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♦ Diosa de la Libertad (Goddess of Liberty), portavoz del Consejo Kármico

 

La Diosa de la es portavoz del y representante del segundo de ese Consejo. Es la del Templo del Sol, su etérico sobre la isla de Manhattan (Nueva York).

La Diosa de la Libertad estuvo encarnada en la ; y como miembro de la raza amazona, un pueblo de gran estatura cuyas mujeres gobernaron una antigua civilización donde actualmente se encuentra la cuenca del río Amazonas.

Tan grande era su de dedicación al Espíritu de la Libertad encarnado en la del corazón que cuando hizo su esta maestra fue llamada a llevar el título de Diosa de la Libertad (Goddess of Liberty), denotación de su cargo en la como la autoridad de la conciencia cósmica de libertad en la Tierra.

Durante su encarnación en la Atlántida erigió el Templo del Sol, donde hoy se encuentra la isla de Manhattan, siguiendo el modelo del Templo Solar en el . El altar central se dedicó a la llama trina de la libertad del , que procede del del Ser concentrado por los amados y Omega. Este santuario estaba rodeado por doce santuarios menores al cuidado de representantes de las , quienes, junto con la Diosa de la Libertad, invocaban la radiación espiritual del en pro de las evoluciones de la Tierra.

Justo antes del hundimiento de la Atlántida, la Diosa de la Libertad trasladó la llama de la libertad enclaustrada en el templo hacia un lugar seguro en otro retiro de la , el Château de Liberté, ubicado en el sur de Francia. Cuando la Atlántida se hundió en un cataclismo, el Templo del Sol fue retirado a la octava etérica y las actividades de la Hermandad de la Libertad continúan en el plano etérico donde una vez estuvo el templo físico.

El Espíritu de la Libertad inspiró a los primeros patriotas de los Estados Unidos a fundar una nueva nación “al comando de Dios” y a forjar una constitución basada en el plan de la Hermandad para la emergente que llegaría a su madurez en suelo virgen bajo la dirección de , el Dios de la Libertad para la Tierra.

La Diosa de la Libertad se apareció al general durante el invierno de 1777 y le reveló el destino de los Estados Unidos, dándole la fortaleza y el valor para terminar su misión como libertador de las primeras trece colonias.

No es de extrañar que la Estatua de la Libertad, un regalo del pueblo francés, fuera erigida en la isla de Bedloe. La llama de la libertad atrajo el foco de la Estatua de la Libertad como símbolo exterior de esperanza de la liberación de toda forma de tiranía contra los “fatigados, los pobres, las masas hacinadas anhelando respirar en libertad”.

La Diosa de la Libertad lleva una corona de siete rayos que concentra el poder de los y su implementación de los en la forma, en la (Mater), el aspecto materno de la Divinidad. Su corona es también un foco de los siete rayos anclados en la frente de todos los . La Diosa de la Libertad es esa “Señora con la lámpara” de quien profetizó que “quedaría en la gran historia del país [como] un tipo noble de femineidad, buena y heroica”.

La Diosa de la Libertad representa el patrón arquetípico de la , que porta el Libro de la Ley Divina, el Libro de la Iluminación que contiene el conocimiento que mostrará a la humanidad el camino para salir de la noche del error humano. En la base de la estatua de la Libertad hay unas cadenas rotas, símbolo de un ser libre de la esclavitud de la creación humana, avanzando para iluminar al mundo. Su antorcha es la llama de la iluminación cósmica.

La Diosa de la Libertad proclama:

¡El canto de la creación es el canto de la esperanza, y la esperanza que ha nacido del corazón de Dios es una tierna llama que resplandece en la antorcha que sostengo! La sostengo ahora y la sostengo por siempre jamás y la sostengo por todos.

¿Me acompañaréis para sostener esta antorcha? ¿Me acompañaréis para permanecer firmes cuando el mundo entero os asalte? ¿Me acompañaréis a la hora del crepúsculo, sabiendo que conmigo os mantendréis alertas ante el amanecer que se avecina?

La Diosa de la Libertad está en la línea de las siete de las doce jerarquías solares (del lado opuesto a Saint Germain) como autoridad del atributo de la gratitud divina para las evoluciones de este sistema solar. De la gratitud y del destino de los Estados Unidos ella ha dicho:

Gentiles míos, ¡ Dios en acción! Al acudir a vosotros hoy, lo hago para revelar el maravilloso pensamiento que hay en la idea de ‘Inmigración’: YO SOY gratitud en acción [en inglés, immigration: I AM gratitude in action]. He aquí, pues, que los Estados Unidos estaban destinados a ser un país donde la gratitud en acción produciría, por el poder de la campana cósmica de la libertad, esa actitud admirable de libertad que haría que los hombres respondieran a Dios en la ciudadela de su corazón…

La inmigración hacia el planeta Tierra procedente del corazón de Dios, queridos míos, es una oportunidad. Y la inmigración de vuelta al corazón de Dios es una oportunidad. Los individuos deben, pues, reconocer el don de la gratitud. ‘¡YO SOY gratitud en acción! Y por tanto, las idas y venidas de la humanidad deberían ir siempre acompañadas de una manifestación de gratitud hacia la Deidad.

