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♦ Apolo y Lúmina, Elohim del 2o. rayo

Apolo y Lúmina son guardianes de la conciencia del . Los del segundo ayudan a los que desean conocer a Dios a través de la mente del Hijo, la segunda persona de la Trinidad. Para los Elohim del segundo rayo todo es “la precipitación instantánea de la mente de Dios”.

El dios conocido hace mucho tiempo por los griegos como el mitológico Apolo bien podría ser una representación de la memoria de un antiguo encuentro con el Elohim. Después de miles de años, sin embargo, los dioses y diosas asumieron rasgos cada vez más humanos en la mente de la gente. Por eso lo que actualmente se atribuye a Apolo como el Dios de la mitología griega no necesariamente refleja la realidad del Elohim.

Apolo era conocido en la tradición pitagórica como el símbolo de la belleza masculina, el dios solar que personificaba la luz espiritual cuya imagen física es el sol. Representaba el descenso del cielo a la tierra. Algunos consideran a Apolo como uno de los , como el , como , , , la Palabra Universal. Para las ciudades-estado griegas Apolo era un legislador. Como dios de la adivinación y la profecía, se comunicaba con la humanidad por medio de profetas y oráculos, como en el famoso Oráculo de Delfos.

La llama de Apolo es de color amarillo dorado, envuelta en una capa de relámpago azul. La llama azul actúa como un campo energético protector alrededor de la luz del Cristo. Este relámpago azul atraviesa la densidad del error humano y la calificación errónea de la energía, despejando el camino a la llama dorada de Lúmina que manifiesta la perfección de los siete aspectos (o rayos) de la . Las llamas gemelas de Apolo y Lúmina infunden a la tierra, el aire, el fuego y el agua la inteligencia encerrada en el centro del átomo: la esencia de la mente de Dios brillante como un diamante.

Apolo y Lúmina quieren que nos concentremos en la educación y en la aceleración de la mente de Dios en todos los hombres. El 6 de julio de 1975, Apolo vino con una dispensación sumamente importante, consistente en una vara de iluminación para la aceleración de la mente del género humano. Apolo dijo que esta dispensación se entrega sólo una vez cada diez mil años. “La humanidad puede, si lo desea, emplear la vara para entrar en una nueva era y en una era de oro.”

El explicó que este electrodo de energía podía darle la vuelta a toda la negatividad que alguna vez nos haya sido impuesta.

Dispensación

“Esta dispensación llegó para que en el cuarto de siglo que resta los portadores de luz tuvieran todas las ventajas posibles para aumentar la percepción divina”, y para que la mente de Dios pudiera ser restaurada en ellos.

El lector puede visualizar la vara de iluminación activándose en su interior. Verla como una intensa luz dorada pulsante en el cerebro. Vea este electrodo quemando todas las impurezas que impedirían el flujo de la luz de Dios en su mente. Vea también un halo de luz dorada, que es la manifestación de la mente de Dios impuesta sobre su cabeza y sobre la cabeza de los hijos de la luz en la Tierra.

Dispensación

El de Apolo y Lúmina está ubicado en el sobre la Baja Sajonia, en Alemania. Como preparación para la venidera, desde este templo se emiten formidables marejadas de llama de iluminación. Los millones de es que prestan servicio bajo Apolo y Lúmina están preparados para elevar la conciencia de la Tierra entera hasta el nivel del en respuesta a los llamados de los estudiantes.

Estos ángeles, junto con aquellos que sirven en los retiros de y , el Señor , el Dios y la Diosa , el Señor Buda, el Señor , el Señor y los Instructores del Mundo, y , deberían ser invocados para pedir la iluminación de toda la humanidad, pues en todos los respectos están a la altura de la enorme tarea que está por llegar. Pídanles que produzcan una acción iluminada e inteligente en todas las situaciones, especialmente en las que afectan al futuro de la Tierra y sus evoluciones.

 

Glorious Apollo and Lumina

Glorious Apollo and Lumina

Gloriosos Apolo y Lúmina

Glorious Apollo from on high beheld us

Wandering to find a temple for his praise

Sent angel devas hither to shield us

While we ourselves such an altar might raise.

Thus then combining heart, head, hands joining

Sing we in harmony Apollo’s praise
Apollo’s praise, Apollo’s praise
Apollo’s praise, Apollo’s praise.

 

Glorioso Apolo desde las alturas nos contempló

deambulando para encontrar un templo para adorarlo

Envió ángeles devas hither para protegernos

mientras nosotros dicho altar pudiéramos levantar.

Así, entonces, combinando corazón, cabeza y manos juntas

cantamos en armonía alabanza a Apolo
alabanza a Apolo, alabanza a Apolo
alabanza a Apolo, alabanza a Apolo.

