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♦ Chamuel y Caridad, arcángeles del 3er. rayo

Chamuel y Caridad, arcángeles del 3er. rayo

El Chamuel, cuyo nombre significa “el que busca a Dios”, y su complemento divino, la arcangelina Caridad, prestan servicio en el tercer , del amor divino, y tienen un etérico sobre St. Louis (Missouri), el Templo de la Llama Rosa Cristalina. Un arco de amor divino forma un puente entre este retiro y el de los del tercer rayo, Heros y Amora, en el reino etérico, cerca del lago Winnipeg, en Manitoba (Canadá).

Junto con sus legiones de es de llama rosa, Chamuel y Caridad sirven en la expansión de la llama de la adoración y del amor divino en el corazón de hombres y . La alegría del Cristo y el uso adecuado de los poderes creativos de la Divinidad son el punto fuerte de su enseñanza.

Chamuel es el arcángel que emitió el edicto que confundió las lenguas de los que intentaban construir la torre de Babel, erigida por Nimrod para la gloria de Nimrod. El del juicio del SEÑOR descendió a través de Chamuel, y en un instante las gentes empezaron a hablar en lenguas distintas Todo se volvió un caos, y el miedo se convirtió en ira, ira contra el SEÑOR y su ángel vengador. Como las personas ya no podían comunicarse unas con otras, no podían conspirar para hacer el mal, y la confusión de lenguas evitó el rápido esparcimiento de las maldades de la sociedad. De esta manera el amor de Dios mantiene separados a los hombres hasta que estén perfeccionados en el amor.

Nimrod era un ángel rebelde cuya ambición era controlar el mundo. Los ángeles rebeldes en altos puestos son un hecho en la vida del planeta Tierra. Han estado aquí desde que perdieron la guerra en el cielo y el arcángel y sus legiones los arrojaron a la Tierra. Se mueven entre nosotros con cuerpos físicos que con frecuencia son más grandes que el promedio de los sees humanos. Los arcángeles, para defender a los hijos de luz, aún están en guerra con los ángeles caídos. Podemos enrolarnos en sus legiones al defender la causa de los niños, los pobres, los que no tienen hogar y todos los que sufren bajo el yugo de su así como de la tiranía de los .

Dependiendo de su asignación, las legiones de Chamuel y Caridad pueden aparecerse con toda la parafernalia de batalla o en vestidos ceremoniales. Se pueden presentar con la ternura de la para confortar a la vida. A veces van ataviados con lo que parecen capas de delicada gasa rosa o de los colores más intensos del rosa y el rayo rubí; en realidad son capas de finísimas.

Los arcángeles Chamuel y Caridad nos enseñan a desarrollar las cualidades de la misericordia, la compasión y la bondad para con los demás. Nos enseñan a sustituir nuestro sentido de injusticia con una confianza absoluta en la resolución suprema del amor divino. Nos enseñan a intensificar la llama del amor en el corazón y a prepararnos para el descenso del a nuestro templo. Cuando ofrecemos devociones y servicio a Dios en su nombre, ellos pueden curar las capas de nuestra aura.

Chamuel y Caridad nos dicen:

Cada vez que hacéis decretos de , cantáis las canciones de alabanza al Todopoderoso y eleváis oraciones sinceras, los ángeles tienen permitido llevarse de vuestra y vuestro cuerpo algunas de vuestras cargas.

Si nos invitáis, iremos a vuestra casa. Os ayudaremos con las situaciones familiares difíciles. Nos ocuparemos de la carga más pesada para vuestro corazón. Incluso os ayudaremos a encontrar empleo, ¡o un aparcamiento! Haremos cualquier cosa que nos pidáis, siempre y cuando sea lícito a los ojos de Dios.

© Summit University Press

 

Beloved Chamuel and Charity

 

BELOVED CHAMUEL AND CHARITY
Archangel and Archeia of the Third Ray
 

O come, belov’d Archangel of Love

Stand in our midst today

Beloved Chamuel!

