Daniel y Nada Rayborn son maestros ascendidos y , así como iniciados de , de cuyo , Ray King, fueron amigos durante la década de 1930. La enseñanza y la ayuda que los maestros les proporcionaron los capacitaron para hacer su .
Gran cantante de ópera antes de ascender (y mucho mejor después), la señora Rayborn era pupila de la maestra ascendida . El señor Rayborn era un exitoso hombre de negocios. Como propietario de una mina rentable, manifestó cualidades crísticas en su trato con los hombres que trabajaban para él, las cuales contribuyeron a su de victoria que llevó su ascensión en 1931, en la Cueva de los Símbolos, con la ayuda del acelerador atómico.
El ejemplo de Daniel y Nada Rayborn, su amor mutuo y el lazo de servicio común, por siempre proporcionará fortaleza a aquellos que los llamen pidiendo ayuda en la expansión de la en la vida familiar. Rex y Nada, los hijos de Daniel y Nada, también ascendieron en esa vida. Al sintonizamos con esta moderna familia estadunidense, sabemos que a nosotros también nos es posible ascender y seguir sus pasos. La matriz de la unidad familiar, el foco de la Santa Trinidad, que sostenían Saint Germain, Jesús y la Virgen María, es una llama de esperanza para todas las familias modernas que se enfrentan a las fuerzas divisorias de la civilización moderna.
Mucho de lo que conocemos de Daniel y Nada Rayborn proviene del libro de Godfre Ray King (Guy Ballard) The Magic Presence (La Mágica Presencia). Godfre y su esposa, (Edna Ballard), eran mensajeros de Saint Germain en el Movimiento YO SOY a principios de la década de 1930.
Godfre conoció a Daniel Rayborn en el verano de 1930, en el hotel Brown Palace, en Denver, tras recibir una carta de presentación de Saint Germain. Godfre escribió en La Mágica Presencia:
Mi impresión de Rayborn fue muy agradable, pues toda su actitud era armoniosa y amable y, al mismo tiempo, sentí que era un hombre de carácter fuerte con un profundo sentido del honor. De cabeza bien formada, rasgos clásicos, cabello gris acero y ojos de un azul grisáceo, claros y penetrantes. Andaba muy erguido y medía más de 1.85 metros.
El día después de conocerse, Godfre acompañó a Daniel a su rancho Diamond K, en Wyoming, una de las propiedades mineras de Daniel. Más tarde, al visitar otra de las operaciones mineras de Daniel, Godfre destacó que jamás había visto mejor grupo de hombres. Godfre conoció en el rancho Diamond K a los dos hijos de Daniel: Rex, de dieciocho años, y su hermana Nada, de dieciséis. Los jóvenes tenían una notable voz para el canto e interpretaron para Godfre una noche, después de cenar. Esa noche, Nada habló a Godfre de su madre, cuyo nombre también era Nada.
El padre de su madre era inglés; la madre de su madre, educada en Inglaterra, era la hija de un jeque árabe. Cuatro semanas antes de que la madre de los jóvenes falleciera, recibió revelaciones trascendentes. Saint Germain había acudido a ella por primera vez al principio de su carrera en la gran ópera, cuando sufrió un ataque de miedo escénico. El maestro le tocó la frente con los dedos de la mano derecha. Al instante, ella se calmó y fue capaz de interpretar bien. Saint Germain le habló del hombre que había de desposar y de sus futuros hijos. El maestro se presentaba a menudo y le enseñaba leyes cósmicas que ella era capaz de aplicar con éxito. Más tarde él le dijo que ella tenía trabajo que hacer en los niveles internos pero que él siempre se ocuparía de sus hijos.
Nada le dijo a Godfre:
Poco después de nacer yo, nuestro amado maestro, Saint Germain, visitó a [Mamá] y le explicó que ella tenía trabajo que realizar en los planos superiores de la vida y que él siempre nos mantendría a Rex y a mí a su gran cuidado, amoroso y protector… Saint Germain dijo que papá no estuvo suficientemente despierto para que se le comunicara [la Gran Ley] hasta hace aproximadamente un año, cuando… Saint Germain vino a él.
