Gabriel y Esperanza son el y la arcangelina del cuarto rayo, de la llama de la resurrección y la . Junto con los es de la pureza y los serafines, estas protegen el del diseño que Dios tiene para todo hombre, mujer y niño del planeta. Gabriel es el Ángel de la Anunciación que saludó a con las palabras: “¡Salve, muy favorecida! El Señor es contigo; bendita tú entre las mujeres.” [Lucas 1:28] Gabriel saluda a cada futura madre con las buenas nuevas de la venida del Cristo para quien ella tiene el privilegio de preparar el cuerpo templo. Él coloca el patrón electrónico del del niño que viene en el de la madre para que el de la madre y el del hijo, bajo la dirección del Yo Crístico de cada uno, puedan trabajar juntos y producir la forma perfecta. Las huestes angelicales trabajan con los padres para anclar en el niño los más altos y mejores talentos desarrollados en encarnaciones anteriores y que están almacenados en el .
Aunque la mayoría de las mujeres del planeta hoy día no están sintonizadas con la elevada conciencia de pureza de Gabriel y por tanto no oyen su voz, se avecina el tiempo en que todos los futuros padres oirán la anunciación del Cristo que desciende, y sabrán que dar a luz a un enviada por Dios para que cumpla su destino es una elevada y santa evocación, una responsabilidad que las parejas cualificadas no deberían rehuir.
Gabriel advierte que la campaña para limitar la población es un complot del para privar a las almas de la oportunidad de ganarse la ascensión. Los que proclaman o hacen caso de las mentiras sobre el control de la población pueden encontrarse los portales del nacimiento cerrados cuando después soliciten a los poder reencarnar.
Gabriel y Esperanza están dedicados a la pureza de todas las corrientes de vida y a la pureza del propósito de Dios para todas las almas. Esperanza llena a los padres de expectación, alegría, entusiasmo y la memoria de la meta de toda corriente de vida: la ascensión en la .
Gabriel quisiera compartir con nosotros sus valiosos recuerdos de la mañana de la resurrección de hace dos mil años. Dice Gabriel:
Estimadas damas y caballeros ahora quisiera recorrer los grandes y contemplar otra vez aquella gloriosa mañana en que descendí atravesando los éteres, acompañado por los santos ángeles de mi grupo, para avivar la llama de la esperanza en el corazón de los expectantes amados discípulos del Cristo moviendo la piedra de delante de la tumba en la que yacía su precioso cuerpo.
No constituyó ningún esfuerzo, y no es ningún esfuerzo para un ser angelical mover la materia cuando la Divinidad le da el poder. Y la piedra no resistió el paso de la luz de mis dedos. Al agarrarla momentáneamente, el pensamiento me vino de que al hacer rodar pudiera, por la gracia de Dios, en ese mismo momento, hacer rodar la piedra de la muerte de todo hombre y mujer en este querido planeta hasta que todos estuvieran libres del miedo y la opresión.
Los ángeles que me acompañaban, instantáneamente captando mi pensamiento como tenemos por costumbre —porque no somos como vosotros, benditos, que necesitáis que los pensamientos se pronuncien—, rápidamente comenzaron un cántico de esperanza. Y guiados en melódica expresión por mi amada Esperanza, los ángeles empezaron ese maravilloso canto, que parecía irradiar un sendero de luz dorada de esperanza por la faz de la Tierra con el amanecer que se avecinaba. Por la mañana temprano, cuando las santas mujeres llegaron buscando al Cristo encontraron la piedra movida.
Esta misma bendición y este mismo servicio de un arcángel también se nos ofrece a quienes entre nosotros podamos aceptarlo. Tal como la mano de Gabriel quitó la piedra de la entrada de la tumba en la que Cristo yacía, también pueden los problemas y la densidad de nuestra vida ceder ante la luz si permitimos que Gabriel entre en nuestro mundo. Cuando la tumba de la materialidad que está ante cada uno de nosotros como nuestra creación y densidad humanas se retira, podemos ver dentro de esa tumba al Cristo resucitado, nuestro propio Santo Ser Crístico, por encima de nosotros en los éteres, radiante en todo el esplendor de su gloria y perfección.
