En el budismo Kuan Yin es reverenciada como la Salvadora compasiva, la de la Misericordia. Amada como una figura materna y divina mediadora, cercana a los asuntos cotidianos de sus devotos, el papel de Kuan Yin como madona budista ha sido comparado con el de María, la madre de , en Occidente. Por todo el Lejano Oriente los devotos buscan su guía y socorro en todas las facetas de la vida. Se pueden encontrar altares dedicados a Kuan Yin en templos, hogares y grutas al lado del camino.
El nombre Kuan Shih Yin, como a menudo se le llama, significa “la que está atenta, observa o escucha los sonidos del mundo”. Dice la leyenda que Kuan Yin estaba a punto de entrar en el cielo y se detuvo en el umbral cuando los llantos del mundo alcanzaron sus oídos.
Kuan Yin es reverenciada como protectora de las mujeres, los marineros, los comerciantes, los artesanos, los que se encuentran bajo acusación criminal y los que desean progenie. Existe una confianza implícita en la gracia salvadora y los poderes curativos de Kuan Yin. Muchos creen que incluso la simple recitación de su nombre la traerá instantáneamente a escena. El rosario de cristal de Kuan Yin contiene sus mantras y es un poderoso medio para invocar su intercesión.
Durante siglos Kuan Yin ha personificado el gran ideal del budismo mahayana en su papel como bodhisattva, literalmente “un ser de bodhi, o iluminación”, que está destinado a convertirse en un buda pero que ha renunciado a la beatitud del con el voto de salvar a todos los hijos de Dios. Kuan Yin ha hecho el voto del bodhisattva para trabajar con las evoluciones de este planeta y de este sistema solar y enseñarles el camino de las enseñanzas de los maestros ascendidos.
Kuan Yin era adorada en China antes del advenimiento del budismo y después fue adoptada por los budistas como una encarnación de (Padmapani). Los devotos invocan el poder de la bodhisattva y su intercesión misericordiosa con el Om mani padme hum, “¡Salve a la joya en el loto!”, o, como también ha sido interpretado, “¡Salve a Avalokiteshvara, que es la joya en el corazón del loto del corazón del devoto!”
Dice la leyenda que Avalokiteshvara nació de un de luz blanca que Amitabha, el Buda de Ilimitada, emitió de su ojo derecho mientras estaba sumergido en el éxtasis. Así, Avalokiteshvara, o Kuan Yin, es considerada el “reflejo” de —una emanación más o encarnación de maha karuna, gran compasión, la cualidad que Amitabha encarna. Los devotos creen que Kuan Yin, como redentora misericordiosa, expresa la compasión de Amitabha de una forma más directa y personal y que las plegarias que se le elevan reciben una respuesta más rápida.
Generalmente se cree que Kuan Yin encarnó como la tercera hija de Miao Chuang Wang, identificado con la dinastía Zhou y gobernante de un reino chino del norte hacia el año 700 a.C. Dice la leyenda que ella estaba decidida a dedicarse a una vida religiosa. Se negó a casarse a pesar de las órdenes de su padre y las súplicas de sus amigas. Al final, sin embargo, se le permitió la entrada en el Convento del Pájaro Blanco, en Lungshu Hsien. Allí, por órdenes de su padre, fue sometida a las tareas más degradantes, que de ninguna forma enfria-ron su ferviente amor por Dios.
Furioso por su devoción, su padre ordenó que fuera ejecutada, pero cuando la espada la tocó se rompió en mil pedazos. Su padre entonces ordenó que fuera asfixiada, pero cuando su alma abandonó el cuerpo y descendió al infierno ella lo transformó en paraíso. Llevada sobre una flor de loto a la isla de P’ootoo [Putuo, o Potala, sánscrito, “la isla donde vive el buda de la misericordia], cerca de Nimpo, vivió durante nueve años curando a los enfermos y salvando a los marineros naufragados. Se dice que una vez, cuando le dijeron que su padre había caído enfermo, se cortó la carne de los brazos y la utilizó como la medicina que le salvó la vida. En agradecimiento, él ordenó que se erigiera una estatua en su honor, encargando al artista que la representara con “brazos y ojos completamente formados”. El artista lo malinterpretó, sin embargo, y hasta el día de hoy Kuan Yin es representada algunas veces con “mil brazos y mil ojos”, siendo así capaz de ver y ayudar a las masas de su pueblo.
La asistencia de Kuan Yin es muy real y tan antigua como las montañas. El voto que hizo la bodhisattva de permanecer con la humanidad es una vocación sagrada. Sin embargo, ella nos advierte que no lo hagamos a no ser que comprendamos plenamente el servicio de estos seres dedicados:
Al ser uno con la vida entera somos conscientes de la vida en todas sus manifestaciones, desde la más elevada hasta la más baja. Esto es parte del ideal del bodhisattva, que forma parte de los que permanecen con la humanidad. Y hay una cantidad bastante grande de ellos en este planeta, aunque son pocos en comparación con los que siguen su camino de un vivir desenfrenado. Es una orden muy elevada y santa, y sugiero que penséis mucho en esta vocación antes de responder diciendo: “¡yo haré lo mismo!
