY de la Vida

libera a todos con tu poder.

 

© The Summit Lighthouse

 

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Jerarca de las huestes angelicales; el rango más alto entre las órdenes de ángeles. Para cada uno de los siete rayos hay un arcángel que lo preside y que personifica, junto con una arcangelina (su complemento divino), la conciencia divina del rayo y dirige a las bandas de ángeles que bajo su mando prestan servicio en ese rayo. Para sus nombres, rayos y ubicación de sus retiros véase Tabla de los ocho rayos .
Haz de luz o de otra energía radiante. Los rayos son las emanaciones de luz de la Divinidad que, cuando se invocan en el nombre de Dios o en el nombre del Cristo, prorrumpen como una llama en el mundo del individuo. Los rayos pueden ser proyectados por la conciencia divina de seres ascendidos o no ascendidos a través de los chakras y del tercer ojo como una concentración de energía que asume numerosas cualidades divinas, como amor, verdad, sabiduría, curación, etc. Haciendo mal uso de la energía de Dios, los practicantes de magia negra proyectan rayos que tienen cualidades negativas, tales como rayos mortales, rayos de sueño, rayos hipnóticos, rayos de enfermedad, rayos psicotrónicos, el mal de ojo, etc. Véase Tabla de los ocho rayos .
El retiro de un maestro es su hogar de luz, su templo y su lugar de servicio. Los retiros son focos de la Gran Hermandad Blanca localizados principalmente en el plano etérico, que es donde presiden los maestros ascendidos. Los retiros anclan una o más de las llamas de la Divinidad así como el moméntum de servicio de los maestros y su realización espiritual para el equilibrio de la luz en los cuatro cuerpos inferiores de un planeta y sus evoluciones. Cumplen múltiples funciones para los consejos de la jerarquía que sirven a las ondas de vida de la tierra y algunos retiros están abiertos para individuos no ascendidos, cuya alma puede viajar a estos focos en su cuerpo etérico entre una encarnación y otra en la tierra, o en su cuerpo sutil durante el sueño o samadhi.

     Muchos de los retiros de los maestros, incluyendo sus escuelas de misterios, estuvieron en el plano físico durante las primeras eras de oro de la tierra e incluso después de la Gran Rebelión y la Caída de los ángeles caídos. Ante la destrucción y la profanación de sus templos, los maestros retiraron sus centros y sus llamas al plano etérico, de ahí el término “retiro”. Después de la ascensión del mensajero Mark L. Prophet el 26 de febrero de 1973, los Señores del Karma dieron otra oportunidad a los hijos de Dios de saldar su karma asistiendo a las clases en los retiros de los siete chohanes, el Maha Chohán y los Instructores del Mundo. El primero de enero de 1986, Gautama Buda y los Señores del Karma respondieron a la petición de los Señores de los Siete Rayos de abrir las universidades del Espíritu que se encuentran en sus retiros etéricos a decenas de miles de estudiantes para proseguir sistemáticamente el camino de la automaestría en los siete rayos. Los estudiantes viajan en su cuerpo sutil durante el sueño y pasan catorce días en el retiro de cada uno de los chohanes y del Maha Chohán. Véase Tabla de los ocho rayos.

La conciencia o percepción de uno mismo en y como el Cristo; alcanzar un nivel de conciencia conmensurable con el que alcanzó Jesús, el Cristo. La conciencia crística es la culminación dentro del alma de esa Mente que estaba en Cristo Jesús. Es alcanzar la acción equilibrada de poder, sabiduría y amor del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo y la pureza de la Madre mediante una llama trina del corazón equilibrada. Es la Fe perfeccionada en el deseo de hacer la Voluntad de Dios, la Esperanza en la salvación de Cristo Jesús gracias al sendero de su justicia realizado en nosotros y la excelencia de la Caridad en el más puro amor de dar y recibir en el SEÑOR.

Filipenses 2:5

Véase elementales.

Dios es un Espíritu y el alma es el potencial vivo de Dios. La petición de libre albedrío que el alma hizo  y su consiguiente separación de Dios tuvieron como consecuencia el descenso de este potencial al estado carnal inferior. Sembrada en deshonor, el alma está destinada a elevarse con honores a la plenitud de ese estado divino que es el Espíritu único de toda Vida. El alma puede perderse; el Espíritu no puede morir.