El arcángel Gabriel ha hablado de los misterios de la vida y la muerte, de este mundo y el siguiente, y de la naturaleza de una antiquísima conspiración para dominar la mente, el alma y el corazón de las oleadas de vida no sólo del planeta Tierra, sino también de este y otros sistemas de mundos. Él presenció las épocas antediluvianas, y nos habla de los libros de nuestro padre , interpretando con viveza la batalla entre la Luz y la Oscuridad.
En su libro The mysteries of the Holy Grail (Los misterios del Santo Grial),Gabriel ha dado su enseñanza sobre el conocimiento del bien y el mal relativos y de cómo fue transmitido a nuestros primeros padres terrenales por los ángeles caídos, que conspiraron para rasgar el velo de inocencia de Adán y Eva de forma que no pudieran ver más al SEÑOR Dios cara a cara —y para que su progenie fuera descarriada durante miles de años.
Gabriel es el amigo de Dios y el hombre. Todos los amantes de la luz pueden declarar a este arcángel como su confidente y consejero especial. Él nos enseña acerca de la comunión lícita de los santos que moran en estas octavas inferiores de la Tierra con los santos que se mueven en las octavas superiores del cielo.
En 1987, la arcangelina Esperanza dijo:
Oh amados corazones, ¿sabéis una cosa sobre la que tenéis un control completo y absoluto? Es esto: ¡que la era de oro puede manifestarse en esta hora donde vosotros estáis! Ahí donde esté en vosotros la individualización de la llama de Dios, la ya puede estar teniendo lugar, en marcha en vuestra aura… No tenéis que seguir especulando: ‘¿Vendrá la era de oro a la Tierra?’ sino que podéis decir: ‘Está aquí, en mí. Eso lo sé, ¡oh Dios! Está donde yo estoy, y más que esto no puedo desear. Porque junto con Esperanza estoy llenando el cosmos con mi era de oro.
El de Gabriel y Esperanza se encuentra en el plano entre Sacramento y el monte Shasta, en California. Como arcángel y arcangelina del cuarto rayo, de la pureza y la ascensión, ellos también sirven con y la María en el Templo de la Resurrección, sobre Tierra Santa, y con , señor del cuarto rayo, en el retiro etérico del Templo de la Ascensión, en Luxor (Egipto).
La energía de Gabriel se focaliza con la música del Intermezzo de Cavalleria rusticana, de Pietro Mascagni.
Intermezzo de Caballeria rusticana
© Summit University Press
Beloved Gabriel |
Amado Gabriel |
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Gabriel, blest angel from heaven’s glory To all men, announcing Creation’s story Now shall the goal, ascension Showing the purpose of all life Archangel dear, thy voice we hear God’s will is done, Light’s vict’ry’s won Of purity that sets all free |
Gabriel, bendito ángel, desde la gloria del cielo hacia todos los hombres, anunciando la historia de la Creación, Ahora la meta, la ascensión, mostrando el propósito de la vida Arcángel querido, tu voz escuchamos la voluntad de Dios se hace, que la victoria de la Luz de se gana de pureza que a todos libera |
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Gabriel, God’s power of love immortal Many loved ones stand now at heaven’s portal Through all our meditation To thee and thy beloved one Angels and men now work again Our praise we send to thee, dear friend O Gabriel, the heavens tell |
Gabriel, poder del amor inmortal de Dios, Muchos seres queridos están ahora a las puertas del cielo A través de toda nuestra meditación hacia ti y tu amada Ángeles y hombres ahora trabajan otra vez Nuestra alabanza te elevamos, querido amigo, ¡Oh, Gabriel, di a los cielos |
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Gabriel, great blessings of love are flowing For thy Light and Love evermore bestowing Great Freedom’s bells now pealing And choirs of freedom angels sing Thus Freedom’s pow’r, this cosmic hour As in each heart, the truth will start Until like thee, all life is free |
Gabriel, grandes bendiciones de amor están emanando por tu Luz y Amor siempre prodigando Las grandes campanas de Libertad que ahora repican y coros de ángeles de la libertad cantan Así el poder de la Libertad en esta hora cósmica cuando en cada corazón la verdad empiece a hasta que, como tú, la vida toda sea libre |
© The Summit Lighthouse
Wings of Hope |
Alas de Esperanza |
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Wings of Hope, enfold our planet ’round |
Alas de Esperanza, envuelvan a nuestro planeta alrededor. |
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Wings of Hope of Cosmic Christ release |
Alas de Esperanza del Cristo Cósmico, liberen, |
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Wings of Hope, we lovingly adore |
Alas de Esperanza, amorosamente adoramos |
© The Summit Lighthouse
El ritual en el que el alma se reúne con el Espíritu del Dios vivo, la Presencia YO SOY. Es la culminación de la estadía divinamente victoriosa del alma en el tiempo y el espacio. Es la recompensa del justo, el regalo de Dios tras el juicio final delante del gran trono blanco, durante el cual todo hombre es juzgado “según sus obras”.