La noche siguiente, después de cenar, Daniel Rayborn se encontró con Godfre, Rex y Nada. Les dijo que Saint Germain lo había despertado a las cuatro de la madrugada de aquel día y que le había dado enseñanza durante al menos dos horas. Saint Germain le reveló que pronto ascendería.
En un dictado dado a través de , el 14 de octubre de 1963, el maestro ascendido Daniel Rayborn explicó cómo su contacto con Saint Germain antes de ascender lo impulsó hacia el espiritual:
Fue una experiencia tan maravillosa para mí, cuando entré en contacto por primera vez con Saint Germain, cuando me di cuenta de que era una persona viva y vibrante, un gran maestro ascendido, alguien que podía venir desde los grandes éteres cósmicos con la rapidez del relámpago azul y darse a conocer y hacerse sentir. La presencia tangible de este maestro inundó mi ser, y fui completamente consciente del hecho de que estaba ante la presencia de una gran divinidad. Pero la singular y peculiar cualidad que me impartió sobre todas las demás, que inunda mi alma en este momento de maravilla, es el hecho de que Dios en mí tenía el mismo deseo de transformación que el que residía en el ser de Saint Germain.
Me hizo saber que era la maravilla del amor de Dios la que me impartiría a mí también toda la talla de un maestro ascendido. Engendró en mí gran fe y valor, y la esperanza, cuando tuve que afrontar muchas vicisitudes en el mundo de los negocios y en situaciones familiares, de que la gran de Dios me sacaría salvo de todas aquellas situaciones y de que, al final, recibiría el regalo de la ascensión.
En ese mismo dictado Daniel Rayborn nos enseñó el que podemos utilizar en momentos de tribulación:
Muchos de vosotros, que algunas veces os veis afligidos por elementos de dudas y sombras, debéis reconocer la constancia del sol de vuestro ser que brilla detrás de cada nube. Habéis oído decir que no hay mal que por bien no venga, pero a veces para las personas que están pasando por momentos de tribulación estas palabras son de poco consuelo. Los hombres han de reconocer la necesidad de no tomar decisiones necesariamente en sus momentos de tribulación sino esperar hasta que las nubes hayan pasado y el ciclo se haya terminado.
Las palabras ‘¡Esto también pasará!’ son un fíat de autoridad que Saint Germain me enseñó como un antiguo mantra. Cuando se entiende correctamente y se aplica a la vida, tiende a actuar como un borrador, que hace borrón y cuenta nueva y quita las imágenes indeseadas de la conciencia. ‘¡Esto también pasará!’ afirmado tres veces y seguido de ‘¡La luz de Dios nunca falla!’ tres veces crea un mantra de conciencia crística para limpiar la conciencia de condiciones indeseadas y producir una victoria positiva sobre elementos negativos que a veces pueden ser proyectados hacia nuestra conciencia.
Pocos días después de que Saint Germain despertara a Daniel Rayborn y le instruyera, el maestro pasó tres días con Daniel, Rex y Nada Rayborn y con Godfre en la Cueva de los Símbolos, su retiro cerca del rancho de Rayborn. Les ofreció un recorrido al retiro y les mostró invenciones maravillosas, como un aparato llamado acelerador atómico.
Saint Germain explicó que el acelerador atómico era
una forma mecánica de acelerar la vibración atómica del cuerpo humano… y ayudar a elevarlo hacia el puro al que se refirió Jesús como el [vestido] sin costuras o el vestido de bodas del Espíritu… Será utilizado mucho en el futuro como ayuda para elevar el átomo de la carne física hacia su pureza y estructura divinas: el Cuerpo Electrónico. Este cuerpo perdura para siempre, eternamente joven, hermoso, fuerte, perfecto y libre de cualquier limitación concebible. En este cuerpo, las personas pueden funcionar allá donde escojan hacerlo en el universo, y así lo hacen, porque en él no hay barreras de tiempo, lugar, espacio o condición.
Saint Germain también explicó que el acelerador atómico establece un perfecto equilibrio en la estructura cerebral. Al equilibrar los estados mental y emocional, la deshonestidad y el crimen de todo tipo se pueden prevenir. El acelerador atómico se utilizó en la , aunque entonces estaba menos perfeccionado.