     El alma permanece como un potencial que ha caído a niveles más bajos de vibración y de conciencia, y debe ser imbuida de la realidad del Espíritu, purificada por medio de la oración y la súplica y devuelta a la gloria de la cual descendió y a la unidad del Todo. Esta reunión del alma con el Espíritu es el matrimonio alquímico, que determina el destino del ser y lo convierte en uno con la Verdad inmortal. Cumplido este ritual, el Ser superior se corona Señor de la Vida y se descubre que el potencial de Dios realizado en el hombre es el Todo-en-todo.

Los que siguieron a Lucifer en la Gran Rebelión y cuya conciencia “cayó” por consiguiente a niveles más bajos de vibración y de conciencia, cuando, en cumplimiento de la ley, fueron “arrojados a la tierra” por el arcángel Miguel y obligados a asumir un cuerpo físico denso y evolucionar en él, debido al karma de su desobediencia a Dios y a Su Cristo y por haber blasfemado de Sus hijos. Aquí, como dijo Pedro, andan de un lado a otro en busca de almas, mentes o cuerpos que puedan devorar, plantando semillas de descontento y la rebelión luciferina entre los hombres y las naciones mediante la subcultura del rock y las drogas, los medios de comunicación y su babilonio culto de idolatría. Se les conoce con los diversos nombres de: caídos, luciferinos, Vigilantes, Néfilim, “gigantes en la tierra”, satánicos, serpientes, hijos de Bélial, entre otros. Véase Anticristo.

Salmos 104:4; Hebreos 1:7, 13:12; Apocalipsis 12:9; Génesis 6:1-7

(sánscrito: “rueda, disco, círculo”). Centros de luz anclados a lo largo de la columna vertebral en el cuerpo etérico; gobiernan el flujo de energía hacia los cuatro cuerpos inferiores del hombre y sostienen la frecuencia de los siete rayos en ellos. Son siete y corresponden a los siete rayos: 1. primer rayo, garganta, azul; 2. segundo rayo coronilla, amarillo; 3. tercer rayo, corazón, rosa; 4. cuarto rayo, base de la columna, blanco; 5. quinto rayo, tercer ojo, verde; 6. sexto rayo, plexo solar, púrpura y oro; 7. séptimo rayo, sede del alma, violeta).

Hay cinco chakras menores correspondientes a los cinco rayos secretos y un total de 144 centros de luz en el cuerpo del hombre. Véase Tabla de los chakras , El aura humana II, de Djwal Kul.

Véase también la Armadura de los chakras

Espíritu divino, heraldo, precursor o mensajero enviado por Dios para comunicar Su Palabra a Sus hijos. Espíritu ministrante enviado para asistir a los herederos del Cristo, para confortar, proteger, guiar, fortalecer, enseñar, aconsejar y prevenir. Cohortes de la luz al servicio de los seres crísticos, los hijos e hijas de Dios, por todo el cosmos. Un “ángulo” de la conciencia de Dios –un aspecto de Su Autoconciencia; un ser formado por Dios a partir de Su propia llameante Presencia para asistir a la Vida en la forma. “Y de sus ángeles dijo: El que hizo a sus ángeles espíritus, y a sus ministros llama de fuego.” Las huestes celestiales comprenden una evolución que se diferencia de la humanidad por su llameante individualidad y la pureza de su devoción a la Deidad y a los arcángeles jerarcas bajo cuyo mando prestan servicio. Su función es concentrar, acelerar y amplificar los atributos de Dios en beneficio de Su creación. Atienden las necesidades de los hombres atrayendo luz hacia su aura, intensificando los sentimientos de esperanza, fe y caridad, honor, integridad, valor, verdad y libertad, misericordia y justicia, y todo aspecto de la claridad cristalina de la Mente de Dios. Debido a la sacralidad de su presencia invisible, el autor del Libro de Hebreos dijo: “No olvidéis la hospitalidad, porque algunos, sin saberIo, hospedaron ángeles.” Con lo que abunda en el hecho de que los ángeles sí encarnan y andan entre nosotros como nuestros mejores amigos y auxiliadores, aun cuando sean unos perfectos extraños.