O Lord of heaven’s Third Ray

O Lord of heaven’s Third Ray.

 

O Charity, belov’d complement

Twin flames from heaven sent

Beloved Charity!

Pink flame of majesty

Pink flame of majesty.

 

Refrain:

O come, flaming cherubim, seraphim

Who abide in the fires of creation

Who abide in the fires of creation.

 

Raise thy flaming sword on high

Cherubs gather now in the sky

Our hearts expand with gentle love

Enfolding love, adoring love

Holy Spirit, caress with tenderness

And each one bless.

 

Refrain:

O come, flaming ones from the

Great Central Sun

Who abide in the fires of creation

Who abide in the fires of creation.

 

Take, O take my hand and heart

Feel the love I to you impart

For life is love and love alone

And for mortal error it doth atone

And raise you in redemption’s name

Out of the realm of human pain

To behold once again the Light of God

And his true love!

All this I AM

All this ye shall be!

 

Coda:

Ye shall be Love!

Ye shall be Light!

Ye shall be Life!

 

It is done!

 

AMADOS CHAMUEL Y CARIDAD
Arcángel y Arcangelina del Tercer Rayo
 

¡Oh, ven, amado arcángel de Amor

permanece entre nosotros hoy,

amado Chamuel!

¡Oh, Señor del Tercer Rayo del cielo!

¡Oh, Señor del Tercer Rayo del cielo!

 

¡Oh, Caridad, amado complemento!

Llamas gemelas del cielo enviadas.

¡Amada Caridad!

Rama rosa esplendorosa,

rama rosa esplendorosa!

 

Refrán:

¡Oh, venid, llameantes querubines, serafines

que habitáis en los fuegos de la creación,

que habitáis en los fuegos de la creación!

 

Alzad vuestra flamígera espada hacia lo alto.

Querubines, reuníos ahora en el cielo,

expandid nuestro corazón con suave amor,

envolvente amor, ferviente amor.

Espíritu Santo, acarícianos con ternura

y a cada uno bendice.

 

Refrán:

¡Oh, venid, flamígeros seres del

Gran Sol Central

que habitáis en los fuegos de la creación,

que habitáis en los fuegos de la creación!

 

Tomad, ¡oh! tomad mi mano y corazón,

sentid el amor que os comunico

porque la vida es amor y amor solo,

y el error mortal expía

y os eleva en nombre de la redención,

fuera del ámbito del dolor humano

para contemplar otra vez la Luz de Dios

y Su verdadero amor!

¡Todo estoy YO SOY,

todo esto seréis!

 

Coda:

¡Seréis Amor!

¡Seréis Luz!

¡Seréis Vida!

 

¡Hecho está!

 

© The Summit Lighthouse

 

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Jerarca de las huestes angelicales; el rango más alto entre las órdenes de ángeles. Para cada uno de los siete rayos hay un arcángel que lo preside y que personifica, junto con una arcangelina (su complemento divino), la conciencia divina del rayo y dirige a las bandas de ángeles que bajo su mando prestan servicio en ese rayo. Para sus nombres, rayos y ubicación de sus retiros véase Tabla de los ocho rayos .
Haz de luz o de otra energía radiante. Los rayos son las emanaciones de luz de la Divinidad que, cuando se invocan en el nombre de Dios o en el nombre del Cristo, prorrumpen como una llama en el mundo del individuo. Los rayos pueden ser proyectados por la conciencia divina de seres ascendidos o no ascendidos a través de los chakras y del tercer ojo como una concentración de energía que asume numerosas cualidades divinas, como amor, verdad, sabiduría, curación, etc. Haciendo mal uso de la energía de Dios, los practicantes de magia negra proyectan rayos que tienen cualidades negativas, tales como rayos mortales, rayos de sueño, rayos hipnóticos, rayos de enfermedad, rayos psicotrónicos, el mal de ojo, etc. Véase Tabla de los ocho rayos .
El retiro de un maestro es su hogar de luz, su templo y su lugar de servicio. Los retiros son focos de la Gran Hermandad Blanca localizados principalmente en el plano etérico, que es donde presiden los maestros ascendidos. Los retiros anclan una o más de las llamas de la Divinidad así como el moméntum de servicio de los maestros y su realización espiritual para el equilibrio de la luz en los cuatro cuerpos inferiores de un planeta y sus evoluciones. Cumplen múltiples funciones para los consejos de la jerarquía que sirven a las ondas de vida de la tierra y algunos retiros están abiertos para individuos no ascendidos, cuya alma puede viajar a estos focos en su cuerpo etérico entre una encarnación y otra en la tierra, o en su cuerpo sutil durante el sueño o samadhi.