Aunque ha alcanzado iniciaciones a niveles cósmicos y no necesita permanecer al lado del planeta, la Diosa de la Libertad ha hecho el voto de permanecer al servicio de la Tierra hasta que el último hombre, la última mujer y el último niño hayan ascendido. Es el ideal del . Ella ha convocado a mil fieles a con el fin de preservar el destino de los Estados Unidos. ¡Que el gran amor de los estudiantes por el destino de Dios en el hombre los inspire a responder al llamado de la Diosa de la Libertad!

© Summit University Press

To the Mother of Exiles

 

To the Mother of Exiles

A la Madre de los Exiliados

Ο Liberty, bless'd Mother dear

By thy great love, hold me clear

Nearer to thy mighty flame

To serve our blessed Saint Germain.

He is thy son in freedom's birth

Who lifts on high the souls of men

Invoking vict'ry for the earth

The golden age shall come again.

 

¡Oh, Libertad, bendita Madre querida!

Con tu gran amor, manténme despejado

más cerca de tu poderosa llama

para servir a nuestro bendito Saint Germain.

Él es tu hijo en el nacimiento de la libertad,

el que lleva a lo alto a las almas de los hombres.

Invocando victoria para la Tierra

la era de oro vendrá de nuevo.

 

Freedom is Liberty's gift to all

Divine intention manifest

I AM actively making the call

For peace to set men's hearts arest.

The kingdoms of this world are thine

For God is in thee through and through

I AM the guardian of thy shrine

Liberty's law, God's will to do.

 

La libertad es el regalo de Libertad para todos

la intención divina manifestada.

YO SOY, activamente haciendo el llamado

para que la paz aquiete el corazón de los hombres.

Los reinos de este mundo son tuyos

porque Dios está en ti por los cuatro costados.

YO SOY el guardián de tu santuario

para la ley de la libertad y la voluntad de Dios hacer.

 

Ο blessed Mother, I AM thine own

Thine eye is focused on my goal

I know that Life helps me to atone

And flames of freedom raise my soul.

Let all the earth now listen well

To tones of love now ringing clear

For love divine can break the spell

Exalt God-freedom year by year!

 

¡Oh, bendita Madre, YO SOY tuyo!

Tu ojo se centra en mi meta.

Sé que la Vida me ayuda a expiar

y las llamas de la libertad elevan mi alma.

Que toda la Tierra ahora escuche bien

los tonos del amor ahora repicando prístinos

porque el amor divino puede romper el hechizo,

exaltar la libertad divina año tras año.

 

The Summit Lighthouse

 

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[La diferencia entre la palabra freedom y la palabra liberty es meramente lingüística. El inglés es una lengua germánica con una enorme influencia del latín. No es sorprendente, pues, encontrar muchas palabras inglesas con el mismo significado. Freedom se compone de free (germánico frei = “libre”) + dom (sufijo emparentado morfológicamente al germánico -tum, que se usa para indicar un estado de la materia). Liberty se compone de liber (latín “libre”) + ty (latín “tas” = libertas). Sin embargo, John Stuart Mill, en su obra Sobre la libertad, fue el primero en reconocer una diferencia entre freedom como la libertad de actuar y liberty como la ausencia de coerción.]
Los Señores del Karma. Los seres ascendidos que componen el Consejo Kármico. Su nombre y el rayo que representan en él son los siguientes: primer rayo, el Gran Director Divino; segundo rayo, la Diosa de la Libertad; tercer rayo, la Maestra Ascen­dida Nada; cuarto rayo, el Elohim Ciclopea; quinto rayo, Palas Atenea, Diosa de la Verdad; sexto rayo, Porcia, Diosa de la Justicia; séptimo rayo, Kuan Yin, Diosa de la Misericordia.

     Los Señores del Karma administran la justicia en este sistema de mundos, y adjudican karma, misericordia y juicio a todas las corrientes de vida. Todas las almas deben pasar delante del Consejo Kármico antes y después de cada encarnación en la tierra; reciben su asignación y su porción kármica para cada periodo de vida por anticipado y luego se pasa revista a su actuación al terminar. Gracias al Guardián de los Pergaminos y a los ángeles registradores, los Señores del Karma tienen acceso al registro completo de cada corriente de vida encarnada en la tierra. Ellos determinan quién ha de encarnar, así como cuándo y dónde. Asignan a las almas a una comunidad o a una familia, sopesando cuánta carga de karma debe saldarse, en cumplimiento de cada “punto y tilde” de la ley. El Consejo Kármico, en consonancia con la Presencia YO SOY y el Ser Crístico individuales, determina cuándo se ha ganado el alma finalmente el derecho a quedar libre de la rueda de karma y de las rondas de renacimiento.

     Los Señores del Karma se reúnen en el retiro del Royal Teton dos veces al año, en los solsticios de invierno y de verano, para revisar peticiones de la humanidad no ascendida y para otorgar dispensaciones con el fin de asistirla.

