Volver a Armadura del Reloj Cósmico – Psicología para el hombre y la mujer de acuario

• Reloj Cósmico

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Saldar el karma personal y el karma planetario

Desde el punto de origen van llevando una llama, la antorcha de Capricornio. La llevan a cada una de las doce jerarquías, y la depositan primero en la casa de Acuario y la colocan sobre el altar. Toman la antorcha de Acuario y la llevan a la casa de Piscis. Y así sucesivamente. Como emisarios de cada jerarquía, cargan su antorcha durante ese mes en particular, son seres crísticos –ungidos de la llama de – que aceptan el reto de ir a consumir la causa y el núcleo no solamente del personal, del mal uso que hayan hecho de esa , sino del karma planetario.

La influencia de su pasa del al cuando empiezan ustedes a manifestar la maestría divina, establecida mediante un cotidiano de s e invocaciones. En este ritual invocan el fuego suficiente para que al hacer sus llamados por la mañana sus energías sean suficientes no solamente para transmutar su propio karma de ese día en una casa y un signo, sino también para hacer considerable mella en el karma planetario del día.

El de la y el sendero de la budeidad deberían considerarse líneas paralelas de la iniciación personal y la iniciación planetaria, un movimiento hacia la derecha y hacia la izquierda, hacia la derecha y hacia la izquierda, donde la derecha significa saldar karma personal a través del servicio, del sacrificio del ego y de la entrega, y la izquierda significa asumir karma planetario y saldar este karma en los fuegos sagrados del corazón. De esta manera, hacia la derecha y la izquierda, hacia la derecha y la izquierda debemos caminar por estas líneas paralelas de automaestría.

No podemos ascender de regreso al corazón de Dios a menos que contribuyamos a saldar karma planetario. Todos los que nos han mostrado el sendero de la maestría han demostrado que en cierto momento es necesario pasar de la fase personal a la fase planetaria. El sentido de que muriera por nuestros pecados en la cruz es que estaba transmutando karma planetario. Y cualquiera que alcance esa maestría debe pasar por la iniciación de la crucifixión; no necesariamente entregando el cuerpo físico sino estando dispuestos a asumir en ese cuerpo espirales de karma planetario para saldarlas o alinearlas en la dentro del corazón.

 

Su reloj cósmico personal

Además del calendario anual, los doce meses del reloj, siempre deben tener en cuenta su edad; cualquiera que sea su edad, búsquenla en el reloj, poniendo el cero en la línea de las 12, el primer año en la línea de la 1 y así sucesivamente por todo el reloj, hasta que lleguen a su edad. Si tienen 36 años estarán en la línea de las 12 de Capricornio durante todo el año. Si tienen 48, 60, 12 o 72 años, estarán en la línea de la jerarquía de Capricornio durante ese año. En ese año caminarán por las doce jerarquías un mes tras otro.

Por ejemplo, si tienen 26 años estarán en la línea de las 2 durante ese año; pero el día en el que cumplen años comienzan en el primer mes de su año bajo la jerarquía de Capricornio. Recuerden que todos los ciclos comienzan en Capricornio. Es como si fueran dos discos del contador que mide la electricidad, que tiene todos esos pequeños relojes. Un reloj es para el ciclo anual y el otro es para el ciclo mensual.

Éste es su reloj personal. Aún existen otras fases; hay otras formas de dividirlo. Hay otras cosas que pueden aprender sobre él, como los trígonos y la polaridad de los signos. Por ejemplo, cuando están pasando por una prueba en Aries es necesario recordar que habrá pruebas secundarias en Libra porque es la polaridad opuesta de Aries en el reloj. Pueden estar conscientes de esta prueba. Simultáneamente, hay pruebas en el trígono de fuego porque Aries es un signo de fuego. El triángulo, el gran trígono de pruebas en el mes o en el año de Aries, está conformado por las líneas 3, 7 y 11, que son respectivamente los signos de fuego: Aries, Leo y Sagitario (figura 13). Forman una llama trina, como pueden ver por los colores de la figura. Aries es el signo azul de fuego, Leo es el signo rosa de fuego y Sagitario es el signo amarillo de fuego, según el desarrollo de la llama trina. Así, cada uno de los cuatro elementos que pasan por las doce jerarquías nos da una oportunidad de equilibrar ese elemento en la llama trina.