     Metafóricamente hablando, los ángeles son electrones que giran alrededor de la Presencia Solar que es Dios, electrones que han elegido, por Su voluntad innata en ellos, expandir Su conciencia en todos los planos de la existencia; que han sido “cargados” de la luz/energía/conciencia del Gran Sol Central para ser “electrodos”, esto es, pilares de la ardiente presencia de Dios que operan como “transformadores de desaceleración” de la Luz inefable, para que Sus hijos puedan recibir una porción de esperanza de la gloria que ha de venir en medio de la noche oscura de su situación kármica en la tierra. Los ángeles pueden adquirir forma humana o de “bastoncillos” y “conos” o espirales y rollos de energía concentrada que puede ser liberada para la curación personal y planetaria, en respuesta al llamado de los seres crísticos, literalmente como una transfusión del Cuerpo y la Sangre del Cristo Cósmico dondequiera y cuandoquiera que se necesite. Hay ángeles de curación, de protección, amor, consuelo y compasión, ángeles que asisten en los ciclos de nacimiento y muerte, ángeles del Ojo Omnividente de Dios que esgrimen la espada llameante de la Verdad para separar de tajo lo real de lo irreal. Hay tipos y órdenes de ángeles que realizan servicios específicos en la jerarquía cósmica, como los serafines y los querubines, o los ángeles devas que sirven con los espíritus de la naturaleza y los elementales del fuego, el aire, el agua y la tierra. Véase ángeles caídos.

Véase Presencia YO SOY.
Sacerdote del fuego sagrado y sacerdote de la Orden de Melquisedec. El libro del Génesis dice que era el séptimo desde Adán, “que caminó con Dios, y desapareció, porque se lo llevó Dios”. Se le han atribuido varios escritos. El más conocido es el Libro de Enoc, cuyo tema principal es el juicio final de un cierto grupo de ángeles caídos a los que llamó los “Vigilantes” y su progenie. En uno de los primeros capítulos se dice que el propio Enoc fue enviado a los Vigilantes para transmitirles el mensaje de Dios de que no tendrían paz ni perdón debido a los pecados cometidos contra Él. Los Vigilantes, aterrorizados y trémulos, pidieron a Enoc que suplicara a Dios por ellos, cosa que hizo. Sin embargo, el juicio de Dios contra los Vigilantes prevaleció: “Nunca más ascenderéis al cielo.” Enoc escribió este libro para que estemos enterados, advertidos y prevenidos.
(“el que es como Dios”). Arcángel del primer rayo, Príncipe de los Arcángeles, el primero entre sus pares a quien todos los demás arcángeles y sus legiones rinden pleitesía. Conocido como el Defensor de la Fe, el Paladín de la Mujer y Su Simiente y el Líder en la Batalla de Armagedón, que viene en defensa de la conciencia crística en el pueblo de Dios. Su intercesión por los hijos de Dios en esta era está profetizada en Daniel 12:1: “Y en aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que está por los hijos de tu pueblo; y será tiempo de angustia, cual nunca fue después que hubo gente hasta entonces: mas en aquel tiempo será libertado tu pueblo, todos los que se hallaren escritos en el libro.”
Véase arcángel, Tabla de los ocho rayos .
Véase arcángel, Tabla de los ocho rayos .
Una encarnación de Lanello.
Véase Cristo, Cristo Cósmico.

El nombre de Dios (Éxodo 3:14). Véase Presencia YO SOY.

Véase Jesús.
Es un aspecto del séptimo rayo del Espíritu Santo. Es el fuego sagrado que transmuta la causa, el efecto, el registro y el recuerdo del pecado, es decir, del karma negativo. También se le denomina llama de la transmutación, de la libertad y del perdón. Cuando la llama violeta se invoca por medio de la ciencia de la Palabra hablada, produce cambios constructivos.

La Tercera Persona de la Trinidad; la omnipresencia de Dios; las lenguas hendidas de fuego que focalizan a Dios Padre-Madre, también llamado el fuego sagrado; las energías de Vida que animan a un cosmos. En la Trinidad hindú de Brahma, Vishnu y Shiva, el Espíritu Santo corresponde a Shiva, conocido como el Destructor-Liberador porque su amor que todo lo consume, cuando se invoca en los planos de la Materia, ata a las fuerzas del mal y transmuta la causa y el efecto de las creaciones erróneas de los hombres, liberándolos de la prisión de su karma y de los seres oscuros que la habitan. El prana es la esencia del Espíritu Santo que ingerimos con el aliento del fuego sagrado a través de los chakras para nutrir a los cuatro cuerpos inferiores. El Espíritu Santo es el foco del equilibrio del Dios Padre-Madre en el núcleo de fuego blanco del ser. El exorcismo de los espíritus malignos y de las entidades impuras se realiza mediante el fuego sagrado del Espíritu Santo, en el nombre del Cristo y del YO SOY EL QUE YO SOY. Los nueve dones del Espíritu Santo son poderes que se otorgan a los siervos del Señor para atar a la muerte y el infierno y realizar Sus obras en la tierra.