Haz de luz o de otra energía radiante. Los rayos son las emanaciones de luz de la Divinidad que, cuando se invocan en el nombre de Dios o en el nombre del Cristo, prorrumpen como una llama en el mundo del individuo. Los rayos pueden ser proyectados por la conciencia divina de seres ascendidos o no ascendidos a través de los chakras y del tercer ojo como una concentración de energía que asume numerosas cualidades divinas, como amor, verdad, sabiduría, curación, etc. Haciendo mal uso de la energía de Dios, los practicantes de magia negra proyectan rayos que tienen cualidades negativas, tales como rayos mortales, rayos de sueño, rayos hipnóticos, rayos de enfermedad, rayos psicotrónicos, el mal de ojo, etc. Véase Tabla de los ocho rayos .
Maestro ascendido que por su dedicación y logro en encarnar las cualidades de Dios es elegido para patrocinar una era.
El retiro de un maestro es su hogar de luz, su templo y su lugar de servicio. Los retiros son focos de la Gran Hermandad Blanca localizados principalmente en el plano etérico, que es donde presiden los maestros ascendidos. Los retiros anclan una o más de las llamas de la Divinidad así como el moméntum de servicio de los maestros y su realización espiritual para el equilibrio de la luz en los cuatro cuerpos inferiores de un planeta y sus evoluciones. Cumplen múltiples funciones para los consejos de la jerarquía que sirven a las ondas de vida de la tierra y algunos retiros están abiertos para individuos no ascendidos, cuya alma puede viajar a estos focos en su cuerpo etérico entre una encarnación y otra en la tierra, o en su cuerpo sutil durante el sueño o samadhi.

     Muchos de los retiros de los maestros, incluyendo sus escuelas de misterios, estuvieron en el plano físico durante las primeras eras de oro de la tierra e incluso después de la Gran Rebelión y la Caída de los ángeles caídos. Ante la destrucción y la profanación de sus templos, los maestros retiraron sus centros y sus llamas al plano etérico, de ahí el término “retiro”. Después de la ascensión del mensajero Mark L. Prophet el 26 de febrero de 1973, los Señores del Karma dieron otra oportunidad a los hijos de Dios de saldar su karma asistiendo a las clases en los retiros de los siete chohanes, el Maha Chohán y los Instructores del Mundo. El primero de enero de 1986, Gautama Buda y los Señores del Karma respondieron a la petición de los Señores de los Siete Rayos de abrir las universidades del Espíritu que se encuentran en sus retiros etéricos a decenas de miles de estudiantes para proseguir sistemáticamente el camino de la automaestría en los siete rayos. Los estudiantes viajan en su cuerpo sutil durante el sueño y pasan catorce días en el retiro de cada uno de los chohanes y del Maha Chohán. Véase Tabla de los ocho rayos.

El continente isla que se encontraba donde ahora está el océano Atlántico y que se hundió en el cataclismo conocido como el Diluvio de Noé, hace aproximadamente 11,600 años, según cálculos de James Churchward. Platón la describió vívidamente; Edgar Cayce la “vio” y la describió en sus lecturas; Taylor Caldwell la rememora en algunos pasajes de La leyenda de la Atlántida; Otto Muck, fallecido científico alemán, la exploró científicamente y la autentificó, estableciendo la hora y la fecha de su destrucción (por un asteroide que se impactó en el Triángulo de las Bermudas con una fuerza equivalente a treinta mil bombas de hidrógeno), ¡a las 8 pm del 5 de junio de 8498 a.C.! En sus diálogos Platón cuenta que en “la isla de la Atlántida había un gran y maravilloso imperio” que regía África hasta Egipto, Europa hasta Italia y “partes del continente” (se piensa que es una referencia a América, específicamente a América Central, Perú y el valle del Mississippi). Se ha postulado que la Atlántida y las pequeñas islas que la bordeaban al este y al oeste formaban un puente de tierra continuo que iba de América a Europa y África.


Mapa de la Atlántida de W. Scott-Elliot entre 80,000 A.C.y su hundimiento final.

 

 

[Los maestros ascendidos utilizan continuamente la palabra momentum en sus enseñanzas, con el significado original del término, que en inglés es “la fuerza del movimiento [motion] adquirida por un objeto en movimiento [moving] como resultado de la prolongación de [dicho] movimiento [motion]” (traducido de Webster Third International Dictionary).

La palabra momentum en latín significa “movimiento” y fue usada por el físico y matemático Isaac Newton (1643-1727) para describir un cuerpo en movimiento. El latín era la lengua de uso en las universidades europeas a la sazón. Hoy este concepto se llama “movimiento lineal” o “momento lineal”. Se representa por una p y su fórmula es p = m * v, donde m = masa, v = velocidad. Cuando damos un impulso a un objeto, éste empieza a moverse. La Primera Ley del Movimiento de Newton dice que si se retira el impulso el objeto sigue moviéndose a una velocidad constante. Para parar el objeto hay que aplicar una fuerza. Mientras más pesado el objeto (más masa), más fuerza se requiere para detenerlo. Asimismo, mientras más rápido va el objeto (más velocidad), más difícil resulta detenerlo.

La palabra momentum es una deformación de movimentum, formada por el verbo movere (“mover”) y el sufijo -entum, equivalente a -ento en español, que en este caso indica estado físico.

Podría traducirse por “momento”, pero para evitar confusión con el significado más común de este término (un instante de tiempo) hemos dejado siempre “moméntum” en nuestras traducciones. Es el equivalente de lo que algunos traducen por "impulso acumulado".]