Porque cuando las eras pasan y los hombres no se inmutan con la llama que sostenéis, recordad que podríais desear haber elegido otro camino, más fácil o más gratificante. Con el paso de los siglos, los miles de años y los ciclos, cuando los mismos individuos de quienes habéis cuidado con el poder de vuestra llama del corazón siguen involucrados en las mismas cosas del mundo, os veréis pidiendo a gritos a Dios: “¡Oh, SEÑOR, ¿cuánto cuánto tiempo tardará esta generación de dura cerviz en llegar al conocimiento de su divinidad y del amor al fuego sagrado que por tanto tiempo hemos sostenido?”
Kuan Yin representa las cualidades de la misericordia y la compasión para con las evoluciones de la Tierra. La llama de la misericordia es el medio por el cual el intercede por aquellos que han errado, que no pueden soportar todo el peso de la Ley, que exige una rápida recompensa por cada violación. La cualidad de la misericordia modera el retorno del de la humanidad, deteniendo la mano de la justicia hasta el momento en que las personas sean capaces de soportar, afrontar y conquistar su propia creación humana. Kuan Yin nos dice que
la misericordia es la cualidad del amor que suaviza las asperezas de la vida, que cura las heridas del , que repara las grietas de la mente y los sentimientos, que limpia los escombros del y el sentido de lucha antes que éstos se manifiesten en el como enfermedad, deterioro, desintegración y muerte.
La misericordia es el poder más fuerte del universo —dice Kuan Yin, porque— es el poder de la voluntad de Dios… El poder de la misericordia es la intensidad del amor que disolverá todo temor, toda duda, toda la contumacia y la rebelión en la raza… La misericordia de la Ley algunas veces es muy severa, pero es siempre paciente, siempre tolerante, y ve la llama en el corazón elevándose, elevándose, elevándose para encontrarse con el Cristo.
Kuan Yin nos recuerda:
cuando sintáis la necesidad de una mayor fortaleza, de iluminación, de mayor pureza y curación, recordad que todas estas cualidades os llegan desde el corazón de Dios gracias al poder de la propia llama de la misericordia. Porque con el perdón viene la renovada oportunidad de cumplir la Ley, y sin perdón poco se puede progresar.
Por consiguiente, para volver a caminar con Dios necesitamos el perdón. Cuando lo invoquemos, démonos cuenta de que nuestro es nuestro psiquiatra, nuestro psicólogo, nuestro ministro, nuestro sacerdote, nuestro rabino, nuestro amigo, aquel a quien debemos acudir diariamente para descargarnos, como hacían los indios norteamericanos. Ellos trazaban un círculo alrededor de la hoguera, de noche, y hablaban de los sucesos del día. Y todo lo que no les gustaba, lo echaban a las llamas. Es el mismo principio que ha sido enseñado en todas las religiones del mundo. Cuando lo ponemos en la llama, podemos irnos a la cama en paz. El insomnio muchas veces lo causa el no soltar nuestro karma diariamente, nuestras cargas cotidianas; y por tanto no estamos en paz con nosotros mismos ni con Dios.
Tenemos la necesidad de confesarnos, necesitamos decirle a Dios aquello que hemos hecho que no está de acuerdo con su Ley. Hasta que no se lo digamos y pidamos que su llama del perdón pase a través de nosotros, tendremos una sensación de culpabilidad, temor, vergüenza y, sobre todo, de separación de él. Hoy día esto es manifiesto en toda clase de enfermedades mentales y emocionales, personalidades divididas, odio hacia el padre y la madre, odio hacia los hijos y muchos otros problemas de los cuales es presa la sociedad moderna. El sendero de regreso al , al Cristo Interior, es pedir la ley del perdón.
El perdón es algo que debemos invocar no sólo para nosotros; necesitamos invocarlo para toda parte de la vida: para todos los que han sido injustos con nosotros y todos aquellos con quienes nosotros hemos sido injustos. nos enseña que cuando invocamos perdón debemos hacerlo con un intenso amor en el corazón. Necesitamos comunicarnos mutuamente que nos perdonamos y que estamos pidiendo perdón. Y es muestra de humildad decir: “He obrado mal y te pido a ti y a Dios que me perdonen.”