Enoc, de quien se dice que “caminó con Dios, y desapareció, porque le llevó Dios”, pasó por la ascensión; también Elías, quien subió al cielo en un torbellino; y Jesús, aun cuando su ascensión no tuvo lugar en la ocasión en que las escrituras dicen que fue llevado al cielo en una nube. El Morya, maestro ascendido, ha revelado que Jesús vivió muchos años después de estos hechos e hizo su ascensión después de su fallecimiento en Cachemira, a los 81 años, en el año 77 d.C.
La reunión con Dios en la ascensión, esto es, el término de las rondas de karma y renacimiento y el regreso a la gloria del SEÑOR, es la meta de la vida para los hijos e hijas de Dios. Jesús dijo: “Y nadie subió al cielo, sino el que descendió del cielo, incluso el Hijo del hombre.” Por medio de la salvación (inglés: salvation), la “autoelevación” (inglés: Self-elevation), o sea, la elevación consciente del Hijo de Dios dentro de su templo, el alma se pone el vestido de bodas para realizar la función del Hijo (inglés: Son, o Sun [sol], o luz) de la manifestación (inglés: man: hombre): el Hijo del hombre. Siguiendo el sendero iniciático de Jesús, el alma, habiendo saldado su karma y cumplido su plan divino, se fusiona con la conciencia crística y después con la presencia viva del YO SOY EL QUE YO SOY. Una vez que la ascensión ha tenido lugar, el alma, el aspecto corruptible del ser, se convierte en el incorruptible, un átomo en el Cuerpo de Dios. Véase matrimonio alquímico.
Apocalipsis 20:12-13; Génesis 5:24; 2 Reyes 2:11; Lucas 24:50-51; Hechos 1:9-11; Juan 3:13
Espíritu divino, heraldo, precursor o mensajero enviado por Dios para comunicar Su Palabra a Sus hijos. Espíritu ministrante enviado para asistir a los herederos del Cristo, para confortar, proteger, guiar, fortalecer, enseñar, aconsejar y prevenir. Cohortes de la luz al servicio de los seres crísticos, los hijos e hijas de Dios, por todo el cosmos. Un “ángulo” de la conciencia de Dios –un aspecto de Su Autoconciencia; un ser formado por Dios a partir de Su propia llameante Presencia para asistir a la Vida en la forma. “Y de sus ángeles dijo: El que hizo a sus ángeles espíritus, y a sus ministros llama de fuego.” Las huestes celestiales comprenden una evolución que se diferencia de la humanidad por su llameante individualidad y la pureza de su devoción a la Deidad y a los arcángeles y jerarcas bajo cuyo mando prestan servicio. Su función es concentrar, acelerar y amplificar los atributos de Dios en beneficio de Su creación. Atienden las necesidades de los hombres atrayendo luz hacia su aura, intensificando los sentimientos de esperanza, fe y caridad, honor, integridad, valor, verdad y libertad, misericordia y justicia, y todo aspecto de la claridad cristalina de la Mente de Dios. Debido a la sacralidad de su presencia invisible, el autor del Libro de Hebreos dijo: “No olvidéis la hospitalidad, porque algunos, sin saberIo, hospedaron ángeles.” Con lo que abunda en el hecho de que los ángeles sí encarnan y andan entre nosotros como nuestros mejores amigos y auxiliadores, aun cuando sean unos perfectos extraños.