Al estudiar estos reinos de la jerarquía también aprendemos algo acerca de cómo aplicamos la llama que está en nuestro corazón. Aprendemos, entonces, que es la energía del rayo azul, el impulso [thrust] del poder, la que da ímpetu [impetus] a la idea contenida en la mente de Dios. Sin ese impulso de energía, la idea carece de moméntum [momentum]. Es como la flecha lanzada desde el arco. Es la energía para estirar la cuerda hacia atrás la que da moméntum a la flecha que es la idea de Dios dirigiéndose a la manifestación.

Elizabeth Clare Prophet, en “The torch is passed”.

La llama del Cristo, la chispa de la vida que arde en la cámara secreta del corazón de los hijos e hijas de Dios. La sagrada trinidad de poder, sabiduría y amor que es la manifestación del fuego sagrado. Véase Gráfica de tu Ser Divino.

El ritual en el que el alma se reúne con el Espíritu del Dios vivo, la Presencia YO SOY. Es la culminación de la estadía divinamente victoriosa del alma en el tiempo y el espacio. Es la recompensa del justo, el regalo de Dios tras el juicio final delante del gran trono blanco, durante el cual todo hombre es juzgado “según sus obras”.

     Enoc, de quien se dice que “caminó con Dios, y desapareció, porque le llevó Dios”, pasó por la ascensión; también Elías, quien subió al cielo en un torbellino; y Jesús, aun cuando su ascensión no tuvo lugar en la ocasión en que las escrituras dicen que fue llevado al cielo en una nube. El Morya, maestro ascendido, ha revelado que Jesús vivió muchos años después de estos hechos e hizo su ascensión después de su fallecimiento en Cachemira, a los 81 años, en el año 77 d.C.

     La reunión con Dios en la ascensión, esto es, el término de las rondas de karma y renacimiento y el regreso a la gloria del SEÑOR, es la meta de la vida para los hijos e hijas de Dios. Jesús dijo: “Y nadie subió al cielo, sino el que descendió del cielo, incluso el Hijo del hombre.” Por medio de la salvación (inglés: salvation), la “autoelevación” (inglés: Self-elevation), o sea, la elevación consciente del Hijo de Dios dentro de su templo, el alma se pone el vestido de bodas para realizar la función del Hijo (inglés: Son, o Sun [sol], o luzde la manifestación (inglés: man: hombre): el Hijo del hombre. Siguiendo el sendero iniciático de Jesús, el alma, habiendo saldado su karma y cumplido su plan divino, se fusiona con la conciencia crística y después con la presencia viva del YO SOY EL QUE YO SOY. Una vez que la ascensión ha tenido lugar, el alma, el aspecto corruptible del ser, se convierte en el incorruptible, un átomo en el Cuerpo de Dios. Véase matrimonio alquímico.

Apocalipsis 20:12-13; Génesis 5:24; 2 Reyes 2:11; Lucas 24:50-51; Hechos 1:9-11; Juan 3:13

cósmica. La cadena universal de seres libres en Dios individualizados que cumplen con los atributos y los aspectos de la infinita Individualidad de Dios. Dentro del esquema de la jerarquía cósmica están los Logos Solares, los Elohim, los Hijos e Hijas de Dios, maestros ascendidos y maestros no ascendidos con sus círculos de chelas, seres cósmicos, las doce jerarquías solares, arcángeles y ángeles del fuego sagrado, hijos de la luz, espíritus de la naturaleza (los elementales) y llamas gemelas de la polaridad de Alfa y Omega que patrocinan sistemas planetarios y galácticos.

     Esta orden universal de la propia Auto-Expresión del Padre es el medio por el cual Dios, en el Gran Sol Central, desacelera la Presencia y el poder de Su ser/conciencia universal para que las evoluciones sucesivas en el tiempo y el espacio, de la más pequeña a la más grande, puedan llegar a conocer el milagro de Su amor. El nivel de realización espiritual/física de un individuo –medida por la autopercepción equilibrada, “oculta con el Cristo en Dios”, y que con Su amor demuestra Su Ley en el cosmos del Espíritu y la Materia– es el criterio que establece dónde está colocado el individuo en la escala de la vida llamada jerarquía.

     En el siglo III, Orígenes de Alejandría describió su concepción de una jerarquía de seres que va de los ángeles a los seres humanos, a los demonios y las bestias. El conocido erudito y teólogo de la Iglesia primitiva, que expuso la piedra angular de la doctrina de Cristo, y sobre cuyas obras los subsiguientes padres de la Iglesia, doctores y teólogos edificaron sus tradicio­nes, enseñaba que a las almas se les asignan sus respectivos cargos y deberes con base en acciones y méritos pasados, y que cada una tiene la oportunidad de subir o de bajar de rango. Muchos seres de la jerarquía celestial están nombrados en el libro del Apocalipsis. Aparte de la falsa jerarquía del Anticristo, que incluye a los ángeles expulsados, algunos de los miembros de la Gran Hermandad Blanca enlistados por Jesús son Alfa y Omega, los siete Espíritus, los ángeles de las siete iglesias, los Veinticuatro Ancianos, las cuatro bestias, los santos vestidos de blanco, los Dos Testigos, el Dios de la Tierra, la Mujer vestida del Sol y su Niño-Hombre, el arcángel Miguel y sus ángeles, el Cordero y su esposa, los ciento cuarenta y cuatro mil que llevan el nombre del Padre escrito en la frente, el ángel del Evangelio Eterno, los siete ángeles (esto es, los arcángeles de los siete rayos) parados delante de Dios, el ángel vestido de nube y con un arco iris sobre la frente, los siete truenos, El Fiel y Verdadero y sus ejércitos, y aquel que estaba sentado en el gran trono blanco. Véase Elohim.