Durante la visita de los Rayborn a la Cueva de los Símbolos, Saint Germain pidió a Daniel Rayborn que se sentara en el acelerador atómico, que refulgía con corrientes de luz. Tras esta experiencia, Rayborn dijo:
Las palabras no pueden describir las maravillas que he experimentado. Y por primera vez en mi vida comienzo a conocer el verdadero significado de la vida.
Mediante esta máquina, Rayborn recibió una extensión de vida gracias a la elevación de la estructura atómica del cuerpo físico.
Un año después, como Saint Germain había predicho, Daniel Rayborn hizo su ascensión. Fue a la Cueva de los Símbolos, donde se preparó durante varios días para la ascensión en lo que Saint Germain llamó la Cámara de Luz. En su dictado del 14 de octubre de 1963, el Daniel Rayborn describió lo que experimentó en aquel glorioso momento de su ascensión:
¡Oh, la gloria y la oleada de poder, la bendición suprema, el contacto con la hueste angélica! Pero, sobre todo, la gran sensación de unión con la propia poderosa .
Recuerdo cómo pasó por mi conciencia el pensamiento de que era algo parecido a estar afuera al mediodía, mirar hacia arriba, a los cielos, y reconocer que ni una estrella era visible, y luego, de repente, ser transferido a la hora de la medianoche y ver que todo el cielo estaba lleno de hermosos puntos de luz. Porque tuve conciencia de regiones del cosmos en las que no había pensado ni había concebido jamás. Y sentí un parentesco con maravillosas mentes y corazones individuales, una reunión con aquellos cuya ausencia había sentido por mucho tiempo. Al instante supe que nada de este mundo tenía importancia ni era digno de nada comparado con la ascensión…
El último pensamiento que pasó por mi mente al elevarme hacia la gran luz para ser absorbido fue: ‘¡Oh, si tan sólo pudiera contarles!’… Y después me di cuenta, al reflexionar, de que ese pensamiento ha llenado la mente y la conciencia de todos los que han ascendido. Porque todos han sentido: ‘¡Oh, si tan sólo pudiera contarles!’
Éste es el deseo que nosotros, las huestes ascendidas, experimentamos: tratar de llegar a la conciencia humana, con toda su densidad, sus casi sofocantes condiciones externas, y decir: ‘Oh, invierte todo lo que tienes en la búsqueda de tu divinidad, para que puedas recibir la bendición de la ascensión al final de esta vida!’
Daniel Rayborn concluyó ese dictado con un regalo especial. Pidió que se colocara ante el altar una silla dorada y dijo:
Pido al que las resurgentes energías de la realización crística se magnifiquen, y que un haz de sustancia luminosa directa atraviese la sustancia de esta silla y la energice por espacio de una hora.
Damas y caballeros, hemos recibido permiso de la para que una acción de un uno por ciento de radiación del acelerador atómico sea anclada en esta silla. Pedimos que la compartáis unos con otros durante la próxima hora.
Durante una hora los estudiantes de los maestros se turnaron para sentarse en la silla dorada.
Por intercesión de Saint Germain, Nada pudo visitar a su familia desde el estado ascendido. Dijo que tras fallecer doce maestros ascendidos, incluyendo a Saint Germain, la rodearon, mostrándole cómo podía elevar la estructura atómica de su cuerpo físico hacia el “Cuerpo Electrónico puro”.
A medida que el proceso de elevación tuvo lugar gradualmente, fui cada vez más consciente de la luz resplandeciente que llenaba todo mi cuerpo… Sentí la más maravillosa energía radiante entrar en mí y pasar a través de mí, barriendo todo vestigio de resistencia e imperfección y vivificando mi conciencia.