 

 

Los signos de agua –Piscis, Cáncer y Escorpión– van juntos y corresponden a las líneas 2, 6 y 10 (figura 15). La 2 es amarilla, la 6 es azul y la 10 es rosa. Ésta es la llama trina para alcanzar la maestría bajo las jerarquías de agua. Si están en un año de Escorpión, también recibirán pruebas de la sustancia de Piscis y Cáncer, porque se trata de las pruebas de ese gran trígono: hay que equilibrar ese triángulo y esa llama trina.

 

 

Pueden trazar y estudiar su reloj cósmico y por mediación de su Ser Crístico descifrar todo tipo de información sobre ustedes mismos y sobre su vida. Los invito a que hagan un esbozo general de la historia de su vida, de todo aquello que puedan recordar sobre los acontecimientos más decisivos, positivos tanto como negativos, y que los coloquen en el reloj. ¿Qué les sucedió a los 5 o 10 años? Quizá recuerden algo muy importante; y si no fue muy agradable, si fue un mal registro, hagan llamados a la para que lo consuma bajo la jerarquía en la que sucedió y bajo el maestro ascendido que sirve en esa línea. Si fue un gran acontecimiento, anótenlo como un ciclo clave de su destino cósmico. Aprovéchenlo al máximo. Amplifiquen su moméntum pidiendo a la jerarquía de ese signo que purifique y cierre ese suceso de su vida.

 

Los ciclos del planeta tierra

La tierra también está pasando por iniciaciones bajo los ciclos del . El ciclo del año natal del planeta comienza en el momento del cambio de signo de Sagitario a Capricornio, que es el solsticio de invierno. El solsticio de invierno (aproximadamente el 22 de diciembre) es en realidad el año nuevo que solemos celebrar el 31 de diciembre. Y ese año nuevo comienza con las pruebas de Capricornio para todo el cuerpo planetario.

Si leen los periódicos –lo poco que nos dicen sobre lo que ocurre–, si ven las noticias o si simplemente son observadores del mundo, verán que las naciones, sus gobiernos, sus economías y todas las fases de la actividad humana pasan por las pruebas de la jerarquía de Capricornio en ese periodo. Si trabajan para el orden mundial y para el gobierno divino y están interesados en ayudar a la sociedad y en servir a su comunidad, observarán que los líderes, la gente importante, están apesadumbrados por el peso de la luz y la oscuridad característico de Capricornio, y que el mal uso del en Capricornio por parte de la está impidiendo su funcionamiento. Así que, al hacer sus s para la acción mundial del 22 de diciembre al 21 de enero más o menos, procuren hacer invocaciones para la transmutación del karma mundial de crítica, condena y juicio, que son los abusos de la llama del poder divino en el .

La estación de invierno corresponde al ciclo etérico: el elemento fuego, el adentrarse en el núcleo de fuego.

La estación de la primavera y las pruebas que le llegan al cuerpo planetario en Aries simbolizan la mente, el elemento de la mente, el nuevo nacimiento, los fuegos de la resurrección que vienen con Aires. Durante el verano vienen las pruebas de las emociones. Las guerras, las manifestaciones y algunas veces las revueltas, así como todo tipo de turbulencias en el planeta entero y entre las personas, tienen lugar porque sus emociones están siendo puestas a prueba. Incluso el calor que experimentamos es producto de la sustancia mal calificada por el género humano en el del planeta. Al lidiar con la vida en verano debemos tener en cuenta las pruebas del , siempre presentes. En otoño llega el ciclo de tierra, la cosecha, que se corresponde con el y con el reciclaje de las energías; y vemos los frutos del Espíritu manifestados en los frutos de la tierra.