Es el centro del cosmos, el punto de integración del cosmos espiritual-material; el punto de origen de toda creación física-espiritual; el núcleo, o núcleo de fuego blanco, del Huevo Cósmico, del universo espiritual-material que incluye una aparentemente interminable cadena de galaxias, sistemas estelares, mundos conocidos y desconocidos. (La Estrella Dios, Sirio, es el foco del Gran Sol Central en nuestro sector de la galaxia.) El Sol detrás del sol es la Causa espiritual que yace tras el efecto físico que vemos como nuestro sol físico y de todas las demás estrellas o sistemas de estrellas, visibles o no visibles. Véase Sol Central.

(griego: Christos, “ungido”). Mesías (hebreo y arameo: “ungido”); “el Ungido”, aquel que es investido e infundido o ungido de la luz (el Hijo) de Dios. La Palabra, el Logos, la Segunda Persona de la Trinidad: “Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad… Aquél era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre que viene al mundo. En el mundo estaba, y el mundo fue hecho por él y el mundo no le conoció.” En la Trinidad hindú de Brahma, Vishnu y Shiva, el término “Cristo” corresponde a la encarnación de Vishnu, el Preservador; avatara, hombre Dios, el que despeja la oscuridad, guru.

     El Cristo Universal es el mediador entre los planos del Espíritu y los planos de la Materia; personificado como el Santo Ser Crístico, es el mediador entre el Espíritu de Dios y el alma del hombre. El Cristo Universal sostiene el nexo (el flujo en forma de ocho) de la conciencia a través del cual las energías del Padre (Espíritu) pasan a sus hijos para la cristalización (inglés: Christ-realization: realización crística) de la Llama de Dios por el esfuerzo de su alma en el vientre cósmico (la matriz) de la Madre (Materia). A este proceso se le llama materialización (inglés: Mater-realization: realización en la Materia), “El Descenso”. El proceso por el cual las energías de la Madre aglutinadas en el alma pasan a través del nexo de la conciencia crística hacia el Padre es la aceleración llamada espiritualización (inglés: Spirit-realization: realización en el Espíritu), “El Ascenso”. Otro nombre que se le da al proceso mediante el cual la energía del alma regresa de la Materia al Espíritu es sublimación (inglés: sublimation: sublime action: acción sublime) o transmutación. Siendo ya una con el Hijo, el alma experimenta la consumación de este proceso como la ascensión, la unión con el Espíritu de la Presencia YO SOY, el Padre. La ascensión es el cumplimiento en el cielo de la promesa de Jesús en la tierra: “En aquel día vosotros conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros… El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos con él morada.”

     La fusión de las energías de la polaridad positiva y negativa de la Divinidad en la creación ocurre a través del Cristo Universal, el Logos sin el cual “nada de lo que es fue hecho”. El flujo de luz del macrocosmos hacia el microcosmos, del Espíritu (la Presencia YO SOY) al alma y de regreso siguiendo la espiral en forma de ocho, se cumple a través de este bendito Mediador que es Cristo, el SEÑOR, la verdadera encarnación del YO SOY EL QUE YO SOY. Ya que Jesús es esa Palabra encarnada, puede decir: “El YO SOY es [el YO SOY en mí es] la Puerta Abierta [al cielo y a la tierra] que ningún hombre puede cerrar”, y “Todo el Poder me es dado [a través del YO SOY en mí] en el cielo y en la tierra”, y también “He aquí, YO SOY [el YO SOY en mí está] vivo por siempre –como Arriba, así abajo– y tiene las llaves del reino de los cielos y las llaves de la muerte y el infierno, y a quienquiera que el Padre quiera yo se las doy, y son dadas en su nombre”. Esto que aún hoy afirma el maestro ascendido Jesucristo también lo afirma para nosotros nuestro Santo Ser Crístico. Así, el Cristo Universal del Hijo único y de los muchos efectivamente mediatiza la Presencia del YO SOY hacia nosotros a través de nuestro propio y amado Santo Ser Crístico. Ésta es la verdadera comunión con el Cristo Cósmico cuyo Cuerpo (Conciencia) fue “partido”, compartido, individualizado para cada hijo del corazón del Padre. Los Hijos de Dios son depositarios de la Máxima Luz para los que aún son criaturitas en Cristo.

     El término “Cristo” o “ungido del Cristo” también denota un cargo en la jerarquía que ocupan los que han alcanzado la automaestría en los siete rayos y los siete chakras del Espíritu Santo. La maestría crística incluye equilibrar la llama trina (los atributos divinos de poder, sabiduría y amor) para la armonización de la conciencia y la implementación de la maestría de los siete rayos en los chakras y en los cuatro cuerpos inferiores mediante la Llama de la Madre (la kundalini elevada). En la hora designada para la ascensión, el alma así ungida eleva la espiral de la llama trina desde abajo de los pies, pasando por toda la forma, para la transmutación de todo átomo y célula de su ser, conciencia y mundo. La saturación y la aceleración de los cuatro cuerpos inferiores y el alma mediante esta luz transfiguradora de la llama crística ocurre en parte durante la iniciación de la transfiguración, se incrementa con la resurrección y adquiere plena intensidad durante el ritual de la ascensión.