Metafóricamente hablando, los ángeles son electrones que giran alrededor de la Presencia Solar que es Dios, electrones que han elegido, por Su voluntad innata en ellos, expandir Su conciencia en todos los planos de la existencia; que han sido “cargados” de la luz/energía/conciencia del Gran Sol Central para ser “electrodos”, esto es, pilares de la ardiente presencia de Dios que operan como “transformadores de desaceleración” de la Luz inefable, para que Sus hijos puedan recibir una porción de esperanza de la gloria que ha de venir en medio de la noche oscura de su situación kármica en la tierra. Los ángeles pueden adquirir forma humana o de “bastoncillos” y “conos” o espirales y rollos de energía concentrada que puede ser liberada para la curación personal y planetaria, en respuesta al llamado de los seres crísticos, literalmente como una transfusión del Cuerpo y la Sangre del Cristo Cósmico dondequiera y cuandoquiera que se necesite. Hay ángeles de curación, de protección, amor, consuelo y compasión, ángeles que asisten en los ciclos de nacimiento y muerte, ángeles del Ojo Omnividente de Dios que esgrimen la espada llameante de la Verdad para separar de tajo lo real de lo irreal. Hay tipos y órdenes de ángeles que realizan servicios específicos en la jerarquía cósmica, como los serafines y los querubines, o los ángeles devas que sirven con los espíritus de la naturaleza y los elementales del fuego, el aire, el agua y la tierra. Véase ángeles caídos.
El concepto puro o la imagen pura del alma que Dios guarda en Su Mente; cualquier concepto puro que guarda cualquier parte de la vida por o en beneficio de otra parte de la vida. El ingrediente esencial de cualquier experimento alquímico, sin el cual no puede realizarse exitosamente. La habilidad para guardar la imagen de la matriz perfecta que se vaya a precipitar, de tener la visión para que un proyecto se termine, de tener una fotografía mental, de retenerla y de llenarla de luz y de amor y alegría: todas éstas son claves para la ciencia del concepto inmaculado enseñado por la Madre María, así como por el Maestro Alquimista. Ejercitar la visión interna a través del tercer ojo es un proceso de purificación gracias al cual, como Jesús dijo, “si tu ojo fuere sincero [y sinceramente, inamoviblemente centrado en nuestro Amado Dios] todo tu cuerpo será luminoso”; esto es, estará lleno de la Presencia Iluminadora del Cristo.
“Dios es el practicante por excelencia del concepto inmaculado. Por mucho que se aleje el hombre de su individualidad, Dios siempre lo contempla en la imagen de Realidad en la que lo creó… Esta ciencia del concepto inmaculado la practican los ángeles en el cielo. Es la ley que está escrita en las entrañas del hombre, que en el fondo de su corazón le es conocida, aunque sólo vagamente la recuerde en la mente exterior. Se basa en la visualización de una idea perfecta que luego se convierte en un imán que atrae las energías creativas del Espíritu Santo hacia su ser para llenar la matriz que se guardó en la mente.”
Mateo 6:22; Jeremías 31:3; Hebreos 8:10
Dice la Madre María que el concepto inmaculado es ”ciertamente el poder transformador de la madre: su capacidad para ver belleza en sus hijos, y al verla sellarla en sus pequeños mediante la acción del flujo del chakra del corazón.
”Éste es el significado de mantener el concepto inmaculado para la vida entera, y es aquí donde la maternidad comienza. Es un amor que surge del interior del corazón y que significa la diferencia entre los defectos de los niños y la perfección del Ser Crístico de cada uno.
”Esa brecha entre las imperfecciones de hoy y la futura realización espiritual la llena siempre el amor del corazón de una madre.”
Véase Ser Crístico.
El cuerpo de la Primera Causa; siete esferas concéntricas de luz y conciencia que se interpenetran y que rodean a la Presencia YO SOY en los planos más altos del Espíritu, cuyo moméntum, incrementado por las palabras y las obras buenas del SEÑOR manifestadas por el alma en todas sus vidas pasadas, es accesible hoy en todo momento, según lo necesitemos. Nuestros recursos espirituales y nuestra creatividad —talentos, gracias, dones y genio, almacenados debido a un servicio ejemplar en los siete rayos— pueden ser atraídos desde el cuerpo causal con invocaciones a la Presencia YO SOY en el nombre del Ser Crístico. Además de ser el lugar donde nos “hacemos tesoros en el cielo” —el almacén de toda cosa buena y perfecta que forma parte de nuestra verdadera identidad—, las grandes esferas del cuerpo causal son el lugar de morada de Dios el Altísimo al que Jesús se refirió cuando dijo: “En la casa de mi Padre muchas moradas hay… voy, pues, a preparar lugar para vosotros… Vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo: para que donde yo estoy [ahí donde YO, el Cristo encarnado, SOY en la Presencia YO SOY] vosotros también estéis.” El cuerpo causal es la mansión, o morada, del Espíritu del YO SOY EL QUE YO SOY al cual el alma retorna a través de Cristo Jesús y el Ser Crístico individual en el ritual de la ascensión. Pablo se refería al cuerpo causal como la estrella de la individualización de la Llama de Dios de todo hombre cuando dijo: “porque una estrella es diferente de otra en gloria”. Véase Gráfica de tu Ser Divino.