 

 

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(griego: Christos, “ungido”). Mesías (hebreo y arameo: “ungido”); “el Ungido”, aquel que es investido e infundido o ungido de la luz (el Hijo) de Dios. La Palabra, el Logos, la Segunda Persona de la Trinidad: “Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad… Aquél era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre que viene al mundo. En el mundo estaba, y el mundo fue hecho por él y el mundo no le conoció.” En la Trinidad hindú de Brahma, Vishnu y Shiva, el término “Cristo” corresponde a la encarnación de Vishnu, el Preservador; avatara, hombre Dios, el que despeja la oscuridad, guru.

     El Cristo Universal es el mediador entre los planos del Espíritu y los planos de la Materia; personificado como el Santo Ser Crístico, es el mediador entre el Espíritu de Dios y el alma del hombre. El Cristo Universal sostiene el nexo (el flujo en forma de ocho) de la conciencia a través del cual las energías del Padre (Espíritu) pasan a sus hijos para la cristalización (inglés: Christ-realization: realización crística) de la Llama de Dios por el esfuerzo de su alma en el vientre cósmico (la matriz) de la Madre (Materia). A este proceso se le llama materialización (inglés: Mater-realization: realización en la Materia), “El Descenso”. El proceso por el cual las energías de la Madre aglutinadas en el alma pasan a través del nexo de la conciencia crística hacia el Padre es la aceleración llamada espiritualización (inglés: Spirit-realization: realización en el Espíritu), “El Ascenso”. Otro nombre que se le da al proceso mediante el cual la energía del alma regresa de la Materia al Espíritu es sublimación (inglés: sublimation: sublime action: acción sublime) o transmutación. Siendo ya una con el Hijo, el alma experimenta la consumación de este proceso como la ascensión, la unión con el Espíritu de la Presencia YO SOY, el Padre. La ascensión es el cumplimiento en el cielo de la promesa de Jesús en la tierra: “En aquel día vosotros conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros… El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos con él morada.”

     La fusión de las energías de la polaridad positiva y negativa de la Divinidad en la creación ocurre a través del Cristo Universal, el Logos sin el cual “nada de lo que es fue hecho”. El flujo de luz del macrocosmos hacia el microcosmos, del Espíritu (la Presencia YO SOY) al alma y de regreso siguiendo la espiral en forma de ocho, se cumple a través de este bendito Mediador que es Cristo, el SEÑOR, la verdadera encarnación del YO SOY EL QUE YO SOY. Ya que Jesús es esa Palabra encarnada, puede decir: “El YO SOY es [el YO SOY en mí es] la Puerta Abierta [al cielo y a la tierra] que ningún hombre puede cerrar”, y “Todo el Poder me es dado [a través del YO SOY en mí] en el cielo y en la tierra”, y también “He aquí, YO SOY [el YO SOY en mí está] vivo por siempre –como Arriba, así abajo– y tiene las llaves del reino de los cielos y las llaves de la muerte y el infierno, y a quienquiera que el Padre quiera yo se las doy, y son dadas en su nombre”. Esto que aún hoy afirma el maestro ascendido Jesucristo también lo afirma para nosotros nuestro Santo Ser Crístico. Así, el Cristo Universal del Hijo único y de los muchos efectivamente mediatiza la Presencia del YO SOY hacia nosotros a través de nuestro propio y amado Santo Ser Crístico. Ésta es la verdadera comunión con el Cristo Cósmico cuyo Cuerpo (Conciencia) fue “partido”, compartido, individualizado para cada hijo del corazón del Padre. Los Hijos de Dios son depositarios de la Máxima Luz para los que aún son criaturitas en Cristo.