     Muchos de los retiros de los maestros, incluyendo sus escuelas de misterios, estuvieron en el plano físico durante las primeras eras de oro de la tierra e incluso después de la Gran Rebelión y la Caída de los ángeles caídos. Ante la destrucción y la profanación de sus templos, los maestros retiraron sus centros y sus llamas al plano etérico, de ahí el término “retiro”. Después de la ascensión del mensajero Mark L. Prophet el 26 de febrero de 1973, los Señores del Karma dieron otra oportunidad a los hijos de Dios de saldar su karma asistiendo a las clases en los retiros de los siete chohanes, el Maha Chohán y los Instructores del Mundo. El primero de enero de 1986, Gautama Buda y los Señores del Karma respondieron a la petición de los Señores de los Siete Rayos de abrir las universidades del Espíritu que se encuentran en sus retiros etéricos a decenas de miles de estudiantes para proseguir sistemáticamente el camino de la automaestría en los siete rayos. Los estudiantes viajan en su cuerpo sutil durante el sueño y pasan catorce días en el retiro de cada uno de los chohanes y del Maha Chohán. Véase Tabla de los ocho rayos.

(plural del hebreo Eloha, “Dios”). El nombre de Dios empleado en el Antiguo Testamento cerca de 2,500 veces con el significado de “El Poderoso” o “El Fuerte”. Elohim es un sustantivo uniplural que hace referencia a las llamas gemelas de la Divinidad que componen el “Divino Nosotros”. Cuando se habla específicamente de la mitad masculina o de la mitad femenina se conserva la forma plural porque se entiende que una parte del Todo Divino contiene y es el Yo andrógino (el Divino Nosotros). Los siete poderosos Elohim y sus contrapartes femeninas son los constructores de la forma; de ahí que Elohim sea el nombre de Dios usado en el primer versículo de la Biblia: “En el principio creó Dios los cielos y la tierra” (Génesis 1:1). Los cuatro seres de los elementos (las Cuatro Fuerzas Cósmicas) sirven directamente bajo los Elohim y tienen dominio sobre los elementales: gnomos, silfos, salamandras y ondinas.

     Los siete poderosos Elohim son “los siete Espíritus de Dios” nombrados en el Apocalipsis (4:5) y las “estrellas matutinas” que cantaron juntas en principio, tal como el SEÑOR se las reveló a Job (Job 38:7). Hay también cinco Elohim que rodean el núcleo de fuego blanco del Gran Sol Central. En el orden de la jerarquía, los Elohim y los seres cósmicos son portadores de la mayor concentración y de la más alta vibración de luz que podamos percibir en nuestro estadio de evolución. Junto con los cuatro seres de la naturaleza, sus consortes y los constructores elementales de la forma, representan el poder del Padre como Creador (el rayo azul). Los siete arcángeles y sus complementos divinos, los grandes serafines, los querubines y las huestes angelicales representan el amor de Dios en la ardiente intensidad del Espíritu Santo (el rayo rosa). Los siete chohanes de los rayos y todos los maestros ascendidos, junto con los hijos e hijas de Dios no ascendidos, representan la sabiduría de la ley del Logos en la función del Hijo (el rayo amarillo). Estos tres reinos forman una triple manifestación y trabajan equilibradamente para desacelerar las energías de la Trinidad. Entonar el sonido sagrado “Elohim” libera el tremendo poder de la percepción de sí mismos como Dios, desacelerada para que la usemos en santidad por mediación del Cristo Cósmico.