Cuando invocamos la ley del perdón, éste estalla en el aura como fuegos artificiales de color violeta, púrpura y rosa, disolviendo las condiciones desagradables que haya en nuestro mundo. Y comienza a intensificarse hasta que grandes esferas de energía salen de nuestro corazón e inundan el mundo. Podemos visualizar a un ser querido, a un niño, a un supuesto enemigo, a una figura política; podemos visualizar toda una ciudad, el gobierno, el país o el planeta entero dentro de esta brillante esfera de la llama de la misericordia, convirtiéndose en receptores de olas y más olas de este vino del perdón.
El perdón es una ley, y gracias a esta ley nuestros pecados son puestos de lado para darnos la oportunidad de desarrollar la .
El entrenamiento en la ley del perdón necesario —nos instruye Kuan Yin— porque ciertamente es la base de la … Perdonar no es saldar el karma; es apartar el karma para que recibáis la libertad en una renovada creatividad para conquistar, para avanzar, para corregir las cosas esa pesada carga, ese peso del pecado. Y cuando lleguéis al punto en que tengáis mayor realización espiritual, entonces, en concordancia con la ley del perdón, ese karma que fue apartado se os devuelve. Y en vuestro estado elevado de conciencia en el plano de la automaestría, rápidamente seréis capaces de poner en la llama esa sustancia para que sea transmutada y proseguir vuestra elevada vocación.
Existe una diferencia entre el perdón de los pecados y su transmutación. Alguien podría robarnos el bolso y después decir que siente haberlo hecho. Podemos perdonar a la persona, pero el asunto no está cerrado, kármicamente hablando, hasta que devuelva el bolso con todo el dinero intacto o hasta que realice alguna restitución necesaria. El perdón no es saldar el karma sino dejarlo de lado para que tengamos libertad para corregir las cosas sin esa pesada carga del pecado.
Los cimientos del de la vida abundante o de la son el perdón Es la resolución de la armonía entre todas las partes de Dios. Es una intensa acción de amor de la llama de la libertad. Las energías de la , las energías de Dios, son siempre latentes, siempre se mueven, y están transmutando los registros del . El perdón es el cumplimiento de la ley de Isaías: “Si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana.” [Isaías 1:18]
Si esperamos recibir perdón, entonces debemos estar listos para perdonar setenta veces siete, como enseñó el maestro Jesús.
En las cosas pequeñas y en las grandes la humanidad es puesta a prueba —dice Kuan Yin— y el fanatismo que queda en la conciencia de algunos también es una falta de perdón. Los que no pueden perdonar a su prójimo porque no piensan o veneran como ellos, ésos tienen la dureza de corazón que encasilla la llama del amor y también impide el flujo de la sabiduría.
La misericordia de la ley es como una calle de dos sentidos. Es la señal que enviamos a Dios y la señal que Él devuelve. Una calle de dos sentidos significa el toma y daca con Dios. Si esperamos misericordia de Dios, entonces debemos ofrecer misericordia a toda parte de la vida. El cumplimiento de la ley de la misericordia debe ser para la liberación suprema de todas las almas. Así, al perdonar a la vida, la vida nos perdona a nosotros.
Una y otra vez todos hemos oído el clisé: “Lo pasado, pasado está ¡Perdonar es olvidar!” Esto es muy cierto, porque si aún podemos resucitar el recuerdo de una injusticia cometida contra nosotros no hemos perdonado de verdad. Para perdonar, el registro y el recuerdo deben ser disueltos de nuestra conciencia. Kuan Yin nos dice que si esto no es así, no sólo no hemos perdonado de verdad, sino que
habéis endurecido vuestro corazón. Habéis almacenado el registro como una ardilla con sus nueces en lo profundo del subconsciente. En lo profundo del , habéis almacenado el registro de esa injusticia. No la habéis soltado para ponerla en la llama. No habéis estado dispuestos a soltar y a dejar que Dios sea libre de expresarse en aquellos que han sido injustos con vosotros, en aquellos con quienes vosotros habéis sido injustos.
Una de las mejores formas de llevar a cabo este “perdonar y olvidar” totalmente es mediante el uso de la ciencia de la Palabra hablada, acompañada de visualizaciones, en un mantra de perdón escrito por en sus “Decretos de Corazón, Cabeza y Mano”
Heart, Head and Hand Decrees - Forgiveness
Forgiveness
I AM Forgiveness acting here,
Casting out all doubt and fear,
Setting men forever free
With wings of cosmic Victory.
I AM calling in full power
For Forgiveness every hour;
To all life in every place
I flood forth forgiving Grace. [6x]
Perdón
YO SOY el Perdón aquí actuando,
arrojando toda duda y temor,
a los hombres para siempre liberando
con alas de Victoria cósmica.