 

Glorious Apollo, Elohim of Wisdom

And beloved Lumina we praise thy flame

Send forth the action and illumination

To free our Terra in God’s holy name.

Forward in Vict’ry, voices raised in glory

Sing we in harmony Apollo’s praise
Apollo’s praise, Apollo’s praise
Apollo’s praise, Apollo’s praise.

 

Glorioso Apolo, Elohim de Sabiduría,

y bienamada Lúmina, alabamos vuestra llama.

Enviadnos la acción y la iluminación

para liberar a nuestra Tierra en el santo nombre de Dios.

Hacia adelante en la Victoria, voces elevadas en gloria

cantamos en armonía alabanza a Apolo,
alabanzas a Apolo, Alabanzas a Apolo
alabanzas a Apolo, alabanzas a Apolo.

 

Glorious Apollo, legions of angels

Bring to earth the Holy Kumaras’ Light

“Teach the children!” speaks this mighty master

To strengthen our armor in battle for the right.

God’s banner raising, marching onward praising

Sing we in harmony Apollo’s praise
Apollo’s praise, Apollo’s praise
Apollo’s praise, Apollo’s praise.

 

Glorioso Apolo, legiones de ángeles,

traed a la Tierra la Luz de los Santos Kumaras.

“¡Enseñad a los niños!” dice este poderoso maestro

para fortalecer nuestra armadura en la batalla por el bien.

Levantando el estandarte de Dios, marchando hacia adelante alabando

cantamos en armonía alabanzas a Apolo,
alabanzas a Apolo, alabanzas a Apolo
alabanzas a Apolo, alabanzas a Apolo.

 

Glorious Apollo, Wisdom’s mighty master

Conquering the deeds of the fallen ones

Let Wisdom pierce the hypocrite and coward—

Justice through God’s daughters and sons.

Free we will stay by God’s golden ray

Sing we in harmony Apollo’s praise
Apollo’s praise, Apollo’s praise
Apollo’s praise, Apollo’s praise.

 

Glorioso Apolo, poderoso maestro de Sabiduría,

conquistando las acciones de los caídos,

haz que la Sabiduría penetre a los hipócritas y los cobardes—

justicia mediante las hijas y los hijos de Dios.

Libres seguiremos estando por el rayo de oro de Dios

cantamos en armonía alabanzas a Apolo,
alabanzas a Apolo, alabanzas a Apolo
alabanzas a Apolo, alabanzas a Apolo.

 

Glorious Apollo, Helios and Vesta

Answer the call of the Elohim

That we may all be Elohim in Matter

Cells of Apollo, is our dream.

As we take flight, ascension in the Light

Sing we in harmony Apollo’s praise
Apollo’s praise, Apollo’s praise
Apollo’s praise, Apollo’s praise.

 

Gloriosos Apolo, Helios y Vesta

responded al llamado de los Elohim

para que podamos todos ser Elohim en la Materia,

células de Apolo, es nuestro sueño.

Mientras alzamos el vuelo, ascensión en la Luz,

cantamos en armonía alabanzas a Apolo,
alabanzas a Apolo, alabanzas a Apolo
alabanzas a Apolo, alabanzas a Apolo.

 

© The Summit Lighthouse

 

 

Retiro de Apolo y Lúmina

El retiro de Apolo y Lúmina está ubicado en el plano etérico sobre la Baja Sajonia, en Alemania. Aquí los Elohim del segundo rayo focalizan las energías del chakra de la coronilla del planeta.

En el exterior del edificio hay tres columnas que forman un triángulo. Estos pilares son electrodos que focalizan una estrella amarilla en lo alto de cada uno de ellos. Hay tres pisos en el domo redondo de este retiro etérico, construido en forma de curva parabólica. El primer piso es el más grande, el segundo y el tercero disminuyen de tamaño progresivamente. En el centro de cada uno de estos tres niveles hay un foco esférico de las llamas de Apolo y Lúmina.

En el centro del primer piso hay una bola amarillo-dorada parecida a una galaxia giratoria; los cúmulos estelares que la integran giran a una frecuencia tan alta que parecen estar en perfecto reposo. En el centro del segundo piso hay una esfera idéntica de brillante azul zafiro. En el centro de la sala superior hay otra esfera dorada, como la del primer piso. En cada piso hay una sala de meditación esférica que tiene como punto focal la llama esférica.