     El Ser Crístico individual, el Cristo personal, es el iniciador de toda alma viviente. Cuando el individuo pasa estas diversas iniciaciones en el sendero de la cristeidad, incluyendo “dar muerte al morador del umbral”, se gana el derecho a que se le llame ungido del Cristo así como hijo o hija de Dios. Hay quienes, en eras pasadas, se ganaron semejante título y comprometieron esa culminación o no lograron manifestarla en encarnaciones subsiguientes. En esta era el Logos los requiere para que manifiesten su maestría divina interna y la perfeccionen en el plano físico mientras están en encarnación física. Por lo tanto, para asistir a los hijos e hijas de Dios en hacer que su manifestación sea conmensurable con su luz interior, los maestros de la Gran Hermandad Blanca han dado sus enseñanzas a través de los maestros ascendidos y de sus mensajeros en este siglo [XX]. Y Saint Germain fundó la Fraternidad de Guardianes de la Llama, a través de la cual envía lecciones mensuales graduadas a los miembros de esta orden, dedicada a guardar la llama de la Vida en todo el mundo. Antes de pasar con éxito las iniciaciones del discipulado, se hace referencia al individuo como hijito de Dios, en contraste con el término “Hijo de Dios”, que denota la plena cristeidad, en la cual el alma, en y como Hijo del hombre, se ha fundido en el Hijo de Dios siguiendo el ejemplo de Jesucristo.

     Con la expansión de la conciencia crística, el ungido del Cristo avanza para alcanzar la realización de la conciencia crística en el nivel planetario y es capaz de sostener el equilibrio de la llama crística para las evoluciones del planeta. Cuando logra esto, asiste a los miembros de la jerarquía celestial que prestan su servicio en el cargo de Instructores del Mundo y al Cristo planetario. Véase Gráfica de tu Ser Divino, Jesús.

Juan 1:1-4; 14:20, 23. Cf. Apocalipsis 3:8; Mateo 28:18; Apocalipsis 1:18

El sanctasantórum, foco de la Llama de la Vida que arde en el corazón.

y Omega. La totalidad divina del Dios Padre-Madre, declarada por Cristo el Señor como “el principio y el fin” en el Libro del Apocalipsis. Llamas gemelas ascendidas de la conciencia del Cristo Cósmico que sostienen el equilibrio de la polaridad masculina-femenina de la Deidad en el Gran Sol Central del cosmos. Así, por mediación del Cristo Universal (la Palabra encarnada), el Padre es el origen y la Madre el cumplimiento de los ciclos de la conciencia de Dios expresada a lo largo y ancho de la creación del Espíritu y la Materia. [Compárese con Purusha y Prakriti en la tradición hindú.]

Apocalipsis 1:8, 11; 21:6; 22: 13

o del Sol. Seres cósmicos que conforman un anillo de conciencia cósmica alrededor del Gran Sol Central. Doce mandalas de millones de seres cósmicos que personifican doce facetas de la conciencia de Dios y que sostienen la matriz de esa frecuencia para todo el cosmos.

     Cada una de las doce jerarquías encarna la virtud de una línea del reloj cósmico. Se identifican con los nombres de los signos del zodiaco, ya que focalizan sus energías desde estas constelaciones. Por ejemplo, la jerarquía de Capricornio focaliza la virtud del poder divino, la de Acuario la del amor divino, y así sucesivamente.

     Cada mes recibimos la antorcha y la llama de una jerarquía del sol según el ciclo en que personalmente nos encontremos en el reloj cósmico, y nos toca sostener esa llama a través de una serie de iniciaciones bajo esa jerarquía. Véase Compendio de conceptos del reloj cósmico .

Es la Causa espiritual tras el efecto físico que vemos como nuestro sol físico y todas las demás estrellas y sistemas de estrellas, visibles o no visibles, incluyendo el Gran Sol Central. El Sol detrás del sol del cosmos se percibe como el Cristo Cósmico —la Palabra por medio de la cual lo informe fue dotado de forma y los mundos espirituales de corporeidad. De manera similar, el Sol detrás del sol es el Hijo de Dios individualizado en el Ser Crístico, brillando en todo su esplendor detrás del alma y sus capas interpenetrantes de conciencia llamadas los cuatro cuerpos inferiores. Es el Hijo [Son] del Hombre —el “Sol” [Sun] de toda manifestación de Dios. El Sol detrás del sol se conoce como “el Sol de justicia”, que sana la mente, ilumina el alma y alumbra su casa, y como la “gloria de Dios”, la Luz de la Ciudad Cuadrangular.