Fui cada vez más consciente de mi Poderosa Presencia YO SOY, hasta que finalmente estuvo ante mí, visible, tangible y muy real. Firme y poderosamente sentí cómo mi cuerpo físico era atraído hacia mi glorioso Yo Divino y cómo era envuelto por él; y cuando salí del cementerio apenas pude darme cuenta de lo trascendente que había llegado a ser. Las viejas y limitadas actividades humanas de mi conciencia fueron elevadas hacia ese sentido alerta de libertad y uso ilimitado de la sabiduría y el poder. Se me mostró con mucha claridad, ahora que estaba consciente de esta actividad más grande, que debía utilizarla. Entonces llegó una sensación aún más completa de libertad, belleza, alegría y servicio que debía prestar a aquellos que aún siguen sin ascender.
En un dictado del 13 de mayo de 1962, Nada Rayborn habló de su servicio como maestra ascendida:
Algunos de vosotros recordaréis que fui una prima donna y que trabajé en relación con la ópera… Hoy mi canto es un canto del Espíritu y mi voz puede oírse de noche, en los varios retiros, cuando los miembros de la Gran Hermandad Blanca están reunidos.
Porque de vez en cuando, a petición del amado Saint Germain y el amado Daniel Rayborn, y mi hijo e hija y otros miembros de las huestes ascendidas, aún doy una rendición al corazón de mi propia Presencia ante la multitud de huestes ascendidas. Vierto mis melódicas interpretaciones del universo y me regocijo continuamente en el privilegio de hacerlo.
Vuestros talentos, amados míos, nunca se os quitan al ascender en la luz. Son enriquecidos y despojados de limitaciones.
© Summit University Press
Evangelista. El que va delante de los ángeles llevando a los habitantes de la tierra la buena nueva del evangelio de Jesús el Cristo y, en el tiempo señalado, el Evangelio Eterno. Los mensajeros de la Gran Hermandad Blanca en esta era han sido ungidos apóstoles (apóstol: “el enviado en una misión”) por la jerarquía. Entregaron, a través de los dictados (profecías) de los maestros ascendidos y con el poder del Espíritu Santo, el testimonio y las enseñanzas perdidas de Jesucristo a la simiente del Cristo, las ovejas perdidas (las almas dañadas y marcadas por los tiranos y los idólatras luciferinos) de la casa de Israel, y a todas las naciones.
Alguien entrenado por un maestro ascendido para recibir por diversos métodos las palabras, conceptos, enseñanzas y mensajes de la Gran Hermandad Blanca. El que entrega la ley, las profecías y las dispensaciones de Dios a unos hombres y a una era.
[Los mensajeros y maestros espirituales Mark L. Prophet y Elizabeth Clare Prophet, que enseñaron desde una perspectiva única, en una combinación de espiritualidad occidental y misticismo oriental, transmitieron profunda sabiduría y enseñanzas de todos los tiempos sobre el sendero de unión con Dios. Tocaron y transformaron la vida de millones de personas.
Fungieron como mensajeros de la Gran Hermandad Blanca y como portavoces de los maestros ascendidos. Recibieron entrenamiento especial e iniciaciones a lo largo de muchas encarnaciones con el fin de prepararse para este posición en la jerarquía. El papel de mensajero es algo único. Annice Booth, en Memorias de Mark. Mi vida con Mark Prophet, escribe:
“Un mensajero no es un canal ni un médium espiritista; un mensajero está bajo la dispensación de los profetas. En todas las épocas la Hermandad ha tenido lo que llamamos testigos. Ellos son los que escriben la ley, los que suenan la alarma y dan las profecías a la humanidad.
”Dios nunca ha dejado a la humanidad sin mensajeros, sin profetas. Prácticamente han pasado inadvertidos, sin ser escuchados, mientras la civilización y el karma seguían su curso.
”El entrenamiento para mensajero tiene lugar a lo largo de miles de años. No es algo que se obtenga con estudios psíquicos, ni algo que se reciba por el solo esfuerzo. El cargo de mensajero es una asignación y una ordenación.”]
El ritual en el que el alma se reúne con el Espíritu del Dios vivo, la Presencia YO SOY. Es la culminación de la estadía divinamente victoriosa del alma en el tiempo y el espacio. Es la recompensa del justo, el regalo de Dios tras el juicio final delante del gran trono blanco, durante el cual todo hombre es juzgado “según sus obras”.