Cada una de estas salas aloja aproximadamente a mil ángeles al servicio de  Apolo y Lúmina. Sus gloriosas auras y túnicas amarillo-doradas hacen que los que los contemplan se sientan como si estuvieran en el centro del . Salones de clase, laboratorios, bibliotecas y archivos forman un patrón radial desde el centro de la sala de meditación en cada uno de los tres pisos. En el primer nivel hay un pasillo circular que sigue la circunferencia del edificio. A cada lado del pasillo se exhiben escenas tridimensionales que muestran el funcionamiento de la ley de los ciclos por toda la Tierra. Hay varios millares de escenas como ésas sobre columnas cuadradas de cerca de metro y medio de altura.

Cuando los Elohim respondieron a la gran mandato de ir a crear la Tierra, lo hicieron mediante la iniciación de ciclos. La multitud de ciclos que son los componentes de nuestro mundo en realidad constituyen su individualidad. Los ciclos de la tierra, el aire, el fuego y el agua, de los reinos mineral y vegetal, del tiempo y el espacio están todos ilustrados. Estos ciclos están basados en la ley del doce ilustrada en las doce franjas del cuerpo causal y los doce signos del zodíaco, conocidos también como las doce jerarquías del Sol.

Están ilustrados también los ciclos de seres cósmicos y sus emisiones de luz hacia el planeta, los ciclos de las civilizaciones, los ciclos de la fotosíntesis y la precipitación. El campo de fuerza electrónico del interior de los bloques cuadrados permite que estas exhibiciones estén suspendi­das en el aire y que tengan “partes vivas”, llamas móviles, espirales, mostrando las complejidades sin fin de nuestro mundo y simplificándolas mediante ilustraciones. Uno podría pasar fácilmente cien años estudiando estas exhibiciones y siendo instruido por los grandes científicos cósmicos que prestan servicio en este retiro.

En preparación para la era de oro venidera, se emiten enormes mareas de llama de iluminación desde este templo. Los millones de ángeles que sirven a Apolo y Lúmina están listos para salir a elevar la conciencia de la Tierra entera al nivel del Cristo, en respuesta a los llamados de los estudiantes. Éstos, junto con los ángeles que sirven en los retiros de Jofiel y Cristina, el Señor Lanto, el Dios y la Diosa Merú, el Señor Gautama Buda, el Señor Himalaya, el Señor Maitreya y los Instructores del Mundo, deberían ser invocados en bien de la iluminación de toda la humanidad, porque en todos los sentidos están a la altura de la enorme tarea por realizar.

La llama de Apolo es de color amarillo dorado cubierta de azul. La acción de la llama azul consiste en un campo energético protector para la sabiduría del Cristo. Precede a la manifestación de la sabiduría en el mundo de la forma, traspasando la densidad del error humano y la energía mal calificada, allanando el camino para la manifestación de la mente crística. La llama de Lúmina es de un amarillo dorado, que sigue a la llama de Apolo en la manifestación de los siete aspectos de la mente crística.

 

© Summit University Press

 

 

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Cargo de la jerarquía actualmente ocupado por el Señor Maitreya bajo Gautama Buddha, el Señor del Mundo. Sinónimo de Cristo Universal. Véase Cristo.

(plural del hebreo Eloha, “Dios”). El nombre de Dios empleado en el Antiguo Testamento cerca de 2,500 veces con el significado de “El Poderoso” o “El Fuerte”. Elohim es un sustantivo uniplural que hace referencia a las llamas gemelas de la Divinidad que componen el “Divino Nosotros”. Cuando se habla específicamente de la mitad masculina o de la mitad femenina se conserva la forma plural porque se entiende que una parte del Todo Divino contiene y es el Yo andrógino (el Divino Nosotros). Los siete poderosos Elohim y sus contrapartes femeninas son los constructores de la forma; de ahí que Elohim sea el nombre de Dios usado en el primer versículo de la Biblia: “En el principio creó Dios los cielos y la tierra” (Génesis 1:1). Los cuatro seres de los elementos (las Cuatro Fuerzas Cósmicas) sirven directamente bajo los Elohim y tienen dominio sobre los elementales: gnomos, silfos, salamandras y ondinas.

     Los siete poderosos Elohim son “los siete Espíritus de Dios” nombrados en el Apocalipsis (4:5) y las “estrellas matutinas” que cantaron juntas en principio, tal como el SEÑOR se las reveló a Job (Job 38:7). Hay también cinco Elohim que rodean el núcleo de fuego blanco del Gran Sol Central. En el orden de la jerarquía, los Elohim y los seres cósmicos son portadores de la mayor concentración y de la más alta vibración de luz que podamos percibir en nuestro estadio de evolución. Junto con los cuatro seres de la naturaleza, sus consortes y los constructores elementales de la forma, representan el poder del Padre como Creador (el rayo azul). Los siete arcángeles y sus complementos divinos, los grandes serafines, los querubines y las huestes angelicales representan el amor de Dios en la ardiente intensidad del Espíritu Santo (el rayo rosa). Los siete chohanes de los rayos y todos los maestros ascendidos, junto con los hijos e hijas de Dios no ascendidos, representan la sabiduría de la ley del Logos en la función del Hijo (el rayo amarillo). Estos tres reinos forman una triple manifestación y trabajan equilibradamente para desacelerar las energías de la Trinidad. Entonar el sonido sagrado “Elohim” libera el tremendo poder de la percepción de sí mismos como Dios, desacelerada para que la usemos en santidad por mediación del Cristo Cósmico.