Malaquías 4:2; Apocalipsis 21:23

Orden espiritual de santos occidentales y adeptos orientales que se han reunido con el Espíritu del Dios vivo; las huestes celestiales. Han trascendido los ciclos de karma y renacimiento y ascendido (acelerado) a aquella realidad superior que es la morada eterna del alma. En cada era, cultura y religión han surgido maestros ascendidos de la Gran Hermandad Blanca, unidos para los más altos propósitos de la hermandad del hombre bajo la Paternidad de Dios, para inspirar avances creativos en la educación, las artes y las cien­cias, el gobierno divino y la vida abundante en las economías de las naciones. La palabra “blanca” no se refiere a raza sino al aura (halo) de luz blanca que circunda su forma. La Hermandad comprende entre sus filas a ciertos chelas no ascendidos de los maestros ascendidos. Jesucristo reveló la existencia de esta orden celestial de santos “vestidos de blanco” a su siervo Juan. Véase jerarquía cósmica, Pléyades. Apocalipsis 3:4, 5; 6:9-11; 7:9, 13, 14; 19:14

La conciencia o percepción de uno mismo en y como el Cristo; alcanzar un nivel de conciencia conmensurable con el que alcanzó Jesús, el Cristo. La conciencia crística es la culminación dentro del alma de esa Mente que estaba en Cristo Jesús. Es alcanzar la acción equilibrada de poder, sabiduría y amor del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo y la pureza de la Madre mediante una llama trina del corazón equilibrada. Es la Fe perfeccionada en el deseo de hacer la Voluntad de Dios, la Esperanza en la salvación de Cristo Jesús gracias al sendero de su justicia realizado en nosotros y la excelencia de la Caridad en el más puro amor de dar y recibir en el SEÑOR.

Filipenses 2:5

Chohán del séptimo rayo, de la libertad. Maestro ascendido. Jerarca de la era de Acuario y patrocinador de los Estados Unidos de América. Inicia a las almas en la ciencia y el ritual de la alquimia y la transmutación con la llama violeta, mediante el poder de la Palabra hablada, la meditación y la visualización. Su retiro en América del Norte es la Cueva de los Símbolos en Table Mountain, Wyoming. También utiliza el Retiro del Royal Teton en el Grand Teton, en Jackson Hole (Wyoming); el retiro de su guru, el Gran Director Divino, la Cueva de la Luz en la India; y la Mansión de Rakoczy, su foco en Transilvania. Las melodías clave de la Mansión de Rakoczy son: Cuentos de los Bosques de Viena y la Mar­cha Rakoczy. Véase Tabla de los ocho rayos .

Encarnación de Godfre, el Dios Obediencia.

(plural del hebreo Eloha, “Dios”). El nombre de Dios empleado en el Antiguo Testamento cerca de 2,500 veces con el significado de “El Poderoso” o “El Fuerte”. Elohim es un sustantivo uniplural que hace referencia a las llamas gemelas de la Divinidad que componen el “Divino Nosotros”. Cuando se habla específicamente de la mitad masculina o de la mitad femenina se conserva la forma plural porque se entiende que una parte del Todo Divino contiene y es el Yo andrógino (el Divino Nosotros). Los siete poderosos Elohim y sus contrapartes femeninas son los constructores de la forma; de ahí que Elohim sea el nombre de Dios usado en el primer versículo de la Biblia: “En el principio creó Dios los cielos y la tierra” (Génesis 1:1). Los cuatro seres de los elementos (las Cuatro Fuerzas Cósmicas) sirven directamente bajo los Elohim y tienen dominio sobre los elementales: gnomos, silfos, salamandras y ondinas.

     Los siete poderosos Elohim son “los siete Espíritus de Dios” nombrados en el Apocalipsis (4:5) y las “estrellas matutinas” que cantaron juntas en principio, tal como el SEÑOR se las reveló a Job (Job 38:7). Hay también cinco Elohim que rodean el núcleo de fuego blanco del Gran Sol Central. En el orden de la jerarquía, los Elohim y los seres cósmicos son portadores de la mayor concentración y de la más alta vibración de luz que podamos percibir en nuestro estadio de evolución. Junto con los cuatro seres de la naturaleza, sus consortes y los constructores elementales de la forma, representan el poder del Padre como Creador (el rayo azul). Los siete arcángeles y sus complementos divinos, los grandes serafines, los querubines y las huestes angelicales representan el amor de Dios en la ardiente intensidad del Espíritu Santo (el rayo rosa). Los siete chohanes de los rayos y todos los maestros ascendidos, junto con los hijos e hijas de Dios no ascendidos, representan la sabiduría de la ley del Logos en la función del Hijo (el rayo amarillo). Estos tres reinos forman una triple manifestación y trabajan equilibradamente para desacelerar las energías de la Trinidad. Entonar el sonido sagrado “Elohim” libera el tremendo poder de la percepción de sí mismos como Dios, desacelerada para que la usemos en santidad por mediación del Cristo Cósmico.

     Para los nombres de los siete Elohim, los rayos en los que prestan su servicio y la ubicación de sus retiros etéricos, véase Tabla de los ocho rayos .

Apocalipsis 3:1; 4:5; 5:6

Emanaciones de luz de la Divinidad; los siete rayos de la luz blanca que emerge a través del prisma de la conciencia del Cristo. Véase Tabla de los ocho rayos .

(latín: mater, “madre”). La polaridad femenina (negativa) de la Divinidad, cuya polaridad masculina (positiva) es el Espíritu. La Materia actúa como un cáliz para el reino de Dios y es el lugar de morada de almas en evolución que se identifican con su Señor, el Santo Ser Crístico. La Materia se distingue de la materia, la sustancia de la tierra, terrena, de los reinos de maya, que bloquea en vez de irradiar la luz divina y el Espíritu del YO SOY EL QUE YO SOY.