YO SOY invocando con pleno poder
el Perdón en todo momento;
a toda vida en todo lugar
inundo con la Gracia del Perdón. [6x]
Al hacer esta oración diariamente podemos visualizar las llamas de la misericordia, que son de un hermoso color rosa-violeta, envolviéndonos y eliminando la causa y el núcleo de muchos errores del pasado. Es posible experimentar una gran sensación de alivio de las cargas que tal vez hayamos estado llevando durante siglos cuando pidamos el perdón de nuestros pecados —incluso aquellos de los que quizá no estemos consciente en esta encarnación— y luego verdaderamente aceptar la gracia y el perdón de Dios que Él nos brinda a través del regalo de Su llama violeta transmutadora.
El color violeta tiene muchas tonalidades, que van desde el rosa orquídea de la llama de la misericordia, que contiene una mayor saturación del rayo rosa del amor de Dios, hasta la llama de un púrpura oscuro que encarna más el azul de la voluntad de Dios. La llama púrpura posee una mayor acción electrónica purificadora, la cual, cuando se utiliza alternativamente con los decretos verdes de curación, purificará y curará efectivamente los , especialmente el cuerpo etérico (el cuerpo de la memoria) de los registros del pasado que puedan estar enterrados en lo profundo del subconsciente. Para invocar esta llama, tomemos cualquier decreto de llama violeta y sustituyamos la palabra “púrpura” por “violeta”. Muchas veces es más difícil penetrar en el cuerpo etérico que en cualquier otro de los cuerpos inferiores, por eso la repetición de un mantra treinta y seis veces puede resultar muy eficaz en la limpieza de antiguos registros de s del pasado.
Kuan Yin nos recuerda otra faceta de la llama de la misericordia cuando nos dice:
Por muchos de vosotros he suplicado ante los la oportunidad de encarnar íntegros, de no tener que recibir en lo físico el gran karma de estar lisiados y ciegos al nacer que algunos de vosotros habéis merecido. He intercedido con la llama de la misericordia por vosotros para que podáis buscar, con la libertad de una mente y un cuerpo sanos, la luz de la Ley. Algunos a los que los Señores del Karma han negado esa misericordia se encuentran hoy en instituciones para enfermos mentales; para ellos era apropiado la experimentación de la agonía de la ausencia de la presencia de la , para que pudieran saber qué significa profanar esa mente, para que pudieran regresar en otra vida y apreciar el don de la razón, el don de buscar la Santa Encarnada por el poder del .
Vosotros no comprendéis cuánto ha estado en juego en vuestra propia vida porque la llama de la misericordia ha estado disponible para vosotros. Habéis pedido y Dios ha contestado, y a través de mi corazón y mis manos la misericordia ha fluido. Digo esto para que podáis tener también la sabiduría de entender que cuando la misericordia se ha concedido por un tiempo se espera de vosotros que entreguéis los frutos de la misericordia, siguiendo las obras del SEÑOR y el camino de la sabiduría.
La bodhisattva Kuan Yin es conocida como la Diosa de la Misericordia porque encarna las cualidades divinas de la misericordia, la compasión y el perdón. Ella presta servicio en el como representante del séptimo rayo (el rayo violeta). También ocupó el cargo de del séptimo rayo durante dos mil años hasta que Saint Germain lo asumió a finales del siglo XVIII.
Kuan Yin ascendió hace miles de años y ha hecho el voto del bodhisattva de servir al planeta Tierra hasta que todas sus evoluciones sean libres. Desde su retiro etérico, el Templo de la Misericordia, situado sobre Pekín (Beijing, China), ella sirve a las almas de la humanidad enseñándoles a saldar su karma y a cumplir su plan divino mediante el servicio amoroso a la vida y la aplicación de la llama violeta.
La llama de Kuan Yin es del color de las orquídeas, el rosa del amor divino atenuando el azul de la voluntad de Dios. Su flor es un loto rosa y violeta; el centro, siendo rosa, es como la llama de la misericordia, volviéndose de un violeta más y más intenso en la periferia.
© Summit University Press
Sunder unreality
Aparta la irrealidad
Sunder unreality
O mercy’s flame of thee!
Revere our pure Reality
And set each soul now free!
The flame begins to change the form
From captive to released
And drops of Life’s great mercy flame
Infuse the soul with peace!
Aparta la irrealidad
¡oh, llama de la misericordia tuya!
Venera nuestra pura Realidad
¡y libera ahora a toda alma!
¡La llama comienza a cambiar de forma
de cautiva a liberada
y gotas de la gran llama misericordiosa de la Vida,
infunden paz al alma!
The love of God inflames the heart
The soul does mold the form
As Wisdom beams the Spirit-sparks
That make each one reborn.
I AM the servant of the poor
The guardian of the pure
My name is Mercy by the Lord
Whose grace let all adore!
El amor de Dios enardece el corazón,
el alma moldea la forma
cuando la Sabiduría irradia chispas del Espíritu
que hace a todos renacer.
YO SOY el servidor de los pobres
el guardián de los puros.