     El término “Cristo” o “ungido del Cristo” también denota un cargo en la jerarquía que ocupan los que han alcanzado la automaestría en los siete rayos y los siete chakras del Espíritu Santo. La maestría crística incluye equilibrar la llama trina (los atributos divinos de poder, sabiduría y amor) para la armonización de la conciencia y la implementación de la maestría de los siete rayos en los chakras y en los cuatro cuerpos inferiores mediante la Llama de la Madre (la kundalini elevada). En la hora designada para la ascensión, el alma así ungida eleva la espiral de la llama trina desde abajo de los pies, pasando por toda la forma, para la transmutación de todo átomo y célula de su ser, conciencia y mundo. La saturación y la aceleración de los cuatro cuerpos inferiores y el alma mediante esta luz transfiguradora de la llama crística ocurre en parte durante la iniciación de la transfiguración, se incrementa con la resurrección y adquiere plena intensidad durante el ritual de la ascensión.

     El Ser Crístico individual, el Cristo personal, es el iniciador de toda alma viviente. Cuando el individuo pasa estas diversas iniciaciones en el sendero de la cristeidad, incluyendo “dar muerte al morador del umbral”, se gana el derecho a que se le llame ungido del Cristo así como hijo o hija de Dios. Hay quienes, en eras pasadas, se ganaron semejante título y comprometieron esa culminación o no lograron manifestarla en encarnaciones subsiguientes. En esta era el Logos los requiere para que manifiesten su maestría divina interna y la perfeccionen en el plano físico mientras están en encarnación física. Por lo tanto, para asistir a los hijos e hijas de Dios en hacer que su manifestación sea conmensurable con su luz interior, los maestros de la Gran Hermandad Blanca han dado sus enseñanzas a través de los maestros ascendidos y de sus mensajeros en este siglo [XX]. Y Saint Germain fundó la Fraternidad de Guardianes de la Llama, a través de la cual envía lecciones mensuales graduadas a los miembros de esta orden, dedicada a guardar la llama de la Vida en todo el mundo. Antes de pasar con éxito las iniciaciones del discipulado, se hace referencia al individuo como hijito de Dios, en contraste con el término “Hijo de Dios”, que denota la plena cristeidad, en la cual el alma, en y como Hijo del hombre, se ha fundido en el Hijo de Dios siguiendo el ejemplo de Jesucristo.

     Con la expansión de la conciencia crística, el ungido del Cristo avanza para alcanzar la realización de la conciencia crística en el nivel planetario y es capaz de sostener el equilibrio de la llama crística para las evoluciones del planeta. Cuando logra esto, asiste a los miembros de la jerarquía celestial que prestan su servicio en el cargo de Instructores del Mundo y al Cristo planetario. Véase Gráfica de tu Ser Divino, Jesús.

Juan 1:1-4; 14:20, 23. Cf. Apocalipsis 3:8; Mateo 28:18; Apocalipsis 1:18

(sánscrito: “acto, acción, obra”). El karma es energía/conciencia en acción; la ley de causa y efecto y retribución. Llamada también ley del círculo, que decreta que cualquier cosa que hagamos completará un círculo y regresará a nuestra puerta para resolución. Pablo dijo: “Todo lo que el hombre sembrare, eso también segará.” Newton observó: “Para toda acción hay una reacción igual y opuesta.” La ley del karma requiere que el alma reencarne hasta que todos los ciclos kármicos se hayan saldado. Así, de una vida a la siguiente el hombre determina su destino por sus acciones, incluyendo sus pensamientos, sentimientos, palabras y obras. Saint Germain enseña el sendero acelerado de la transmutación del karma con la llama violeta del Espíritu Santo y trascendiendo las rondas de renacimiento a través del sendero de la cristeidad individual que conduce a la ascensión demostrada por Jesús.