     Para los nombres de los siete Elohim, los rayos en los que prestan su servicio y la ubicación de sus retiros etéricos, véase Tabla de los ocho rayos .

Apocalipsis 3:1; 4:5; 5:6

Espíritu divino, heraldo, precursor o mensajero enviado por Dios para comunicar Su Palabra a Sus hijos. Espíritu ministrante enviado para asistir a los herederos del Cristo, para confortar, proteger, guiar, fortalecer, enseñar, aconsejar y prevenir. Cohortes de la luz al servicio de los seres crísticos, los hijos e hijas de Dios, por todo el cosmos. Un “ángulo” de la conciencia de Dios –un aspecto de Su Autoconciencia; un ser formado por Dios a partir de Su propia llameante Presencia para asistir a la Vida en la forma. “Y de sus ángeles dijo: El que hizo a sus ángeles espíritus, y a sus ministros llama de fuego.” Las huestes celestiales comprenden una evolución que se diferencia de la humanidad por su llameante individualidad y la pureza de su devoción a la Deidad y a los arcángeles jerarcas bajo cuyo mando prestan servicio. Su función es concentrar, acelerar y amplificar los atributos de Dios en beneficio de Su creación. Atienden las necesidades de los hombres atrayendo luz hacia su aura, intensificando los sentimientos de esperanza, fe y caridad, honor, integridad, valor, verdad y libertad, misericordia y justicia, y todo aspecto de la claridad cristalina de la Mente de Dios. Debido a la sacralidad de su presencia invisible, el autor del Libro de Hebreos dijo: “No olvidéis la hospitalidad, porque algunos, sin saberIo, hospedaron ángeles.” Con lo que abunda en el hecho de que los ángeles sí encarnan y andan entre nosotros como nuestros mejores amigos y auxiliadores, aun cuando sean unos perfectos extraños.

     Metafóricamente hablando, los ángeles son electrones que giran alrededor de la Presencia Solar que es Dios, electrones que han elegido, por Su voluntad innata en ellos, expandir Su conciencia en todos los planos de la existencia; que han sido “cargados” de la luz/energía/conciencia del Gran Sol Central para ser “electrodos”, esto es, pilares de la ardiente presencia de Dios que operan como “transformadores de desaceleración” de la Luz inefable, para que Sus hijos puedan recibir una porción de esperanza de la gloria que ha de venir en medio de la noche oscura de su situación kármica en la tierra. Los ángeles pueden adquirir forma humana o de “bastoncillos” y “conos” o espirales y rollos de energía concentrada que puede ser liberada para la curación personal y planetaria, en respuesta al llamado de los seres crísticos, literalmente como una transfusión del Cuerpo y la Sangre del Cristo Cósmico dondequiera y cuandoquiera que se necesite. Hay ángeles de curación, de protección, amor, consuelo y compasión, ángeles que asisten en los ciclos de nacimiento y muerte, ángeles del Ojo Omnividente de Dios que esgrimen la espada llameante de la Verdad para separar de tajo lo real de lo irreal. Hay tipos y órdenes de ángeles que realizan servicios específicos en la jerarquía cósmica, como los serafines y los querubines, o los ángeles devas que sirven con los espíritus de la naturaleza y los elementales del fuego, el aire, el agua y la tierra. Véase ángeles caídos.