¡Mi nombre es Misericordia del Señor
cuya gracia que todos adoren!
© The Summit Lighthouse
(sánscrito: “ser de bodhi o iluminación”). Un ser destinado a la iluminación, o cuya energía y poder están dirigidos a la iluminación. Un bodhisattva está destinado a convertirse en un buda pero ha pospuesto la bendición del nirvana por su voto de salvar a todos los hijos de Dios en la Tierra. Un maestro ascendido o un maestro no ascendido pueden ser bodhisattvas. En la escuela del budismo Mahayana, convertirse en bodhisattva es la meta del sendero de iniciación.
El sendero del bodhisattva se divide generalmente en diez etapas, llamadas bhumis. El bodhisattva se esfuerza para progresar de una etapa a la siguiente hasta que obtiene la iluminación.
[La meta de la vida según las filosofías hindú y budista: el estado de liberación de la rueda de renacimientos mediante la extinción de los deseos.]
Leyendas de la escuela de budismo Mahayana cuentan que "nació" de un rayo de luz blanca emitido por el ojo derecho de Amithaba mientras estaba en éxtasis.
Se le representa con mil brazos y varios ojos, manos y cabezas.Véase Kuan Yin.
Fórmula mística o invocación; palabra o combinación de palabras que se consideran sagradas, a menudo en sánscrito, que se recita o canta con el fin de intensificar la acción del Espíritu de Dios en el hombre; forma de oración que consiste en una palabra o grupo de palabras que se canta una y otra vez para atraer un aspecto particular de la Deidad o de un ser que materializa ese aspecto de la Deidad. Según la tradición hindú, los sabios que recibieron los mantras por inspiración divina eran capaces de escuchar los tonos fundamentales del universo. Véase decreto.
[Definición del hinduismo: “mantra significa ‘instrumento para pensar’, es una herramienta utilizada para transformar la mente. En la práctica, un mantra es un sonido, palabra o frase sagrados que se pueden recitar en voz alta, en voz baja o mentalmente. Aunque se expresa físicamente como sonido, la verdadera esencia de un mantra es la vibración insonora de la energía divina integrada en él. Un mantra trabaja con una mente enfocada y llevando la atención hacia el interior; progresivamente conducirá a niveles de conciencia más elevados y más sutiles.”]
La luz espiritual es la energía de Dios; el potencial del Cristo. Como personificación del Espíritu, el término “Luz” puede utilizarse como sinónimo de los términos “Dios” y “Cristo”. Como esencia del Espíritu es sinónimo de “fuego sagrado”. Es la emanación del Gran Sol Central y de la Presencia YO SOY individualizada, y la Fuente de toda vida. Es lo que enciende la chispa divina, porque la Luz verdadera alumbra a toda manifestación de Dios que debe descender a un mundo oscurecido. El portador de Luz es el que desplaza la Oscuridad, y la Luz de su Presencia YO SOY proviene de los reinos del Día Eterno.
Juan 1:7-9
Se dice que Amitabha, una figura amada a los ojos de los budistas que desean renacer en su Paraíso Occidental y obtener la liberación de la rueda del renacimiento, es, en un sentido místico o espiritual, el padre de Kuan Yin. Leyendas de la escuela de budismo Mahayana cuentan que Avalokitesvara, la representación masculina de Kuan Yin, nació de un rayo de luz blanca emitido por Amitabha desde su ojo derecho mientras se encontraba en éxtasis.
Así que este último es considerado un “reflejo” de Amitabha, una emanación más o encarnación de maha karuna (gran compasión), que Amitabha personifica en el más alto sentido. Muchas figuras de Kuan Yin pueden ser identificadas por la presencia de una imagen pequeña de Amitabha en la coronilla.
(griego: Christos, “ungido”). Mesías (hebreo y arameo: “ungido”); “el Ungido”, aquel que es investido e infundido o ungido de la luz (el Hijo) de Dios. La Palabra, el Logos, la Segunda Persona de la Trinidad: “Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad… Aquél era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre que viene al mundo. En el mundo estaba, y el mundo fue hecho por él y el mundo no le conoció.” En la Trinidad hindú de Brahma, Vishnu y Shiva, el término “Cristo” corresponde a la encarnación de Vishnu, el Preservador; avatara, hombre Dios, el que despeja la oscuridad, guru.