La materia es la materialización de la Llama de Dios, el medio por el cual el Espíritu adquiere, “físicamente”, cuádruple dimensión y forma a través de la polaridad femenina, o negativa, de la Divinidad. Los maestros ascendidos usan Mater o Matter indistintamente para describir los planos de la existencia que comprenden y se amoldan al cáliz universal, o matriz, para el descenso de la luz de Dios que se percibe como Madre. A través de este aspecto de sí mismo como Madre es como el Espíritu de Dios, el Padre, desarrolla en sus hijos la conciencia del Cristo, el unigénito de Dios, como percepción de sí mismos en el Cristo en desenvolvimiento a través de la llama trinala chispa divina y sello de autenticidad de los coherederos que serán. El alma que desciende de los planos del Espíritu mora en el tiempo y el espacio en la Materia para su evolución espiritual/física, que requiere automaestría en las energías de Dios con el recto ejercicio del libre albedrío. Los cuatro cuerpos inferiores del hombre, de un planeta o de sistemas de mundos —los cuatro planos, cuadrantes y fuerzas cósmicas— ocupan y constituyen las frecuencias de la Materia. Véase Madre, Espíritu.
1. Los que surgen como fruto de la unión divina de las espirales de Alfa y Omega; los que tienen al Cristo consigo como el Emmanuel. La creación del Padre-Madre Dios (Elohim) hecha a imagen y semejanza del Divino Nosotros, identificada por la llama trina de la Vida anclada dentro del corazón.      2. En el sendero, la expresión “hijos e hijas de Dios” denota un nivel de iniciación y un rango en la jerarquía que está por encima de los que se llaman niños de Dios, niños en el sentido de que no han pasado las iniciaciones del fuego sagrado en el discipulado, lo que justificaría que se les llamara coherederos con el Cristo, esto es, hijos e hijas de Dios.

Encarnación de Lanello.

O Madre de la Llama. Véase Madre.

Madre

Madre Divina, Madre Universal y Virgen Cósmica son otros tantos términos para designar la polaridad femenina de la Divinidad, la manifestación de Dios como Ma­dre. La Materia [inglés: Matter] es la polaridad femenina del Espíritu y los maestros ascendidos utilizan el término  alternadamente con Mater (latín: “madre”). En este contexto, todo el cosmos material se convierte en el vientre de la creación, hacia el cual el Espíritu proyecta las energías de la Vida. La Materia es, entonces, el vientre de la Virgen Cósmica, quien, como la otra mitad del Todo Divino, también existe en el Espíritu como polaridad espiritual de Dios.

Jesús mismo reconoció a Alfa y Omega como los más altos representantes del Dios Padre-Madre y con frecuencia se refirió a Alfa como Padre y a Omega como Madre. Quienes asumen la polaridad femenina de la conciencia después de su ascensión son maestras ascendidas. Junto con todos los seres femeninos (polarizados femeninamente) en las octavas de luz, son los focos de la llama de la Madre Divina para las evoluciones de la humanidad que se desarrollan en muchos sistemas de mundos. Sin embargo, siendo andróginos, todos los miembros de las huestes celestia­les son focos de cualquiera de los atributos masculinos o femeninos de la Divinidad a voluntad, pues ya han entrado en las esferas de la Totalidad Divina. Madre de la Llama (o Madre del Mundo). Cargo en la jerarquía que ocupan sucesivamente aquellas devotas no ascendidas designa­das por la Gran Hermandad Blanca para nutrir, o incubar, la llama de la Vida en toda la especie humana. En 1961, Clara Louise Kieninger fue nombrada primera Madre de la Llama de la Fraternidad de Guardianes de la Llama por Saint Germain. El 9 de abril de 1966, ese manto fue transferido a la mensajera Elizabeth Clare Prophet. En ese momento Clara Louise Kieninger se convirtió en la Madre de la Llama Regente. Hizo su ascensión el 25 de octubre de 1970 en Berkeley, California, y continúa ocupando ese cargo desde el estado ascendido.

I AM. El nombre de Dios; “Dios en mí es”.

(sánscrito: “ser de bodhi o iluminación”). Un ser destinado a la iluminación, o cuya energía y poder están dirigidos a la iluminación. Un bodhisattva está destinado a convertirse en un buda pero ha pospuesto la bendición del nirvana por su voto de salvar a todos los hijos de Dios en la Tierra. Un maestro ascendido o un maestro no ascendido pueden ser bodhisattvas. En la escuela del budismo Mahayana, convertirse en bodhisattva es la meta del sendero de iniciación.

     El sendero del bodhisattva se divide generalmente en diez etapas, llamadas bhumis. El bodhisattva se esfuerza para progresar de una etapa a la siguiente hasta que obtiene la iluminación.

Decidir, declarar, determinar u ordenar; mandar o conminar; invocar la presencia de Dios, Su luz/energía/conciencia, Su poder y protección, pureza y perfección. Está escrito en el Libro de Job: “Decretarás una cosa y te será establecida, y sobre tus caminos resplandecerá luz.” Hacer decretos dinámicos.