Seres de la tierra, el aire, el fuego y el agua; espíritus de la naturaleza que son los siervos de Dios y el hombre en los planos de la Materia para el establecimiento y sostenimiento del plano físico como plataforma para la evolución del alma. A los elementales que sirven al elemento fuego se les llama salamandras; a los que sirven al elemento aire, silfos; a los que sirven al elemento agua, ondinas; a los que sirven al elemento tierra, gnomos. Véase elemental del cuerpo, Elohim.

El rayo rubí es un intenso amor, sagrado, que se desarrolla a través del sendero del sacrificio, la renuncia, la abnegación y el servicio para enaltecer a la vida sensible. El rayo rubí activa el primer rayo secreto y eventualmente los cinco rayos secretos. Es el fuego rubí del más elevado amor el que aniquila la ignorancia y el mal.

Jerarquía del Rayo Rubí

Jesucristo, el Señor Maitreya, Gautama Buda y Sanat Kumara son los iniciadores en el rayo rubí y sostienen los cargos de los jerarcas de los cuatro cuadrantes. Estos cargos (personificados por las Cuatro Fuerzas Cósmicas) se mencionan en Ezequiel 1:10 y en Apocalipsis 4:7 como el León, el Becerro (buey), el Hombre y el Águila Volando.

En el diagrama del Reloj Cósmico, el Señor Maitreya representa al Padre en la línea de las 12 (el cuadrante etérico), en el cargo del León; el Señor Gautama representa al Espíritu Santo en la línea de las 9 (el cuadrante físico), en el cargo del Becerro; Jesucristo representa al Hijo en la línea de las 3 (el cuadrante mental), en el cargo del Hombre; y Sanat Kumara representa a la Madre Divina en la línea de las 6, en el cargo del Águila Volando.

El sendero del rayo rubí

El sendero del rayo rubí es el sendero del sacrificio, la abnegación, el servicio y la renuncia. Estos cuatro preceptos (las cuatro “s” en inglés: sacrifice, selflessness, service y surrender) son la llave para el equilibrio de la llama trina en los cuatro cuadrantes: fuego, aire, agua y tierra, que representan a los cuatro cuerpos inferiores: etérico, mental, emocional y físico.

(“el que es como Dios”). Arcángel del primer rayo, Príncipe de los Arcángeles, el primero entre sus pares a quien todos los demás arcángeles y sus legiones rinden pleitesía. Conocido como el Defensor de la Fe, el Paladín de la Mujer y Su Simiente y el Líder en la Batalla de Armagedón, que viene en defensa de la conciencia crística en el pueblo de Dios. Su intercesión por los hijos de Dios en esta era está profetizada en Daniel 12:1: “Y en aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que está por los hijos de tu pueblo; y será tiempo de angustia, cual nunca fue después que hubo gente hasta entonces: mas en aquel tiempo será libertado tu pueblo, todos los que se hallaren escritos en el libro.”

(sánscrito: “acto, acción, obra”). El karma es energía/conciencia en acción; la ley de causa y efecto y retribución. Llamada también ley del círculo, que decreta que cualquier cosa que hagamos completará un círculo y regresará a nuestra puerta para resolución. Pablo dijo: “Todo lo que el hombre sembrare, eso también segará.” Newton observó: “Para toda acción hay una reacción igual y opuesta.” La ley del karma requiere que el alma reencarne hasta que todos los ciclos kármicos se hayan saldado. Así, de una vida a la siguiente el hombre determina su destino por sus acciones, incluyendo sus pensamientos, sentimientos, palabras y obras. Saint Germain enseña el sendero acelerado de la transmutación del karma con la llama violeta del Espíritu Santo y trascendiendo las rondas de renacimiento a través del sendero de la cristeidad individual que conduce a la ascensión demostrada por Jesús.