Gálatas 6:7

El YO SOY EL QUE YO SOY (Éxodo 3:13-15), la presencia individualizada de Dios que es el foco de cada alma. La identidad divina del individuo; la Mónada Divina; la Fuente individual; el Padre. El origen del alma que se focaliza en los planos del Espíritu, justo arriba de la forma física; la personificación de la Llama de Dios para el individuo. Véase Gráfica de tu Ser Divino.
(griego: “pequeño mundo”). 1. El mundo del individuo, sus cuatro cuerpos inferiores, su aura y el campo de fuerza de su karma. 2. El planeta. Véase macrocosmos.
(griego: “gran mundo”). El cosmos más grande; la entera trama y urdimbre de la creación, que llamamos Huevo Cósmico. Término utilizado también para contrastar al hombre con el microcosmos, “el pequeño mundo”, contra el telón de fondo del mundo más grande en que vive. Véase microcosmos.
(inglés: right-you-all = "rectifícalo todo"). Éste debería ser el rito cotidiano: pedir al Señor que rectifique todo lo que está desalineado en nosotros a través del sagrado ritual. Éste es el verdadero significado de la palabra "ritual".
Una voluntad predeterminada, un edicto o un fíat, una decisión o declaración de la autoridad, una ley, una ordenanza o regla religiosa; una orden o mandato. El decreto es la más poderosa de todas las peticiones a la Divinidad. Es el “Mandadme” de Isaías 45:11, el mandato original a la luz, el “Lux fiat”, que es un derecho de nacimiento de los hijos e hijas de DiosVéase decretos dinámicos.
La entrada estrecha y el camino angosto que conduce a la vida (Mateo 7:14). El sendero de iniciación por el cual el discípulo que va en pos de la conciencia crística supera paso a paso las limitaciones de la individualidad en el tiempo y el espacio y alcanza la reunión con la Realidad a través del ritual de la ascensión.
Véase Cristo.
El maestro ascendido Jesucristo . El avatar de la era de Piscis; la encarnación de la Palabra, el Cristo Universal; el ejemplo de conciencia crística que los hijos de Dios tendrían que haber manifestado durante la dispensación de dos mil años de la era de Piscis; aquel que manifestó la plenitud del Ser Crístico y que por tanto fue llamado Jesús el Cristo. Vino para revelar el Ser Crístico individual a la humanidad entera y para demostrar las obras del Padre (la Presencia YO SOY) que Sus hijos e hijas pueden realizar en y a través de la llama del Ser Crístico o Yo Crístico individual. Jesús ocupa el cargo de Instructor del Mundo en la jerarquía, que comparte con el maestro ascendido Kuthumi, quien estuvo encarnado como san Francisco. El retiro de Jesús es el Templo de la Resurrección, ubicado en el reino etérico sobre Tierra Santa. También presta su servicio en el Retiro Árabe, en el desierto de Arabia, al noreste del Mar Rojo. Véase “Jesucristo y Saint Germain vienen a señalar el camino en la era de Acuario”, en Alquimia II.

La llama del Cristo, la chispa de la vida que arde en la cámara secreta del corazón de los hijos e hijas de Dios. La sagrada trinidad de poder, sabiduría y amor que es la manifestación del fuego sagrado. Véase Gráfica de tu Ser Divino.

Es un aspecto del séptimo rayo del Espíritu Santo. Es el fuego sagrado que transmuta la causa, el efecto, el registro y el recuerdo del pecado, es decir, del karma negativo. También se le denomina llama de la transmutación, de la libertad y del perdón. Cuando la llama violeta se invoca por medio de la ciencia de la Palabra hablada, produce cambios constructivos.

Reloj cósmico: la ciencia de graficar los ciclos del karma y las iniciaciones del alma en las doce líneas del reloj bajo las Doce Jerarquías Solares. Enseñada por la Madre María a Mark Prophet y Elizabeth Clare Prophet para que los hijos e hijas de Dios regresen a la Ley del Uno y a su punto de origen más allá de los mundos de la forma y de la causalidad inferior.