     Para los nombres de los siete Elohim, los rayos en los que prestan su servicio y la ubicación de sus retiros etéricos, véase Tabla de los ocho rayos .

Apocalipsis 3:1; 4:5; 5:6
Haz de luz o de otra energía radiante. Los rayos son las emanaciones de luz de la Divinidad que, cuando se invocan en el nombre de Dios o en el nombre del Cristo, prorrumpen como una llama en el mundo del individuo. Los rayos pueden ser proyectados por la conciencia divina de seres ascendidos o no ascendidos a través de los chakras y del tercer ojo como una concentración de energía que asume numerosas cualidades divinas, como amor, verdad, sabiduría, curación, etc. Haciendo mal uso de la energía de Dios, los practicantes de magia negra proyectan rayos que tienen cualidades negativas, tales como rayos mortales, rayos de sueño, rayos hipnóticos, rayos de enfermedad, rayos psicotrónicos, el mal de ojo, etc. Véase Tabla de los ocho rayos .

Seres cósmicos que transmiten las emanaciones de luz de la Divinidad que fluyen desde Alfa y Omega en el Gran Sol Central hacia los sistemas planetarios. Llamados también Señores Solares.

     [C.W. Leadbeater dice en su libro Los maestros y el sendero que son “los Siete Místicos, los grandes Logos Planetarios, centros de vida en el Logos mismo. Son las verdaderas cabezas de nuestros rayos, en todo el sistema solar, no solamente en nuestro mundo. De uno u otro de esos Siete poderosos descendemos todos”.]

o puente; el Ser Crístico es el mediador entre un hombre y su Dios, su Mentor, su Maestro.

Vishnu ocupa el oficio de Preservador en la Trinidad hindú, el equivalente del principio del Hijo en la Trinidad occidental. Como tal Vishnu encarna la sabiduría del Cristo Cósmico. Es también el mediador, o el puente, entre la conciencia humana y Brahman, la Realidad Absoluta. Véase Brahma, Vishnu y Shiva, y Manifestaciones de la Madre Divina en Oriente  .

[Dios solar de Persia (hoy Irán), con al menos 4 000 años de existencia y cuya adoración se difundió más tarde en la India y el Imperio romano tardío. En el contexto romano, el culto a Mitra se desarrolló como una religión de misterios que se organizaba en sociedades secretas, exclusivamente masculinas, de carácter esotérico e iniciático. Gozó de especial popularidad en ambientes militares. Obligaba a la honestidad, la pureza y el coraje entre sus adeptos. Mitra en el Avesta (colección de textos sagrados de la antigua Persia, pertenecientes a la religión zoroastriana) significa contrato o alianza.

Es característica de esta religión la existencia de un dualismo absoluto: había dos divinidades contrapuestas, Ahura-Mazda, dios del bien y del cielo, y Ahriman, dios de las tinieblas y del infierno. Entre uno y otro hay un mediador, Mitra, benefactor y protector de los hombres.

El día 25 de diciembre se produce el solsticio de invierno; es el momento en el que en el hemisferio norte el día es más corto y la noche más larga. Pero a partir de este momento el día comienza a crecer y por ello este día se celebraba el “dies natalis invicti solis”, “el día del nacimiento del sol invencible”. Ese sol invencible es el dios Mitra, cuyo culto y devoción compitió con el cristianismo, con el que tiene indudables semejanzas.]

[Dios del sol egipcio. Se consideraba que los faraones eran encarnaciones de Horus. Su nombre egipcio era Hor (Hr); Horus es el nombre helenizado. Divinidad griega, Apolo. Era el hijo de la diosa Isis y el dios de la resurrección Osiris. Forma parte de la tríada osiriaca: Osiris, Isis y Horus.]