Mateo 6:19-21; Juan 14:2; 3:1; 1 Corintios 15:41
Dios es un Espíritu y el alma es el potencial vivo de Dios. La petición de libre albedrío que el alma hizo y su consiguiente separación de Dios tuvieron como consecuencia el descenso de este potencial al estado carnal inferior. Sembrada en deshonor, el alma está destinada a elevarse con honores a la plenitud de ese estado divino que es el Espíritu único de toda Vida. El alma puede perderse; el Espíritu no puede morir.
El alma permanece como un potencial que ha caído a niveles más bajos de vibración y de conciencia, y debe ser imbuida de la realidad del Espíritu, purificada por medio de la oración y la súplica y devuelta a la gloria de la cual descendió y a la unidad del Todo. Esta reunión del alma con el Espíritu es el matrimonio alquímico, que determina el destino del ser y lo convierte en uno con la Verdad inmortal. Cumplido este ritual, el Ser superior se corona Señor de la Vida y se descubre que el potencial de Dios realizado en el hombre es el Todo-en-todo.
Cuando se usa en mayúsculas, la encarnación específica del Mal Absoluto, del Maligno. El morador del umbral planetario. “Hijitos, ya es el último tiempo: y como vosotros habéis oído que el Anticristo ha de venir, así también al presente han comenzado a ser muchos anticristos; por lo cual sabemos que es el último tiempo.” El término se aplica también a Lucifer, a Satanás, a los Vigilantes, a los Néfilim y a otros ángeles caídos que “no guardaron su dignidad” y que se oponen al Bien Absoluto. Estos traidores de la Palabra han jurado lealtad a las potencias de la Muerte y el Infierno y han jurado destruir al Dios encarnado en Su iglesia, Sus santos y Sus hijitos. Cuando se usa en minúsculas, persona o potencia antagonista del Cristo, o luz, en Jesús y los suyos.
1 Juan 2:18, 22; 4:3; 2 Juan 7; Génesis 6:1-7; Judas 6Los seres ascendidos que componen el Consejo Kármico. Su nombre y el rayo que representan en él son los siguientes: primer rayo, el Gran Director Divino; segundo rayo, la Diosa de la Libertad; tercer rayo, la Maestra Ascendida Nada; cuarto rayo, el Elohim Ciclopea; quinto rayo, Palas Atenea, Diosa de la Verdad; sexto rayo, Porcia, Diosa de la Justicia; séptimo rayo, Kuan Yin, Diosa de la Misericordia.
Los Señores del Karma administran la justicia en este sistema de mundos, y adjudican karma, misericordia y juicio a todas las corrientes de vida. Todas las almas deben pasar delante del Consejo Kármico antes y después de cada encarnación en la tierra; reciben su asignación y su porción kármica para cada periodo de vida por anticipado y luego se pasa revista a su actuación al terminar. Gracias al Guardián de los Pergaminos y a los ángeles registradores, los Señores del Karma tienen acceso al registro completo de cada corriente de vida encarnada en la tierra. Ellos determinan quién ha de encarnar, así como cuándo y dónde. Asignan a las almas a una comunidad o a una familia, sopesando cuánta carga de karma debe saldarse, en cumplimiento de cada “punto y tilde” de la ley. El Consejo Kármico, en consonancia con la Presencia YO SOY y el Ser Crístico individuales, determina cuándo se ha ganado el alma finalmente el derecho a quedar libre de la rueda de karma y de las rondas de renacimiento.
Los Señores del Karma se reúnen en el retiro del Royal Teton dos veces al año, en los solsticios de invierno y de verano, para revisar peticiones de la humanidad no ascendida y para otorgar dispensaciones con el fin de asistirla.
