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♦ Charity, un ser cósmico

Charity (Caridad), un ser cósmico

Existen dos corrientes de vida que llevan el nombre de Charity (Caridad). Una es el Charity y la otra es la arcangelina Charity, el complemento divino de Chamuel, el del tercer rayo. La arcangelina asiste al ser cósmico amplificando la virtud del amor que lo perdona todo.

Fue el ser cósmico Charity quien dictó al apóstol Pablo el mensaje de caridad registrado en el primer libro de Corintios, cap. 13:

 

Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe.

Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy.

Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve.

El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad.

Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.

El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará.

Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos; mas cuando venga lo perfecto, entonces lo que es en parte se acabará.

Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño.

Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido.

Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor.

 

El verso final de este capítulo hace referencia a los tres seres cósmicos, que juntos prestan servicio a la humanidad en el equilibrio de la y en hacer nacer las cualidades del . La omisión de la palabra caridad en traducciones recientes de la Biblia y su sustitución por la palabra "charity", aun cuando aclare el significado para algunos, excluye no obstante el nombre del gran ser cósmico que dictó este pasaje y que ha trabajado con Fe y Esperanza en el servicio a la humanidad desde la primera era de oro.

El amor es el poder cohesivo del universo, y es la clave para la en la luz de todo hombre; la caridad es la consecuencia del amor, la aplicación práctica del amor en la sociedad. La palabra charity, junto con su patrón electrónico, amplifica el sentimiento de perdón mediante la gratitud y la aceptación del Cristo que habita en todos. El reconocimiento del Cristo a través de la llama de Charity nos permite no solamente perdonar sino también amar. Por tanto el amor es la consecuencia de la caridad más que un sinónimo de caridad. Su significado interno es el del acuerdo de , rectificar todas las cosas mediante el acorde (chord), o la armonía cósmica ( cosmic harmony), de Alfa, el comienzo.

 

© Summit University Press

 

Faith, Hope, and Charity

 

FAITH, HOPE, AND CHARITY
 

Angel of loveliness, Faith, friend so true
Keep us in holiness, our faith renew

Lift us to heaven’s height, there let us see
Blest Michael’s cosmic might now an d e’er one with thee.

Hope, blessed angel bright, hear thou our call
In pure and holy light enfold us all

Help all thou lov’st so well to heav’n regain
There with blest Gabriel forevermore to reign.

Our blessed Charity, angel of love
Hold all in purity from God above

Blest Chamuel’s complement, lovely thou art
Help thou our God-intent to be of thee a part.

Faith, Hope, and Charity, from thee we see
Each sacred quality flow constantly

Teach us thy truth divine, e’er light our way
Show us our God-design and ever with us stay.

 

FE, ESPERANZA Y CARIDAD
 

Ángel de hermosura, Fe, amiga tan auténtica
mantennos en la santidad, nuestra fe renueva.

Elévanos a la altura del cielo, ahí déjanos ver
el poder cósmico del bendito Miguel, hoy y siempre uno contigo.

Esperanza, bendito ángel brillante, escucha tú nuestro llamado,
en pura y santa luz envuélvenos a todos.

Ayuda a todos los que tanto amas el cielo a recuperar
para ahí junto con el bendito Gabriel por siempre reinar

Nuestra bendita Caridad, ángel de amor,
mantennos en la pureza de Dios en las alturas.

Bendito complemento de Chamuel, hermosa eres,
ayúdanos en nuestra intención divina a ser parte de ti.

Fe, Esperanza y Caridad, desde vosotros vemos
cada sagrada cualidad fluir constantemente.

Enseñadnos vuestra verdad divina, siempre iluminad nuestro camino,
mostradnos nuestro designio divino y siempre con nosotros permaneced.

 

 

© The Summit Lighthouse

 

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1. Un maestro ascendido que ha alcanzado la con­ciencia cósmica y encarna la luz/energía/conciencia de muchos mundos y sistemas de mundos por todas las galaxias hasta el Sol detrás del Gran Sol Central.      2. Un ser de Dios que nunca ha descendido por debajo del nivel del Cristo, nunca ha estado en encamación física ni ha hecho karma humano ni ha cometido pecado, sino que ha sido parte de la Virgen Cósmica y sostiene un equilibrio cósmico para el retorno de las almas desde el valle (velo) del dolor hacia el Corazón Inmaculado de la Madre Bendita.
Jerarca de las huestes angelicales; el rango más alto entre las órdenes de ángeles. Para cada uno de los siete rayos hay un arcángel que lo preside y que personifica, junto con una arcangelina (su complemento divino), la conciencia divina del rayo y dirige a las bandas de ángeles que bajo su mando prestan servicio en ese rayo. Para sus nombres, rayos y ubicación de sus retiros véase Tabla de los ocho rayos .