Enoc, de quien se dice que “caminó con Dios, y desapareció, porque le llevó Dios”, pasó por la ascensión; también Elías, quien subió al cielo en un torbellino; y Jesús, aun cuando su ascensión no tuvo lugar en la ocasión en que las escrituras dicen que fue llevado al cielo en una nube. El Morya, maestro ascendido, ha revelado que Jesús vivió muchos años después de estos hechos e hizo su ascensión después de su fallecimiento en Cachemira, a los 81 años, en el año 77 d.C.
La reunión con Dios en la ascensión, esto es, el término de las rondas de karma y renacimiento y el regreso a la gloria del SEÑOR, es la meta de la vida para los hijos e hijas de Dios. Jesús dijo: “Y nadie subió al cielo, sino el que descendió del cielo, incluso el Hijo del hombre.” Por medio de la salvación (inglés: salvation), la “autoelevación” (inglés: Self-elevation), o sea, la elevación consciente del Hijo de Dios dentro de su templo, el alma se pone el vestido de bodas para realizar la función del Hijo (inglés: Son, o Sun [sol], o luz) de la manifestación (inglés: man: hombre): el Hijo del hombre. Siguiendo el sendero iniciático de Jesús, el alma, habiendo saldado su karma y cumplido su plan divino, se fusiona con la conciencia crística y después con la presencia viva del YO SOY EL QUE YO SOY. Una vez que la ascensión ha tenido lugar, el alma, el aspecto corruptible del ser, se convierte en el incorruptible, un átomo en el Cuerpo de Dios. Véase matrimonio alquímico.
Apocalipsis 20:12-13; Génesis 5:24; 2 Reyes 2:11; Lucas 24:50-51; Hechos 1:9-11; Juan 3:13
La maestra ascendida Nada es el chohán del sexto rayo (rayo púrpura y oro), de la paz, la ministración y el servicio. También es miembro del Consejo Kármico, en el que presta servicio como representante del tercer rayo (rayo rosa), del amor divino. De Nada aprendemos la aplicación práctica del amor y el sendero de cristeidad personal mediante el ministerio y el servicio a la vida.
[Los maestros ascendidos utilizan continuamente la palabra momentum en sus enseñanzas, con el significado original del término, que en inglés es “la fuerza del movimiento [motion] adquirida por un objeto en movimiento [moving] como resultado de la prolongación de [dicho] movimiento [motion]” (traducido de Webster Third International Dictionary).
La palabra momentum en latín significa “movimiento” y fue usada por el físico y matemático Isaac Newton (1643-1727) para describir un cuerpo en movimiento. El latín era la lengua de uso en las universidades europeas a la sazón. Hoy este concepto se llama “movimiento lineal” o “momento lineal”. Se representa por una p y su fórmula es p = m * v, donde m = masa, v = velocidad. Cuando damos un impulso a un objeto, éste empieza a moverse. La Primera Ley del Movimiento de Newton dice que si se retira el impulso el objeto sigue moviéndose a una velocidad constante. Para parar el objeto hay que aplicar una fuerza. Mientras más pesado el objeto (más masa), más fuerza se requiere para detenerlo. Asimismo, mientras más rápido va el objeto (más velocidad), más difícil resulta detenerlo.
La palabra momentum es una deformación de movimentum, formada por el verbo movere (“mover”) y el sufijo -entum, equivalente a -ento en español, que en este caso indica estado físico.
Podría traducirse por “momento”, pero para evitar confusión con el significado más común de este término (un instante de tiempo) hemos dejado siempre “moméntum” en nuestras traducciones. Es el equivalente de lo que algunos traducen por "impulso acumulado".]
Al estudiar estos reinos de la jerarquía también aprendemos algo acerca de cómo aplicamos la llama que está en nuestro corazón. Aprendemos, entonces, que es la energía del rayo azul, el impulso [thrust] del poder, la que da ímpetu [impetus] a la idea contenida en la mente de Dios. Sin ese impulso de energía, la idea carece de moméntum [momentum]. Es como la flecha lanzada desde el arco. Es la energía para estirar la cuerda hacia atrás la que da moméntum a la flecha que es la idea de Dios dirigiéndose a la manifestación.