El Cristo Universal es el mediador entre los planos del Espíritu y los planos de la Materia; personificado como el Santo Ser Crístico, es el mediador entre el Espíritu de Dios y el alma del hombre. El Cristo Universal sostiene el nexo (el flujo en forma de ocho) de la conciencia a través del cual las energías del Padre (Espíritu) pasan a sus hijos para la cristalización (inglés: Christ-realization: realización crística) de la Llama de Dios por el esfuerzo de su alma en el vientre cósmico (la matriz) de la Madre (Materia). A este proceso se le llama materialización (inglés: Mater-realization: realización en la Materia), “El Descenso”. El proceso por el cual las energías de la Madre aglutinadas en el alma pasan a través del nexo de la conciencia crística hacia el Padre es la aceleración llamada espiritualización (inglés: Spirit-realization: realización en el Espíritu), “El Ascenso”. Otro nombre que se le da al proceso mediante el cual la energía del alma regresa de la Materia al Espíritu es sublimación (inglés: sublimation: sublime action: acción sublime) o transmutación. Siendo ya una con el Hijo, el alma experimenta la consumación de este proceso como la ascensión, la unión con el Espíritu de la Presencia YO SOY, el Padre. La ascensión es el cumplimiento en el cielo de la promesa de Jesús en la tierra: “En aquel día vosotros conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros… El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos con él morada.”
La fusión de las energías de la polaridad positiva y negativa de la Divinidad en la creación ocurre a través del Cristo Universal, el Logos sin el cual “nada de lo que es fue hecho”. El flujo de luz del macrocosmos hacia el microcosmos, del Espíritu (la Presencia YO SOY) al alma y de regreso siguiendo la espiral en forma de ocho, se cumple a través de este bendito Mediador que es Cristo, el SEÑOR, la verdadera encarnación del YO SOY EL QUE YO SOY. Ya que Jesús es esa Palabra encarnada, puede decir: “El YO SOY es [el YO SOY en mí es] la Puerta Abierta [al cielo y a la tierra] que ningún hombre puede cerrar”, y “Todo el Poder me es dado [a través del YO SOY en mí] en el cielo y en la tierra”, y también “He aquí, YO SOY [el YO SOY en mí está] vivo por siempre –como Arriba, así abajo– y tiene las llaves del reino de los cielos y las llaves de la muerte y el infierno, y a quienquiera que el Padre quiera yo se las doy, y son dadas en su nombre”. Esto que aún hoy afirma el maestro ascendido Jesucristo también lo afirma para nosotros nuestro Santo Ser Crístico. Así, el Cristo Universal del Hijo único y de los muchos efectivamente mediatiza la Presencia del YO SOY hacia nosotros a través de nuestro propio y amado Santo Ser Crístico. Ésta es la verdadera comunión con el Cristo Cósmico cuyo Cuerpo (Conciencia) fue “partido”, compartido, individualizado para cada hijo del corazón del Padre. Los Hijos de Dios son depositarios de la Máxima Luz para los que aún son criaturitas en Cristo.
El término “Cristo” o “ungido del Cristo” también denota un cargo en la jerarquía que ocupan los que han alcanzado la automaestría en los siete rayos y los siete chakras del Espíritu Santo. La maestría crística incluye equilibrar la llama trina (los atributos divinos de poder, sabiduría y amor) para la armonización de la conciencia y la implementación de la maestría de los siete rayos en los chakras y en los cuatro cuerpos inferiores mediante la Llama de la Madre (la kundalini elevada). En la hora designada para la ascensión, el alma así ungida eleva la espiral de la llama trina desde abajo de los pies, pasando por toda la forma, para la transmutación de todo átomo y célula de su ser, conciencia y mundo. La saturación y la aceleración de los cuatro cuerpos inferiores y el alma mediante esta luz transfiguradora de la llama crística ocurre en parte durante la iniciación de la transfiguración, se incrementa con la resurrección y adquiere plena intensidad durante el ritual de la ascensión.
El Ser Crístico individual, el Cristo personal, es el iniciador de toda alma viviente. Cuando el individuo pasa estas diversas iniciaciones en el sendero de la cristeidad, incluyendo “dar muerte al morador del umbral”, se gana el derecho a que se le llame ungido del Cristo así como hijo o hija de Dios. Hay quienes, en eras pasadas, se ganaron semejante título y comprometieron esa culminación o no lograron manifestarla en encarnaciones subsiguientes. En esta era el Logos los requiere para que manifiesten su maestría divina interna y la perfeccionen en el plano físico mientras están en encarnación física. Por lo tanto, para asistir a los hijos e hijas de Dios en hacer que su manifestación sea conmensurable con su luz interior, los maestros de la Gran Hermandad Blanca han dado sus enseñanzas a través de los maestros ascendidos y de sus mensajeros en este siglo [XX]. Y Saint Germain fundó la Fraternidad de Guardianes de la Llama, a través de la cual envía lecciones mensuales graduadas a los miembros de esta orden, dedicada a guardar la llama de la Vida en todo el mundo. Antes de pasar con éxito las iniciaciones del discipulado, se hace referencia al individuo como hijito de Dios, en contraste con el término “Hijo de Dios”, que denota la plena cristeidad, en la cual el alma, en y como Hijo del hombre, se ha fundido en el Hijo de Dios siguiendo el ejemplo de Jesucristo.