La llama del Cristo, la chispa de la vida que arde en la cámara secreta del corazón de los hijos e hijas de Dios. La sagrada trinidad de poder, sabiduría y amor que es la manifestación del fuego sagrado. Véase Gráfica de tu Ser Divino.

(griego: Christos, “ungido”). Mesías (hebreo y arameo: “ungido”); “el Ungido”, aquel que es investido e infundido o ungido de la luz (el Hijo) de Dios. La Palabra, el Logos, la Segunda Persona de la Trinidad: “Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad… Aquél era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre que viene al mundo. En el mundo estaba, y el mundo fue hecho por él y el mundo no le conoció.” En la Trinidad hindú de Brahma, Vishnu y Shiva, el término “Cristo” corresponde a la encarnación de Vishnu, el Preservador; avatara, hombre Dios, el que despeja la oscuridad, guru.

     El Cristo Universal es el mediador entre los planos del Espíritu y los planos de la Materia; personificado como el Santo Ser Crístico, es el mediador entre el Espíritu de Dios y el alma del hombre. El Cristo Universal sostiene el nexo (el flujo en forma de ocho) de la conciencia a través del cual las energías del Padre (Espíritu) pasan a sus hijos para la cristalización (inglés: Christ-realization: realización crística) de la Llama de Dios por el esfuerzo de su alma en el vientre cósmico (la matriz) de la Madre (Materia). A este proceso se le llama materialización (inglés: Mater-realization: realización en la Materia), “El Descenso”. El proceso por el cual las energías de la Madre aglutinadas en el alma pasan a través del nexo de la conciencia crística hacia el Padre es la aceleración llamada espiritualización (inglés: Spirit-realization: realización en el Espíritu), “El Ascenso”. Otro nombre que se le da al proceso mediante el cual la energía del alma regresa de la Materia al Espíritu es sublimación (inglés: sublimation: sublime action: acción sublime) o transmutación. Siendo ya una con el Hijo, el alma experimenta la consumación de este proceso como la ascensión, la unión con el Espíritu de la Presencia YO SOY, el Padre. La ascensión es el cumplimiento en el cielo de la promesa de Jesús en la tierra: “En aquel día vosotros conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros… El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos con él morada.”

     La fusión de las energías de la polaridad positiva y negativa de la Divinidad en la creación ocurre a través del Cristo Universal, el Logos sin el cual “nada de lo que es fue hecho”. El flujo de luz del macrocosmos hacia el microcosmos, del Espíritu (la Presencia YO SOY) al alma y de regreso siguiendo la espiral en forma de ocho, se cumple a través de este bendito Mediador que es Cristo, el SEÑOR, la verdadera encarnación del YO SOY EL QUE YO SOY. Ya que Jesús es esa Palabra encarnada, puede decir: “El YO SOY es [el YO SOY en mí es] la Puerta Abierta [al cielo y a la tierra] que ningún hombre puede cerrar”, y “Todo el Poder me es dado [a través del YO SOY en mí] en el cielo y en la tierra”, y también “He aquí, YO SOY [el YO SOY en mí está] vivo por siempre –como Arriba, así abajo– y tiene las llaves del reino de los cielos y las llaves de la muerte y el infierno, y a quienquiera que el Padre quiera yo se las doy, y son dadas en su nombre”. Esto que aún hoy afirma el maestro ascendido Jesucristo también lo afirma para nosotros nuestro Santo Ser Crístico. Así, el Cristo Universal del Hijo único y de los muchos efectivamente mediatiza la Presencia del YO SOY hacia nosotros a través de nuestro propio y amado Santo Ser Crístico. Ésta es la verdadera comunión con el Cristo Cósmico cuyo Cuerpo (Conciencia) fue “partido”, compartido, individualizado para cada hijo del corazón del Padre. Los Hijos de Dios son depositarios de la Máxima Luz para los que aún son criaturitas en Cristo.

     El término “Cristo” o “ungido del Cristo” también denota un cargo en la jerarquía que ocupan los que han alcanzado la automaestría en los siete rayos y los siete chakras del Espíritu Santo. La maestría crística incluye equilibrar la llama trina (los atributos divinos de poder, sabiduría y amor) para la armonización de la conciencia y la implementación de la maestría de los siete rayos en los chakras y en los cuatro cuerpos inferiores mediante la Llama de la Madre (la kundalini elevada). En la hora designada para la ascensión, el alma así ungida eleva la espiral de la llama trina desde abajo de los pies, pasando por toda la forma, para la transmutación de todo átomo y célula de su ser, conciencia y mundo. La saturación y la aceleración de los cuatro cuerpos inferiores y el alma mediante esta luz transfiguradora de la llama crística ocurre en parte durante la iniciación de la transfiguración, se incrementa con la resurrección y adquiere plena intensidad durante el ritual de la ascensión.