El Santo Ser Crístico.
Conocido como el Maestro R, es un ser cósmico cuyo cuerpo causal es una gigantesca esfera azul que rodea al planeta. Manu de la séptima raza raíz, destinada a encarnar en Sudamérica, es el instructor de Saint Germain. Sus retiros son la Mansión de Rakoczy y la Cueva de Luz.
El retiro de un maestro es su hogar de luz, su templo y su lugar de servicio. Los retiros son focos de la Gran Hermandad Blanca localizados principalmente en el plano etérico, que es donde presiden los maestros ascendidos. Los retiros anclan una o más de las llamas de la Divinidad así como el moméntum de servicio de los maestros y su realización espiritual para el equilibrio de la luz en los cuatro cuerpos inferiores de un planeta y sus evoluciones. Cumplen múltiples funciones para los consejos de la jerarquía que sirven a las ondas de vida de la tierra y algunos retiros están abiertos para individuos no ascendidos, cuya alma puede viajar a estos focos en su cuerpo etérico entre una encarnación y otra en la tierra, o en su cuerpo sutil durante el sueño o samadhi.

     Muchos de los retiros de los maestros, incluyendo sus escuelas de misterios, estuvieron en el plano físico durante las primeras eras de oro de la tierra e incluso después de la Gran Rebelión y la Caída de los ángeles caídos. Ante la destrucción y la profanación de sus templos, los maestros retiraron sus centros y sus llamas al plano etérico, de ahí el término “retiro”. Después de la ascensión del mensajero Mark L. Prophet el 26 de febrero de 1973, los Señores del Karma dieron otra oportunidad a los hijos de Dios de saldar su karma asistiendo a las clases en los retiros de los siete chohanes, el Maha Chohán y los Instructores del Mundo. El primero de enero de 1986, Gautama Buda y los Señores del Karma respondieron a la petición de los Señores de los Siete Rayos de abrir las universidades del Espíritu que se encuentran en sus retiros etéricos a decenas de miles de estudiantes para proseguir sistemáticamente el camino de la automaestría en los siete rayos. Los estudiantes viajan en su cuerpo sutil durante el sueño y pasan catorce días en el retiro de cada uno de los chohanes y del Maha Chohán. Véase Tabla de los ocho rayos.

El reino de los cielos. El plano más elevado en la dimensión de la Materia; plano tan concreto y real (y más todavía) que el plano físico pero que se experimenta a través de los sentidos del alma en una dimensión y una conciencia más allá de la percepción física. El plano en que los registros akáshicos de la evolución completa de la humanidad se plasman individual y colectivamente. Es el mundo de los maestros ascendidos y sus retiros, ciudades etéricas de luz donde las almas de un orden mayor de evolución moran entre una encarnación y otra. Es el plano de la realidad libre de la sociedad sórdida, pecaminosa y enferma que los hombres y los demonios han conformado en los planos terrenales. Aquí la era de oro está en curso. El Amor es la plenitud de la Presencia de Dios por doquier, y los ángeles y los elementales, junto con los niños de Dios, sirven en armonía para manifestar el reino del Cristo en la Era Universal, por los siglos de los siglos. Como tal, es el plano de transición entre los reinos terrenal/celestial y el reino de Dios, el Espíritu, o Absoluto.

     El plano etérico inferior se traslapa con los cinturones astral, mental y físico. Está contaminado por estos mundos inferiores ocupados por la falsa jerarquía y la conciencia de masas que ésta controla, incluidas sus matrices y emociones (inglés: e-motions = energies in motion, “energías en movimiento”).

Ciclo de iluminación, paz y armonía en el que las almas de la humanidad se fusionan en la Llama del Cristo para el cumplimiento del plan divino, “como Arriba, así abajo”. A través de la convergencia del plano etérico y la capa etérica con los tres vehículos inferiores del cuerpo planetario y sus evoluciones, el reino de los cielos se manifestará en la tierra tal como ya existe ahora en la octava etérica. Véase cuerpo etérico.

     “Era de oro significa una era basada en el patrón oro –el patrón del oro de la conciencia crística, de la regla de oro, del oro como luz del sol precipitada para el equilibrio de la mente y de las emociones y para el flujo de la vida incluso en el plano físico” (Dios del Oro).

Espíritu divino, heraldo, precursor o mensajero enviado por Dios para comunicar Su Palabra a Sus hijos. Espíritu ministrante enviado para asistir a los herederos del Cristo, para confortar, proteger, guiar, fortalecer, enseñar, aconsejar y prevenir. Cohortes de la luz al servicio de los seres crísticos, los hijos e hijas de Dios, por todo el cosmos. Un “ángulo” de la conciencia de Dios –un aspecto de Su Autoconciencia; un ser formado por Dios a partir de Su propia llameante Presencia para asistir a la Vida en la forma. “Y de sus ángeles dijo: El que hizo a sus ángeles espíritus, y a sus ministros llama de fuego.” Las huestes celestiales comprenden una evolución que se diferencia de la humanidad por su llameante individualidad y la pureza de su devoción a la Deidad y a los arcángeles jerarcas bajo cuyo mando prestan servicio. Su función es concentrar, acelerar y amplificar los atributos de Dios en beneficio de Su creación. Atienden las necesidades de los hombres atrayendo luz hacia su aura, intensificando los sentimientos de esperanza, fe y caridad, honor, integridad, valor, verdad y libertad, misericordia y justicia, y todo aspecto de la claridad cristalina de la Mente de Dios. Debido a la sacralidad de su presencia invisible, el autor del Libro de Hebreos dijo: “No olvidéis la hospitalidad, porque algunos, sin saberIo, hospedaron ángeles.” Con lo que abunda en el hecho de que los ángeles sí encarnan y andan entre nosotros como nuestros mejores amigos y auxiliadores, aun cuando sean unos perfectos extraños.