Gálatas 6:7

Los que siguieron a Lucifer en la Gran Rebelión y cuya conciencia “cayó” por consiguiente a niveles más bajos de vibración y de conciencia, cuando, en cumplimiento de la ley, fueron “arrojados a la tierra” por el arcángel Miguel y obligados a asumir un cuerpo físico denso y evolucionar en él, debido al karma de su desobediencia a Dios y a Su Cristo y por haber blasfemado de Sus hijos. Aquí, como dijo Pedro, andan de un lado a otro en busca de almas, mentes o cuerpos que puedan devorar, plantando semillas de descontento y la rebelión luciferina entre los hombres y las naciones mediante la subcultura del rock y las drogas, los medios de comunicación y su babilonio culto de idolatría. Se les conoce con los diversos nombres de: caídos, luciferinos, Vigilantes, Néfilim, “gigantes en la tierra”, satánicos, serpientes, hijos de Bélial, entre otros. Véase Anticristo.

Salmos 104:4; Hebreos 1:7, 13:12; Apocalipsis 12:9; Génesis 6:1-7

Madre Divina, Madre Universal y Virgen Cósmica son otros tantos términos para designar la polaridad femenina de la Divinidad, la manifestación de Dios como Ma­dre. La Materia [inglés: Matter] es la polaridad femenina del Espíritu y los maestros ascendidos utilizan el término  alternadamente con Mater (latín: “madre”). En este contexto, todo el cosmos material se convierte en el vientre de la creación, hacia el cual el Espíritu proyecta las energías de la Vida. La Materia es, entonces, el vientre de la Virgen Cósmica, quien, como la otra mitad del Todo Divino, también existe en el Espíritu como polaridad espiritual de Dios.

Jesús mismo reconoció a Alfa y Omega como los más altos representantes del Dios Padre-Madre y con frecuencia se refirió a Alfa como Padre y a Omega como Madre. Quienes asumen la polaridad femenina de la conciencia después de su ascensión son maestras ascendidas. Junto con todos los seres femeninos (polarizados femeninamente) en las octavas de luz, son los focos de la llama de la Madre Divina para las evoluciones de la humanidad que se desarrollan en muchos sistemas de mundos. Sin embargo, siendo andróginos, todos los miembros de las huestes celestia­les son focos de cualquiera de los atributos masculinos o femeninos de la Divinidad a voluntad, pues ya han entrado en las esferas de la Totalidad Divina. Madre de la Llama (o Madre del Mundo). Cargo en la jerarquía que ocupan sucesivamente aquellas devotas no ascendidas designa­das por la Gran Hermandad Blanca para nutrir, o incubar, la llama de la Vida en toda la especie humana. En 1961, Clara Louise Kieninger fue nombrada primera Madre de la Llama de la Fraternidad de Guardianes de la Llama por Saint Germain. El 9 de abril de 1966, ese manto fue transferido a la mensajera Elizabeth Clare Prophet. En ese momento Clara Louise Kieninger se convirtió en la Madre de la Llama Regente. Hizo su ascensión el 25 de octubre de 1970 en Berkeley, California, y continúa ocupando ese cargo desde el estado ascendido.

La luz espiritual es la energía de Dios; el potencial del Cristo. Como personificación del Espíritu, el término “Luz” puede utilizarse como sinónimo de los términos “Dios” y “Cristo”. Como esencia del Espíritu es sinónimo de “fuego sagrado”. Es la emanación del Gran Sol Central y de la Presencia YO SOY individualizada, y la Fuente de toda vida. Es lo que enciende la chispa divina, porque la Luz verdadera alumbra a toda manifestación de Dios que debe descender a un mundo oscurecido. El portador de Luz es el que desplaza la Oscuridad, y la Luz de su Presencia YO SOY proviene de los reinos del Día Eterno.