     El Ser Crístico individual, el Cristo personal, es el iniciador de toda alma viviente. Cuando el individuo pasa estas diversas iniciaciones en el sendero de la cristeidad, incluyendo “dar muerte al morador del umbral”, se gana el derecho a que se le llame ungido del Cristo así como hijo o hija de Dios. Hay quienes, en eras pasadas, se ganaron semejante título y comprometieron esa culminación o no lograron manifestarla en encarnaciones subsiguientes. En esta era el Logos los requiere para que manifiesten su maestría divina interna y la perfeccionen en el plano físico mientras están en encarnación física. Por lo tanto, para asistir a los hijos e hijas de Dios en hacer que su manifestación sea conmensurable con su luz interior, los maestros de la Gran Hermandad Blanca han dado sus enseñanzas a través de los maestros ascendidos y de sus mensajeros en este siglo [XX]. Y Saint Germain fundó la Fraternidad de Guardianes de la Llama, a través de la cual envía lecciones mensuales graduadas a los miembros de esta orden, dedicada a guardar la llama de la Vida en todo el mundo. Antes de pasar con éxito las iniciaciones del discipulado, se hace referencia al individuo como hijito de Dios, en contraste con el término “Hijo de Dios”, que denota la plena cristeidad, en la cual el alma, en y como Hijo del hombre, se ha fundido en el Hijo de Dios siguiendo el ejemplo de Jesucristo.

     Con la expansión de la conciencia crística, el ungido del Cristo avanza para alcanzar la realización de la conciencia crística en el nivel planetario y es capaz de sostener el equilibrio de la llama crística para las evoluciones del planeta. Cuando logra esto, asiste a los miembros de la jerarquía celestial que prestan su servicio en el cargo de Instructores del Mundo y al Cristo planetario. Véase Gráfica de tu Ser Divino, Jesús.

Juan 1:1-4; 14:20, 23. Cf. Apocalipsis 3:8; Mateo 28:18; Apocalipsis 1:18

El ritual en el que el alma se reúne con el Espíritu del Dios vivo, la Presencia YO SOY. Es la culminación de la estadía divinamente victoriosa del alma en el tiempo y el espacio. Es la recompensa del justo, el regalo de Dios tras el juicio final delante del gran trono blanco, durante el cual todo hombre es juzgado “según sus obras”.

     Enoc, de quien se dice que “caminó con Dios, y desapareció, porque le llevó Dios”, pasó por la ascensión; también Elías, quien subió al cielo en un torbellino; y Jesús, aun cuando su ascensión no tuvo lugar en la ocasión en que las escrituras dicen que fue llevado al cielo en una nube. El Morya, maestro ascendido, ha revelado que Jesús vivió muchos años después de estos hechos e hizo su ascensión después de su fallecimiento en Cachemira, a los 81 años, en el año 77 d.C.

     La reunión con Dios en la ascensión, esto es, el término de las rondas de karma y renacimiento y el regreso a la gloria del SEÑOR, es la meta de la vida para los hijos e hijas de Dios. Jesús dijo: “Y nadie subió al cielo, sino el que descendió del cielo, incluso el Hijo del hombre.” Por medio de la salvación (inglés: salvation), la “autoelevación” (inglés: Self-elevation), o sea, la elevación consciente del Hijo de Dios dentro de su templo, el alma se pone el vestido de bodas para realizar la función del Hijo (inglés: Son, o Sun [sol], o luzde la manifestación (inglés: man: hombre): el Hijo del hombre. Siguiendo el sendero iniciático de Jesús, el alma, habiendo saldado su karma y cumplido su plan divino, se fusiona con la conciencia crística y después con la presencia viva del YO SOY EL QUE YO SOY. Una vez que la ascensión ha tenido lugar, el alma, el aspecto corruptible del ser, se convierte en el incorruptible, un átomo en el Cuerpo de Dios. Véase matrimonio alquímico.

Apocalipsis 20:12-13; Génesis 5:24; 2 Reyes 2:11; Lucas 24:50-51; Hechos 1:9-11; Juan 3:13

(inglés: right-you-all = "rectifícalo todo"). Éste debería ser el rito cotidiano: pedir al Señor que rectifique todo lo que está desalineado en nosotros a través del sagrado ritual. Éste es el verdadero significado de la palabra "ritual".

y Omega. La totalidad divina del Dios Padre-Madre, declarada por Cristo el Señor como “el principio y el fin” en el Libro del Apocalipsis. Llamas gemelas ascendidas de la conciencia del Cristo Cósmico que sostienen el equilibrio de la polaridad masculina-femenina de la Deidad en el Gran Sol Central del cosmos. Así, por mediación del Cristo Universal (la Palabra encarnada), el Padre es el origen y la Madre el cumplimiento de los ciclos de la conciencia de Dios expresada a lo largo y ancho de la creación del Espíritu y la Materia. [Compárese con Purusha y Prakriti en la tradición hindú.]

Apocalipsis 1:8, 11; 21:6; 22: 13