La Persona y la Llama del Espíritu Santo es el Consolador que Jesús prometió que vendría cuando nuestro Señor nos dejara –a iluminarnos, a instruirnos y a hacernos recordar todas las cosas que el amado Jesús nos ha enseñado, tanto en la tierra como en el cielo. Cada vez que un hijo o hija de Dios asciende a la Presencia del YO SOY EL QUE YO SOY, el Espíritu Santo desciende para llenar el vacío y magnificar la Presencia del Señor en la tierra. Es éste el ritual del descenso del Espíritu Santo prometido por Jesús a sus discípulos cuando el Maestro dijo: “Permaneced en la ciudad de Jerusalén hasta que seáis dotados del poder de las alturas”, cosa que ocurrió en Pentecostés después del ascenso de Jesús al cielo.

El representante de la llama del Espíritu Santo para las evoluciones de la tierra es el maestro ascendido que ocupa el cargo de Maha Chohán . El Espíritu Santo es la Personalidad Impersonal de la Divinidad y está ubicada en el lado occidental de la Ciudad Cuadrangular. Véase Gráfica de tu Ser Divino.

1 Corintios 12:4-11; Juan 14:16, 26; 16:7; Lucas 24:49, 51; Marcos 16-19; Hechos 2:1-4

(sánscrito: “acto, acción, obra”). El karma es energía/conciencia en acción; la ley de causa y efecto y retribución. Llamada también ley del círculo, que decreta que cualquier cosa que hagamos completará un círculo y regresará a nuestra puerta para resolución. Pablo dijo: “Todo lo que el hombre sembrare, eso también segará.” Newton observó: “Para toda acción hay una reacción igual y opuesta.” La ley del karma requiere que el alma reencarne hasta que todos los ciclos kármicos se hayan saldado. Así, de una vida a la siguiente el hombre determina su destino por sus acciones, incluyendo sus pensamientos, sentimientos, palabras y obras. Saint Germain enseña el sendero acelerado de la transmutación del karma con la llama violeta del Espíritu Santo y trascendiendo las rondas de renacimiento a través del sendero de la cristeidad individual que conduce a la ascensión demostrada por Jesús.

Gálatas 6:7

Emanación luminosa o campo “electromagnético” que rodea al cuerpo físico; equiparada a menudo al cuerpo astral. Halo o nimbo que se asocia a los santos, que se origina en el alma y en el arquetipo original del alma, y que refleja, según el uso del libre albedrío, los patrones celestiales o los patrones terrenales. La radiación característica de la vida sensible y de los objetos inorgánicos captada por la fotografía Kirlian. Aliento o atmósfera que rodea e interpenetra los cuatro cuerpos inferiores del hombre y sus chakrasen los cuales se registran las impresiones, los pensamientos, los sentimientos, las palabras y las acciones del individuo, incluyendo su karma y los registros de vidas pasadas. El círculo altamente cargado de fuego sagrado que rodea al Cristo, a un maestro ascendido, ángel, Elohim o ser cósmico, que se transfiere como una “gracia” a cualquiera que lo solicite. Corona espiritual. El llamado campo L (inglés: Life-field), capa astral/etérica, que rodea al hombre y a la vida orgánica y que regula y refleja la salud, la vitalidad y la longevidad del cuerpo físico u organismo. Véase El aura humana I, de Kuthumi, y El aura humana II, de Djwal Kul. 
Santo Ser Crístico o Yo Crístico, es el foco individualizado del "unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad". El Cristo Universal individualizado como la auténtica identidad del alma. El Yo Real de todo hombre, mujer y niño hacia el cual el alma debe alzarse. El Ser Crístico es el mediador entre un hombre y su Dios. Es el instructor, el maestro y el profeta personal de un individuo, que oficia como sumo sacerdote ante el altar del Santísimo (la Presencia YO SOY) del templo edificado sin manos de todo hombre. El advenimiento de la percepción universal del Ser Crístico entre el pueblo de Dios en la tierra ha sido profetizado por los profetas como el descenso del SEÑOR NUESTRA JUSTICIA, llamado también VÁSTAGO, en la Era Universal que está por llegar. Cuando alguien alcanza la plena identificación del alma con el Ser Crístico, se le llama ser crístico o ungido, y se ve al Hijo de Dios brillar a través del Hijo del hombre. Juan 1:14; Isaías 11-1; Jeremías 23:5, 6; 33-15, 16; Zacarías 3:8, 6:12
Chohán del séptimo rayo, de la libertad. Maestro ascendido. Jerarca de la era de Acuario y patrocinador de los Estados Unidos de América. Inicia a las almas en la ciencia y el ritual de la alquimia y la transmutación con la llama violeta, mediante el poder de la Palabra hablada, la meditación y la visualización. Su retiro en América del Norte es la Cueva de los Símbolos en Table Mountain, Wyoming. También utiliza el Retiro del Royal Teton en el Grand Teton, en Jackson Hole (Wyoming); el retiro de su guru, el Gran Director Divino, la Cueva de la Luz en la India; y la Mansión de Rakoczy, su foco en Transilvania. Las melodías clave de la Mansión de Rakoczy son: Cuentos de los Bosques de Viena y la Mar­cha Rakoczy. Véase Tabla de los ocho rayos .
Véase Fraternidad de Guardianes de la Llama.