Con la expansión de la conciencia crística, el ungido del Cristo avanza para alcanzar la realización de la conciencia crística en el nivel planetario y es capaz de sostener el equilibrio de la llama crística para las evoluciones del planeta. Cuando logra esto, asiste a los miembros de la jerarquía celestial que prestan su servicio en el cargo de Instructores del Mundo y al Cristo planetario. Véase Gráfica de tu Ser Divino, Jesús.
Juan 1:1-4; 14:20, 23. Cf. Apocalipsis 3:8; Mateo 28:18; Apocalipsis 1:18
(sánscrito: “acto, acción, obra”). El karma es energía/conciencia en acción; la ley de causa y efecto y retribución. Llamada también ley del círculo, que decreta que cualquier cosa que hagamos completará un círculo y regresará a nuestra puerta para resolución. Pablo dijo: “Todo lo que el hombre sembrare, eso también segará.” Newton observó: “Para toda acción hay una reacción igual y opuesta.” La ley del karma requiere que el alma reencarne hasta que todos los ciclos kármicos se hayan saldado. Así, de una vida a la siguiente el hombre determina su destino por sus acciones, incluyendo sus pensamientos, sentimientos, palabras y obras. Saint Germain enseña el sendero acelerado de la transmutación del karma con la llama violeta del Espíritu Santo y trascendiendo las rondas de renacimiento a través del sendero de la cristeidad individual que conduce a la ascensión demostrada por Jesús.
Gálatas 6:7
Uno de los cuatro cuerpos inferiores del hombre, que corresponde al elemento fuego y al primer cuadrante de la Materia. Llamado envoltura del alma, sustenta el arquetipo del plan divino y la imagen de la perfección crística que está llamada a representar en el mundo de la forma. Llamado también cuerpo de la memoria.
Sanat Kumara anunció el primer día del año de 1985 que la tierra había recibido una nueva capa etérica conteniendo el registro y el arquetipo del plan divino original del planeta. También anunció que la oportunidad de que el mundo restaurara la era deoro nunca había sido mayor.La conciencia o percepción de uno mismo en y como el Cristo; alcanzar un nivel de conciencia conmensurable con el que alcanzó Jesús, el Cristo. La conciencia crística es la culminación dentro del alma de esa Mente que estaba en Cristo Jesús. Es alcanzar la acción equilibrada de poder, sabiduría y amor —del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo– y la pureza de la Madre mediante una llama trina del corazón equilibrada. Es la Fe perfeccionada en el deseo de hacer la Voluntad de Dios, la Esperanza en la salvación de Cristo Jesús gracias al sendero de su justicia realizado en nosotros y la excelencia de la Caridad en el más puro amor de dar y recibir en el SEÑOR.
Filipenses 2:5
Las actividades mentales justo por debajo del umbral de la conciencia que fácilmente pueden llevarse a la conciencia.
El reino de los cielos. El plano más elevado en la dimensión de la Materia; plano tan concreto y real (y más todavía) que el plano físico pero que se experimenta a través de los sentidos del alma en una dimensión y una conciencia más allá de la percepción física. El plano en que los registros akáshicos de la evolución completa de la humanidad se plasman individual y colectivamente. Es el mundo de los maestros ascendidos y sus retiros, ciudades etéricas de luz donde las almas de un orden mayor de evolución moran entre una encarnación y otra. Es el plano de la realidad libre de la sociedad sórdida, pecaminosa y enferma que los hombres y los demonios han conformado en los planos terrenales. Aquí la era de oro está en curso. El Amor es la plenitud de la Presencia de Dios por doquier, y los ángeles y los elementales, junto con los niños de Dios, sirven en armonía para manifestar el reino del Cristo en la Era Universal, por los siglos de los siglos. Como tal, es el plano de transición entre los reinos terrenal/celestial y el reino de Dios, el Espíritu, o Absoluto.
El plano etérico inferior se traslapa con los cinturones astral, mental y físico. Está contaminado por estos mundos inferiores ocupados por la falsa jerarquía y la conciencia de masas que ésta controla, incluidas sus matrices y emociones (inglés: e-motions = energies in motion, “energías en movimiento”).
[Los maestros ascendidos utilizan continuamente la palabra momentum en sus enseñanzas, con el significado original del término, que en inglés es “la fuerza del movimiento [motion] adquirida por un objeto en movimiento [moving] como resultado de la prolongación de [dicho] movimiento [motion]” (traducido de Webster Third International Dictionary).