     Metafóricamente hablando, los ángeles son electrones que giran alrededor de la Presencia Solar que es Dios, electrones que han elegido, por Su voluntad innata en ellos, expandir Su conciencia en todos los planos de la existencia; que han sido “cargados” de la luz/energía/conciencia del Gran Sol Central para ser “electrodos”, esto es, pilares de la ardiente presencia de Dios que operan como “transformadores de desaceleración” de la Luz inefable, para que Sus hijos puedan recibir una porción de esperanza de la gloria que ha de venir en medio de la noche oscura de su situación kármica en la tierra. Los ángeles pueden adquirir forma humana o de “bastoncillos” y “conos” o espirales y rollos de energía concentrada que puede ser liberada para la curación personal y planetaria, en respuesta al llamado de los seres crísticos, literalmente como una transfusión del Cuerpo y la Sangre del Cristo Cósmico dondequiera y cuandoquiera que se necesite. Hay ángeles de curación, de protección, amor, consuelo y compasión, ángeles que asisten en los ciclos de nacimiento y muerte, ángeles del Ojo Omnividente de Dios que esgrimen la espada llameante de la Verdad para separar de tajo lo real de lo irreal. Hay tipos y órdenes de ángeles que realizan servicios específicos en la jerarquía cósmica, como los serafines y los querubines, o los ángeles devas que sirven con los espíritus de la naturaleza y los elementales del fuego, el aire, el agua y la tierra. Véase ángeles caídos.

(griego: Christos, “ungido”). Mesías (hebreo y arameo: “ungido”); “el Ungido”, aquel que es investido e infundido o ungido de la luz (el Hijo) de Dios. La Palabra, el Logos, la Segunda Persona de la Trinidad: “Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad… Aquél era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre que viene al mundo. En el mundo estaba, y el mundo fue hecho por él y el mundo no le conoció.” En la Trinidad hindú de Brahma, Vishnu y Shiva, el término “Cristo” corresponde a la encarnación de Vishnu, el Preservador; avatara, hombre Dios, el que despeja la oscuridad, guru.

     El Cristo Universal es el mediador entre los planos del Espíritu y los planos de la Materia; personificado como el Santo Ser Crístico, es el mediador entre el Espíritu de Dios y el alma del hombre. El Cristo Universal sostiene el nexo (el flujo en forma de ocho) de la conciencia a través del cual las energías del Padre (Espíritu) pasan a sus hijos para la cristalización (inglés: Christ-realization: realización crística) de la Llama de Dios por el esfuerzo de su alma en el vientre cósmico (la matriz) de la Madre (Materia). A este proceso se le llama materialización (inglés: Mater-realization: realización en la Materia), “El Descenso”. El proceso por el cual las energías de la Madre aglutinadas en el alma pasan a través del nexo de la conciencia crística hacia el Padre es la aceleración llamada espiritualización (inglés: Spirit-realization: realización en el Espíritu), “El Ascenso”. Otro nombre que se le da al proceso mediante el cual la energía del alma regresa de la Materia al Espíritu es sublimación (inglés: sublimation: sublime action: acción sublime) o transmutación. Siendo ya una con el Hijo, el alma experimenta la consumación de este proceso como la ascensión, la unión con el Espíritu de la Presencia YO SOY, el Padre. La ascensión es el cumplimiento en el cielo de la promesa de Jesús en la tierra: “En aquel día vosotros conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros… El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos con él morada.”