La llama del Cristo, la chispa de la vida que arde en la cámara secreta del corazón de los hijos e hijas de Dios. La sagrada trinidad de poder, sabiduría y amor que es la manifestación del fuego sagrado. Véase Gráfica de tu Ser Divino.
La maestra ascendida Lotus estuvo encarnada por última vez como Edna Ballard, mensajera de Saint Germain en la Actividad del YO SOY, movimiento fundado en los inicios de los años 30. Su llama gemela es el mensajero Guy W. Ballard, ahora el maestro ascendido Godfre. A través de ellos Saint Germain entregó por primera vez al mundo el conocimiento de la llama violeta.
La luz espiritual es la energía de Dios; el potencial del Cristo. Como personificación del Espíritu, el término “Luz” puede utilizarse como sinónimo de los términos “Dios” y “Cristo”. Como esencia del Espíritu es sinónimo de “fuego sagrado”. Es la emanación del Gran Sol Central y de la Presencia YO SOY individualizada, y la Fuente de toda vida. Es lo que enciende la chispa divina, porque la Luz verdadera alumbra a toda manifestación de Dios que debe descender a un mundo oscurecido. El portador de Luz es el que desplaza la Oscuridad, y la Luz de su Presencia YO SOY proviene de los reinos del Día Eterno.
Juan 1:7-9
Fórmula mística o invocación; palabra o combinación de palabras que se consideran sagradas, a menudo en sánscrito, que se recita o canta con el fin de intensificar la acción del Espíritu de Dios en el hombre; forma de oración que consiste en una palabra o grupo de palabras que se canta una y otra vez para atraer un aspecto particular de la Deidad o de un ser que materializa ese aspecto de la Deidad. Según la tradición hindú, los sabios que recibieron los mantras por inspiración divina eran capaces de escuchar los tonos fundamentales del universo. Véase decreto.
[Definición del hinduismo: “mantra significa ‘instrumento para pensar’, es una herramienta utilizada para transformar la mente. En la práctica, un mantra es un sonido, palabra o frase sagrados que se pueden recitar en voz alta, en voz baja o mentalmente. Aunque se expresa físicamente como sonido, la verdadera esencia de un mantra es la vibración insonora de la energía divina integrada en él. Un mantra trabaja con una mente enfocada y llevando la atención hacia el interior; progresivamente conducirá a niveles de conciencia más elevados y más sutiles.”]
El Cuerpo Electrónico puro al que se refirió Jesús como el [vestido] sin costuras o el vestido de bodas del Espíritu… Será utilizado mucho en el futuro como ayuda para elevar el átomo de la carne física hacia su pureza y estructura divinas: el Cuerpo Electrónico. Este Cuerpo perdura para siempre, eternamente joven, hermoso, fuerte, perfecto y libre de cualquier limitación concebible. En este cuerpo, las personas pueden funcionar allá donde ellas escojan hacerlo en el universo, y así lo hacen, porque en él no hay barreras de tiempo, lugar, espacio o condición” (Saint Germain, La Mágica Presencia).
El continente isla que se encontraba donde ahora está el océano Atlántico y que se hundió en el cataclismo conocido como el Diluvio de Noé, hace aproximadamente 11,600 años, según cálculos de James Churchward. Platón la describió vívidamente; Edgar Cayce la “vio” y la describió en sus lecturas; Taylor Caldwell la rememora en algunos pasajes de La leyenda de la Atlántida; Otto Muck, fallecido científico alemán, la exploró científicamente y la autentificó, estableciendo la hora y la fecha de su destrucción (por un asteroide que se impactó en el Triángulo de las Bermudas con una fuerza equivalente a treinta mil bombas de hidrógeno), ¡a las 8 pm del 5 de junio de 8498 a.C.! En sus diálogos Platón cuenta que en “la isla de la Atlántida había un gran y maravilloso imperio” que regía África hasta Egipto, Europa hasta Italia y “partes del continente” (se piensa que es una referencia a América, específicamente a América Central, Perú y el valle del Mississippi). Se ha postulado que la Atlántida y las pequeñas islas que la bordeaban al este y al oeste formaban un puente de tierra continuo que iba de América a Europa y África.
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Filipenses 2:5