Juan 1:7-9

La Tercera Persona de la Trinidad; la omnipresencia de Dios; las lenguas hendidas de fuego que focalizan a Dios Padre-Madre, también llamado el fuego sagrado; las energías de Vida que animan a un cosmos. En la Trinidad hindú de Brahma, Vishnu y Shiva, el Espíritu Santo corresponde a Shiva, conocido como el Destructor-Liberador porque su amor que todo lo consume, cuando se invoca en los planos de la Materia, ata a las fuerzas del mal y transmuta la causa y el efecto de las creaciones erróneas de los hombres, liberándolos de la prisión de su karma y de los seres oscuros que la habitan. El prana es la esencia del Espíritu Santo que ingerimos con el aliento del fuego sagrado a través de los chakras para nutrir a los cuatro cuerpos inferiores. El Espíritu Santo es el foco del equilibrio del Dios Padre-Madre en el núcleo de fuego blanco del ser. El exorcismo de los espíritus malignos y de las entidades impuras se realiza mediante el fuego sagrado del Espíritu Santo, en el nombre del Cristo y del YO SOY EL QUE YO SOY. Los nueve dones del Espíritu Santo son poderes que se otorgan a los siervos del Señor para atar a la muerte y el infierno y realizar Sus obras en la tierra.

La Persona y la Llama del Espíritu Santo es el Consolador que Jesús prometió que vendría cuando nuestro Señor nos dejara –a iluminarnos, a instruirnos y a hacernos recordar todas las cosas que el amado Jesús nos ha enseñado, tanto en la tierra como en el cielo. Cada vez que un hijo o hija de Dios asciende a la Presencia del YO SOY EL QUE YO SOY, el Espíritu Santo desciende para llenar el vacío y magnificar la Presencia del Señor en la tierra. Es éste el ritual del descenso del Espíritu Santo prometido por Jesús a sus discípulos cuando el Maestro dijo: “Permaneced en la ciudad de Jerusalén hasta que seáis dotados del poder de las alturas”, cosa que ocurrió en Pentecostés después del ascenso de Jesús al cielo.

El representante de la llama del Espíritu Santo para las evoluciones de la tierra es el maestro ascendido que ocupa el cargo de Maha Chohán . El Espíritu Santo es la Personalidad Impersonal de la Divinidad y está ubicada en el lado occidental de la Ciudad Cuadrangular. Véase Gráfica de tu Ser Divino.

1 Corintios 12:4-11; Juan 14:16, 26; 16:7; Lucas 24:49, 51; Marcos 16-19; Hechos 2:1-4

Es un aspecto del séptimo rayo del Espíritu Santo. Es el fuego sagrado que transmuta la causa, el efecto, el registro y el recuerdo del pecado, es decir, del karma negativo. También se le denomina llama de la transmutación, de la libertad y del perdón. Cuando la llama violeta se invoca por medio de la ciencia de la Palabra hablada, produce cambios constructivos.
Emanación luminosa o campo “electromagnético” que rodea al cuerpo físico; equiparada a menudo al cuerpo astral. Halo o nimbo que se asocia a los santos, que se origina en el alma y en el arquetipo original del alma, y que refleja, según el uso del libre albedrío, los patrones celestiales o los patrones terrenales. La radiación característica de la vida sensible y de los objetos inorgánicos captada por la fotografía Kirlian. Aliento o atmósfera que rodea e interpenetra los cuatro cuerpos inferiores del hombre y sus chakrasen los cuales se registran las impresiones, los pensamientos, los sentimientos, las palabras y las acciones del individuo, incluyendo su karma y los registros de vidas pasadas. El círculo altamente cargado de fuego sagrado que rodea al Cristo, a un maestro ascendido, ángel, Elohim o ser cósmico, que se transfiere como una “gracia” a cualquiera que lo solicite. Corona espiritual. El llamado campo L (inglés: Life-field), capa astral/etérica, que rodea al hombre y a la vida orgánica y que regula y refleja la salud, la vitalidad y la longevidad del cuerpo físico u organismo. Véase El aura humana I, de Kuthumi, y El aura humana II, de Djwal Kul.