El fuego de la Kundalini, que se encuentra como una serpiente enroscada en el chakra de la base de la columna (el muladhara), y que con pureza espiritual y automaestría se eleva hacia el chakra de la coronilla, acelerando los centros espirituales o chakras a su paso. Dios, luz, vida, energía, el YO SOY EL QUE YO SOY. “Nuestro Dios es un fuego consumidor” (Hebreos 12:29). El fuego sagrado es la precipitación del Espíritu Santo para el bautismo de las almas, para la purificación, para la alquimia y la transmutación y para alcanzar la ascensión, ritual sagrado mediante el cual el alma retorna al Único.
La conciencia colectiva de la humanidad; el inconsciente colectivo de la raza; el común denominador más bajo de la percepción colectiva de la humanidad que vibra en el nivel del plano astral. La mente de las masas es la mente colectiva, computarizada y programada de la humanidad.
Una voluntad predeterminada, un edicto o un fíat, una decisión o declaración de la autoridad, una ley, una ordenanza o regla religiosa; una orden o mandato. El decreto es la más poderosa de todas las peticiones a la Divinidad. Es el “Mandadme” de Isaías 45:11, el mandato original a la luz, el “Lux fiat”, que es un derecho de nacimiento de los hijos e hijas de DiosVéase decretos dinámicos.
Véase cuerpo emocional.
Uno de los cuatro cuerpos inferiores del hombre, que corresponde al elemento agua y al tercer cuadrante de la Materia; el vehículo de los deseos y sentimientos de Dios que se manifiestan en el ser del hombre. Llamado también cuerpo astral, cuerpo de los deseos o cuerpo de los sentimientos.

La Tercera Persona de la Trinidad; la omnipresencia de Dios; las lenguas hendidas de fuego que focalizan a Dios Padre-Madre, también llamado el fuego sagrado; las energías de Vida que animan a un cosmos. En la Trinidad hindú de Brahma, Vishnu y Shiva, el Espíritu Santo corresponde a Shiva, conocido como el Destructor-Liberador porque su amor que todo lo consume, cuando se invoca en los planos de la Materia, ata a las fuerzas del mal y transmuta la causa y el efecto de las creaciones erróneas de los hombres, liberándolos de la prisión de su karma y de los seres oscuros que la habitan. El prana es la esencia del Espíritu Santo que ingerimos con el aliento del fuego sagrado a través de los chakras para nutrir a los cuatro cuerpos inferiores. El Espíritu Santo es el foco del equilibrio del Dios Padre-Madre en el núcleo de fuego blanco del ser. El exorcismo de los espíritus malignos y de las entidades impuras se realiza mediante el fuego sagrado del Espíritu Santo, en el nombre del Cristo y del YO SOY EL QUE YO SOY. Los nueve dones del Espíritu Santo son poderes que se otorgan a los siervos del Señor para atar a la muerte y el infierno y realizar Sus obras en la tierra.

La Persona y la Llama del Espíritu Santo es el Consolador que Jesús prometió que vendría cuando nuestro Señor nos dejara –a iluminarnos, a instruirnos y a hacernos recordar todas las cosas que el amado Jesús nos ha enseñado, tanto en la tierra como en el cielo. Cada vez que un hijo o hija de Dios asciende a la Presencia del YO SOY EL QUE YO SOY, el Espíritu Santo desciende para llenar el vacío y magnificar la Presencia del Señor en la tierra. Es éste el ritual del descenso del Espíritu Santo prometido por Jesús a sus discípulos cuando el Maestro dijo: “Permaneced en la ciudad de Jerusalén hasta que seáis dotados del poder de las alturas”, cosa que ocurrió en Pentecostés después del ascenso de Jesús al cielo.

El representante de la llama del Espíritu Santo para las evoluciones de la tierra es el maestro ascendido que ocupa el cargo de Maha Chohán . El Espíritu Santo es la Personalidad Impersonal de la Divinidad y está ubicada en el lado occidental de la Ciudad Cuadrangular. Véase Gráfica de tu Ser Divino.

1 Corintios 12:4-11; Juan 14:16, 26; 16:7; Lucas 24:49, 51; Marcos 16-19; Hechos 2:1-4