     La fusión de las energías de la polaridad positiva y negativa de la Divinidad en la creación ocurre a través del Cristo Universal, el Logos sin el cual “nada de lo que es fue hecho”. El flujo de luz del macrocosmos hacia el microcosmos, del Espíritu (la Presencia YO SOY) al alma y de regreso siguiendo la espiral en forma de ocho, se cumple a través de este bendito Mediador que es Cristo, el SEÑOR, la verdadera encarnación del YO SOY EL QUE YO SOY. Ya que Jesús es esa Palabra encarnada, puede decir: “El YO SOY es [el YO SOY en mí es] la Puerta Abierta [al cielo y a la tierra] que ningún hombre puede cerrar”, y “Todo el Poder me es dado [a través del YO SOY en mí] en el cielo y en la tierra”, y también “He aquí, YO SOY [el YO SOY en mí está] vivo por siempre –como Arriba, así abajo– y tiene las llaves del reino de los cielos y las llaves de la muerte y el infierno, y a quienquiera que el Padre quiera yo se las doy, y son dadas en su nombre”. Esto que aún hoy afirma el maestro ascendido Jesucristo también lo afirma para nosotros nuestro Santo Ser Crístico. Así, el Cristo Universal del Hijo único y de los muchos efectivamente mediatiza la Presencia del YO SOY hacia nosotros a través de nuestro propio y amado Santo Ser Crístico. Ésta es la verdadera comunión con el Cristo Cósmico cuyo Cuerpo (Conciencia) fue “partido”, compartido, individualizado para cada hijo del corazón del Padre. Los Hijos de Dios son depositarios de la Máxima Luz para los que aún son criaturitas en Cristo.

     El término “Cristo” o “ungido del Cristo” también denota un cargo en la jerarquía que ocupan los que han alcanzado la automaestría en los siete rayos y los siete chakras del Espíritu Santo. La maestría crística incluye equilibrar la llama trina (los atributos divinos de poder, sabiduría y amor) para la armonización de la conciencia y la implementación de la maestría de los siete rayos en los chakras y en los cuatro cuerpos inferiores mediante la Llama de la Madre (la kundalini elevada). En la hora designada para la ascensión, el alma así ungida eleva la espiral de la llama trina desde abajo de los pies, pasando por toda la forma, para la transmutación de todo átomo y célula de su ser, conciencia y mundo. La saturación y la aceleración de los cuatro cuerpos inferiores y el alma mediante esta luz transfiguradora de la llama crística ocurre en parte durante la iniciación de la transfiguración, se incrementa con la resurrección y adquiere plena intensidad durante el ritual de la ascensión.

     El Ser Crístico individual, el Cristo personal, es el iniciador de toda alma viviente. Cuando el individuo pasa estas diversas iniciaciones en el sendero de la cristeidad, incluyendo “dar muerte al morador del umbral”, se gana el derecho a que se le llame ungido del Cristo así como hijo o hija de Dios. Hay quienes, en eras pasadas, se ganaron semejante título y comprometieron esa culminación o no lograron manifestarla en encarnaciones subsiguientes. En esta era el Logos los requiere para que manifiesten su maestría divina interna y la perfeccionen en el plano físico mientras están en encarnación física. Por lo tanto, para asistir a los hijos e hijas de Dios en hacer que su manifestación sea conmensurable con su luz interior, los maestros de la Gran Hermandad Blanca han dado sus enseñanzas a través de los maestros ascendidos y de sus mensajeros en este siglo [XX]. Y Saint Germain fundó la Fraternidad de Guardianes de la Llama, a través de la cual envía lecciones mensuales graduadas a los miembros de esta orden, dedicada a guardar la llama de la Vida en todo el mundo. Antes de pasar con éxito las iniciaciones del discipulado, se hace referencia al individuo como hijito de Dios, en contraste con el término “Hijo de Dios”, que denota la plena cristeidad, en la cual el alma, en y como Hijo del hombre, se ha fundido en el Hijo de Dios siguiendo el ejemplo de Jesucristo.

     Con la expansión de la conciencia crística, el ungido del Cristo avanza para alcanzar la realización de la conciencia crística en el nivel planetario y es capaz de sostener el equilibrio de la llama crística para las evoluciones del planeta. Cuando logra esto, asiste a los miembros de la jerarquía celestial que prestan su servicio en el cargo de Instructores del Mundo y al Cristo planetario. Véase Gráfica de tu Ser Divino, Jesús.

Juan 1:1-4; 14:20, 23. Cf. Apocalipsis 3:8; Mateo 28:18; Apocalipsis 1:18

Jofiel y Cristina son el arcángel y la arcangelina del segundo rayo, el rayo de la sabiduría y la iluminación.
Véase arcángel, Tabla de los ocho rayos .

Véase arcángel, Tabla de los ocho rayos .

Chohán del segundo rayo, de la iluminación. Habiendo estudiado bajo la tutela del Señor Himalaya y habiendo conseguido su maestría en el Retiro del Loto Azul, el Señor Lanto eligió utilizar la pluma amarilla para envolver el corazón de los hombres.

Está dedicado al perfeccionamiento de las evoluciones de este planeta a través de la iluminación del Cristo Cósmico. La llama dorada que mantiene está cargada del moméntum de victoria divina para los jóvenes del mundo.