La palabra momentum en latín significa “movimiento” y fue usada por el físico y matemático Isaac Newton (1643-1727) para describir un cuerpo en movimiento. El latín era la lengua de uso en las universidades europeas a la sazón. Hoy este concepto se llama “movimiento lineal” o “momento lineal”. Se representa por una p y su fórmula es p = m * v, donde m = masa, v = velocidad. Cuando damos un impulso a un objeto, éste empieza a moverse. La Primera Ley del Movimiento de Newton dice que si se retira el impulso el objeto sigue moviéndose a una velocidad constante. Para parar el objeto hay que aplicar una fuerza. Mientras más pesado el objeto (más masa), más fuerza se requiere para detenerlo. Asimismo, mientras más rápido va el objeto (más velocidad), más difícil resulta detenerlo.
La palabra momentum es una deformación de movimentum, formada por el verbo movere (“mover”) y el sufijo -entum, equivalente a -ento en español, que en este caso indica estado físico.
Podría traducirse por “momento”, pero para evitar confusión con el significado más común de este término (un instante de tiempo) hemos dejado siempre “moméntum” en nuestras traducciones. Es el equivalente de lo que algunos traducen por "impulso acumulado".]
Al estudiar estos reinos de la jerarquía también aprendemos algo acerca de cómo aplicamos la llama que está en nuestro corazón. Aprendemos, entonces, que es la energía del rayo azul, el impulso [thrust] del poder, la que da ímpetu [impetus] a la idea contenida en la mente de Dios. Sin ese impulso de energía, la idea carece de moméntum [momentum]. Es como la flecha lanzada desde el arco. Es la energía para estirar la cuerda hacia atrás la que da moméntum a la flecha que es la idea de Dios dirigiéndose a la manifestación.
Los seres ascendidos que componen el Consejo Kármico. Su nombre y el rayo que representan en él son los siguientes: primer rayo, el Gran Director Divino; segundo rayo, la Diosa de la Libertad; tercer rayo, la Maestra Ascendida Nada; cuarto rayo, el Elohim Ciclopea; quinto rayo, Palas Atenea, Diosa de la Verdad; sexto rayo, Porcia, Diosa de la Justicia; séptimo rayo, Kuan Yin, Diosa de la Misericordia.
Los Señores del Karma administran la justicia en este sistema de mundos, y adjudican karma, misericordia y juicio a todas las corrientes de vida. Todas las almas deben pasar delante del Consejo Kármico antes y después de cada encarnación en la tierra; reciben su asignación y su porción kármica para cada periodo de vida por anticipado y luego se pasa revista a su actuación al terminar. Gracias al Guardián de los Pergaminos y a los ángeles registradores, los Señores del Karma tienen acceso al registro completo de cada corriente de vida encarnada en la tierra. Ellos determinan quién ha de encarnar, así como cuándo y dónde. Asignan a las almas a una comunidad o a una familia, sopesando cuánta carga de karma debe saldarse, en cumplimiento de cada “punto y tilde” de la ley. El Consejo Kármico, en consonancia con la Presencia YO SOY y el Ser Crístico individuales, determina cuándo se ha ganado el alma finalmente el derecho a quedar libre de la rueda de karma y de las rondas de renacimiento.
Los Señores del Karma se reúnen en el retiro del Royal Teton dos veces al año, en los solsticios de invierno y de verano, para revisar peticiones de la humanidad no ascendida y para otorgar dispensaciones con el fin de asistirla.
La Palabra es el Logos, el poder de Dios y la realización de ese poder encarnado en y como el Cristo. Los devotos del Logos liberan las energías de la Palabra en el ritual de la ciencia de la Palabra hablada. Es a través de la Palabra como el Dios Padre-Madre se comunica con la humanidad. El Cristo es la personificación de la Palabra. Véase Cristo, decreto.
Los Señores del Karma administran la justicia en este sistema de mundos, y adjudican karma, misericordia y juicio a todas las corrientes de vida. Todas las almas deben pasar delante del Consejo Kármico antes y después de cada encarnación en la tierra; reciben su asignación y su porción kármica para cada periodo de vida por anticipado y luego se pasa revista a su actuación al terminar. Gracias al Guardián de los Pergaminos y a los ángeles registradores, los Señores del Karma tienen acceso al registro completo de cada corriente de vida encarnada en la tierra. Ellos determinan quién ha de encarnar, así como cuándo y dónde. Asignan a las almas a una comunidad o a una familia, sopesando cuánta carga de karma debe saldarse, en cumplimiento de cada “punto y tilde” de la ley. El Consejo Kármico, en consonancia con la Presencia YO SOY y el Ser Crístico individuales, determina cuándo se ha ganado el alma finalmente el derecho a quedar libre de la rueda de karma y de las rondas de renacimiento.
Los Señores del Karma se reúnen en el retiro del Royal Teton dos veces al año, en los solsticios de invierno y de verano, para revisar peticiones de la humanidad no ascendida y para otorgar dispensaciones con el fin de asistirla.