La Palabra es el Logos, el poder de Dios y la realización de ese poder encarnado en y como el Cristo. Los devotos del Logos liberan las energías de la Palabra en el ritual de la ciencia de la Palabra hablada. Es a través de la Palabra como el Dios Padre-Madre se comunica con la humanidad. El Cristo es la personificación de la Palabra. Véase Cristo, decreto.

El Ser Crístico; la Presencia YO SOY; el Espíritu inmortal que es el principio que anima a toda manifestación. Véase Gráfica de tu Ser Divino.

El fuego de la Kundalini, que se encuentra como una serpiente enroscada en el chakra de la base de la columna (el muladhara), y que con pureza espiritual y automaestría se eleva hacia el chakra de la coronilla, acelerando los centros espirituales o chakras a su paso. Dios, luz, vida, energía, el YO SOY EL QUE YO SOY. “Nuestro Dios es un fuego consumidor” (Hebreos 12:29). El fuego sagrado es la precipitación del Espíritu Santo para el bautismo de las almas, para la purificación, para la alquimia y la transmutación y para alcanzar la ascensión, ritual sagrado mediante el cual el alma retorna al Único.

(plural del hebreo Eloha, “Dios”). El nombre de Dios empleado en el Antiguo Testamento cerca de 2,500 veces con el significado de “El Poderoso” o “El Fuerte”. Elohim es un sustantivo uniplural que hace referencia a las llamas gemelas de la Divinidad que componen el “Divino Nosotros”. Cuando se habla específicamente de la mitad masculina o de la mitad femenina se conserva la forma plural porque se entiende que una parte del Todo Divino contiene y es el Yo andrógino (el Divino Nosotros). Los siete poderosos Elohim y sus contrapartes femeninas son los constructores de la forma; de ahí que Elohim sea el nombre de Dios usado en el primer versículo de la Biblia: “En el principio creó Dios los cielos y la tierra” (Génesis 1:1). Los cuatro seres de los elementos (las Cuatro Fuerzas Cósmicas) sirven directamente bajo los Elohim y tienen dominio sobre los elementales: gnomos, silfos, salamandras y ondinas.

     Los siete poderosos Elohim son “los siete Espíritus de Dios” nombrados en el Apocalipsis (4:5) y las “estrellas matutinas” que cantaron juntas en principio, tal como el SEÑOR se las reveló a Job (Job 38:7). Hay también cinco Elohim que rodean el núcleo de fuego blanco del Gran Sol Central. En el orden de la jerarquía, los Elohim y los seres cósmicos son portadores de la mayor concentración y de la más alta vibración de luz que podamos percibir en nuestro estadio de evolución. Junto con los cuatro seres de la naturaleza, sus consortes y los constructores elementales de la forma, representan el poder del Padre como Creador (el rayo azul). Los siete arcángeles y sus complementos divinos, los grandes serafines, los querubines y las huestes angelicales representan el amor de Dios en la ardiente intensidad del Espíritu Santo (el rayo rosa). Los siete chohanes de los rayos y todos los maestros ascendidos, junto con los hijos e hijas de Dios no ascendidos, representan la sabiduría de la ley del Logos en la función del Hijo (el rayo amarillo). Estos tres reinos forman una triple manifestación y trabajan equilibradamente para desacelerar las energías de la Trinidad. Entonar el sonido sagrado “Elohim” libera el tremendo poder de la percepción de sí mismos como Dios, desacelerada para que la usemos en santidad por mediación del Cristo Cósmico.

     Para los nombres de los siete Elohim, los rayos en los que prestan su servicio y la ubicación de sus retiros etéricos, véase Tabla de los ocho rayos .

Apocalipsis 3:1; 4:5; 5:6
Véase Presencia YO SOY.