Véase Tabla de los ocho rayos .
El Dios y la Diosa Merú son los manus de la sexta raza raíz (el sexto de siete grupos primarios de almas destinados a encarnar en la tierra). Son sus legisladores y encarnan la imagen crística para todos los miembros de la sexta raza. Son también los patrocinadores de la educación, el aprendizaje avanzado, la aceleración de la mente, el corazón, el alma y el desarrollo pleno del potencial del niño por nacer y de todos los niños a medida que van madurando. Véase manu.
Véase Buda.
Es el manu de la cuarta raza raíz, jerarca del retiro del Loto Azul en los Himalayas y guardián del rayo del aspecto masculino de la Deidad emitido directamente desde el corazón de Alfa. La suave radiación de Himalaya se puede sentir en todo el Oriente como una presencia tangible que atrae a los peregrinos de todas las naciones a la percepción divina de la llama del loto azul. Véase manu.

Señor Maitreya maestro ascendido. Junto con Gautama, Maitreya prosiguió las disciplinas búdicas bajo la dirección de Sanat Kumara. Ocupa el cargo de Cristo Cósmico y Buda Planetario y sirve en la jerarquía bajo el Señor Gautama, dirigiendo la función de los Instructores del Mundo. Para la humanidad en evolución demuestra la conciencia cósmica del Cristo en todas las áreas del quehacer humano y en su universalidad a través del cosmos. Se le conoce como el Gran Iniciador y de hecho fue el iniciador de Jesús en su individualización de la Llama del Cristo en su encarnación final como salvador del mundo y ejemplo del Ca­mino, la Verdad y la Vida para los aspirantes que recorren el sendero de la cristeidad personal. El amado Maitreya fue el SENOR Dios en el Edén, el guru de las llamas gemelas. El tan esperado “Buda Venidero” ha venido en verdad para reabrir su escuela de misterios y para asistir a Saint Germain y Porcia, llamas gemelas del séptimo rayo y jerarcas de la era de Acuario, en la introducción de la nueva era. El 31 de mayo de 1984, dedicó el Corazón del Retiro Interno y el Royal Teton Ranch al sendero y a la enseñanza del Cristo Cósmico para que los que se apartaron de su tutela siguiendo el camino de las Serpientes (los ángeles caídos que llevaron a Eva por el mal camino) pudieran regresar y que los hijos de la Luz siguieran al Hijo de Dios en la regeneración. Como patrocinador de las llamas gemelas, es el amigo de todos los iniciados del fuego sagrado. Cuando se le invoca, otorga la iluminación del Cristo y la fuerza de la Palabra para pasar las iniciaciones que tienen lugar bajo su patrocinio. Véase escuelas de misterios, buda.

El maestro ascendido Jesucristo . El avatar de la era de Piscis; la encarnación de la Palabra, el Cristo Universal; el ejemplo de conciencia crística que los hijos de Dios tendrían que haber manifestado durante la dispensación de dos mil años de la era de Piscis; aquel que manifestó la plenitud del Ser Crístico y que por tanto fue llamado Jesús el Cristo. Vino para revelar el Ser Crístico individual a la humanidad entera y para demostrar las obras del Padre (la Presencia YO SOY) que Sus hijos e hijas pueden realizar en y a través de la llama del Ser Crístico o Yo Crístico individual. Jesús ocupa el cargo de Instructor del Mundo en la jerarquía, que comparte con el maestro ascendido Kuthumi, quien estuvo encarnado como san Francisco. El retiro de Jesús es el Templo de la Resurrección, ubicado en el reino etérico sobre Tierra Santa. También presta su servicio en el Retiro Árabe, en el desierto de Arabia, al noreste del Mar Rojo. Véase “Jesucristo y Saint Germain vienen a señalar el camino en la era de Acuario”, en Alquimia II.

Maestro ascendido. Junto con Jesús, sirve en el cargo de Instructor del Mundo; anteriormente chohán del segundo rayo; el maestro psicólogo; patrocinador de la juventud; jefe de la orden de los Hermanos y Hermanas del Manto Dorado y del Templo de la Iluminación, en el plano etérico, sobre Cachemira, conocido también como la Catedral de la Naturaleza. El maestro tiene un foco en Shigatsé, Tíbet, donde toca su gran órgano, atrayendo la armonía del cosmos por medio de los fuegos sagrados de su corazón. Con su música celestial, envía sanación y paz a lo largo y ancho del planeta a las almas en transición (especialmente en el momento de la muerte) y las guía a los retiros etéricos de la Gran Hermandad Blanca, para que reciban instrucción en preparación para su siguiente vida terrena. Inspira en arquitectos, poetas y científicos la memoria mística de la armonía de su propia alma con la geometría celestial y el ritmo de las estrellas.

El Gran Sol Central.