La luz espiritual es la energía de Dios; el potencial del Cristo. Como personificación del Espíritu, el término “Luz” puede utilizarse como sinónimo de los términos “Dios” y “Cristo”. Como esencia del Espíritu es sinónimo de “fuego sagrado”. Es la emanación del Gran Sol Central y de la Presencia YO SOY individualizada, y la Fuente de toda vida. Es lo que enciende la chispa divina, porque la Luz verdadera alumbra a toda manifestación de Dios que debe descender a un mundo oscurecido. El portador de Luz es el que desplaza la Oscuridad, y la Luz de su Presencia YO SOY proviene de los reinos del Día Eterno.
Juan 1:7-9
Ciclo de iluminación, paz y armonía en el que las almas de la humanidad se fusionan en la Llama del Cristo para el cumplimiento del plan divino, “como Arriba, así abajo”. A través de la convergencia del plano etérico y la capa etérica con los tres vehículos inferiores del cuerpo planetario y sus evoluciones, el reino de los cielos se manifestará en la tierra tal como ya existe ahora en la octava etérica. Véase cuerpo etérico.
“Era de oro significa una era basada en el patrón oro –el patrón del oro de la conciencia crística, de la regla de oro, del oro como luz del sol precipitada para el equilibrio de la mente y de las emociones y para el flujo de la vida incluso en el plano físico” (Dios del Oro).
Muchos de los retiros de los maestros, incluyendo sus escuelas de misterios, estuvieron en el plano físico durante las primeras eras de oro de la tierra e incluso después de la Gran Rebelión y la Caída de los ángeles caídos. Ante la destrucción y la profanación de sus templos, los maestros retiraron sus centros y sus llamas al plano etérico, de ahí el término “retiro”. Después de la ascensión del mensajero Mark L. Prophet el 26 de febrero de 1973, los Señores del Karma dieron otra oportunidad a los hijos de Dios de saldar su karma asistiendo a las clases en los retiros de los siete chohanes, el Maha Chohán y los Instructores del Mundo. El primero de enero de 1986, Gautama Buda y los Señores del Karma respondieron a la petición de los Señores de los Siete Rayos de abrir las universidades del Espíritu que se encuentran en sus retiros etéricos a decenas de miles de estudiantes para proseguir sistemáticamente el camino de la automaestría en los siete rayos. Los estudiantes viajan en su cuerpo sutil durante el sueño y pasan catorce días en el retiro de cada uno de los chohanes y del Maha Chohán. Véase Tabla de los ocho rayos.
Madre Divina, Madre Universal y Virgen Cósmica son otros tantos términos para designar la polaridad femenina de la Divinidad, la manifestación de Dios como Madre. La Materia [inglés: Matter] es la polaridad femenina del Espíritu y los maestros ascendidos utilizan el término alternadamente con Mater (latín: “madre”). En este contexto, todo el cosmos material se convierte en el vientre de la creación, hacia el cual el Espíritu proyecta las energías de la Vida. La Materia es, entonces, el vientre de la Virgen Cósmica, quien, como la otra mitad del Todo Divino, también existe en el Espíritu como polaridad espiritual de Dios.
Jesús mismo reconoció a Alfa y Omega como los más altos representantes del Dios Padre-Madre y con frecuencia se refirió a Alfa como Padre y a Omega como Madre. Quienes asumen la polaridad femenina de la conciencia después de su ascensión son maestras ascendidas. Junto con todos los seres femeninos (polarizados femeninamente) en las octavas de luz, son los focos de la llama de la Madre Divina para las evoluciones de la humanidad que se desarrollan en muchos sistemas de mundos. Sin embargo, siendo andróginos, todos los miembros de las huestes celestiales son focos de cualquiera de los atributos masculinos o femeninos de la Divinidad a voluntad, pues ya han entrado en las esferas de la Totalidad Divina. Madre de la Llama (o Madre del Mundo). Cargo en la jerarquía que ocupan sucesivamente aquellas devotas no ascendidas designadas por la Gran Hermandad Blanca para nutrir, o incubar, la llama de la Vida en toda la especie humana. En 1961, Clara Louise Kieninger fue nombrada primera Madre de la Llama de la Fraternidad de Guardianes de la Llama por Saint Germain. El 9 de abril de 1966, ese manto fue transferido a la mensajera Elizabeth Clare Prophet. En ese momento Clara Louise Kieninger se convirtió en la Madre de la Llama Regente. Hizo su ascensión el 25 de octubre de 1970 en Berkeley, California, y continúa ocupando ese cargo desde el estado ascendido.