Y en ese tiempo se levantará San , el gran príncipe que defiende a los hijos de tu pueblo; serán tiempos de aflicción como no habrá habido hasta entonces desde que existen las naciones. En ese tiempo tu pueblo será liberado, cada uno de los que se hallen inscritos en el libro.
La liberación que nos llega hoy a través de esta profecía, registrada en el Libro de Daniel, es por la mano del Miguel —Príncipe de los Arcángeles, Defensor de la Fe, Defensor de la Mujer y Su Simiente y Líder en la Batalla de .
El arcángel Miguel es nuestro verdadero amigo en esta hora de necesidad. Él es el del Señor que viene en respuesta a nuestro llamado para acelerar a los elegidos de Dios, impartir las verdaderas enseñanzas de y pronunciar las sentencias verdaderas y justas de Dios sobre la casta de los malvados.
El arcángel Miguel, cuyo nombre significa “el que es como Dios”, figura como el más grande y venerado de los ángeles en las escrituras y tradiciones judía, cristiana e islámica. En el Antiguo Testamento aparece como el guardián de y se identifica en la tradición mística judía como el ángel que luchó con Jacob, condujo a Israel por el desierto, destruyó el ejército de Senaquerib y salvó a los tres niños hebreos del horno de fuego ardiente de Nabucodonosor. El arcángel Miguel también se le apareció a Josué cuando éste se estaba preparando para ponerse al frente de los israelitas en la batalla de Jericó, y se dio a conocer como “capitán de las huestes del Señor”.
Cuentan leyendas judías que “el fuego que Moisés vio en la zarza fue la aparición de Miguel, que había descendido como el precursor de la ”. El Libro de Enoc lo describe como “el misericordioso, el paciente”, “uno de los sagrados ángeles que, presidiendo la virtud humana, dirige a las naciones”. En La guerra entre los hijos de la Luz y los hijos de la oscuridad —uno de los pergaminos del Mar Muerto—, Miguel es el “poderoso ángel ministrador” por cuya mediación Dios promete “enviar socorro perpetuo” a los hijos de la Luz. Llamado Mika’il en la tradición musulmana, es el ángel de la naturaleza que suministra al hombre tanto alimento como conocimiento.
San Miguel, venerado por los cristianos como patrono y protector de la Iglesia, fue asimismo el médico celestial reverenciado en la Iglesia primitiva por las curaciones milagrosas realizadas por su intercesión. El bienamado arcángel era uno de los tres visitantes celestiales que revelaron a la joven campesina Juana de Arco su misión de liberar a Francia.
Apocalipsis 12 nos habla del papel principal que el arcángel Miguel desempeña como defensor de la Mujer vestida del Sol que arroja a su adversario de las cortes celestiales:
Y hubo guerra en el Cielo: Miguel y sus ángeles lucharon contra el dragón: y el dragón y sus ángeles lucharon y no prevalecieron; ni nunca más fue hallado su lugar en el Cielo.
En Apocalipsis 16:1, él es el primero de los siete ángeles que “derraman las copas de la ira de Dios sobre la Tierra” [las siete últimas plagas]—indicando el descenso de las aflicciones del de la humanidad por haber usado incorrectamente la de Dios.
Siendo el arcángel del primer , el arcángel Miguel encarna la conciencia plena de fe, protección, perfección y la voluntad de Dios. Con sus legiones de ángeles de relámpago azul, presta servicio desde su retiro en el que está sobre Banff en Alberta, Canadá, para proteger a los hijos de la Luz y defender la libertad en la Tierra.
En este ciclo de acelerada personal y planetaria, en que debemos enfrentar desafíos mayores sobre el de la cristeidad personal en la , también tenemos la máxima oportunidad para invocar la presencia confortadora y la intercesión de este Ángel del Señor. Al dar oraciones, invocaciones y en la —tales como los presentados en este rosario a través de la —, la armadura y el escudo del arcángel Miguel pueden ser nuestros si elevámos la súplica para la salvación de los pueblos en este “tiempo de aflicción”.
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Armadura del Arcángel Miguel
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Para saber más
Armagedón, Nicholas Roerich, 1936
Armagedón es un término bíblico que aparece en Apocalipsis 16: 16. Aunque el término es de origen cristiano, varias religiones y culturas lo emplean para referirse al fin del mundo o al final de los tiempos mediante catástrofes. Desde tiempos inmemoriales los hombres han predicho el fin del mundo y la próxima gran batalla de Armagedón.
Har-Magedon (hebreo) significa “colina de Megiddo”. La fortaleza de Meguido de los cananeos guardaba el paso al valle de Jezreel, a través del cual corría la principal ruta comercial de Egipto a Mesopotamia. Quien controlara el paso gobernaba la economía de Israel. A eso se debe que la fortaleza haya sido escenario de muchas batallas, antiguas y modernas. Armagedón llegó por eso a simbolizar, como nombre y como lugar, la batalla final entre las fuerzas de la Luz y la Oscuridad.
Durante los últimos dos mil años esta batalla se ha asociado a ciertos conceptos escatológicos, como la Segunda Venida de Cristo, la resurrección de los muertos, el juicio final, el rapto de los santos, el castigo de los pecadores y la llegada de la Nueva Jerusalén.
En realidad la batalla de Armagedón es la lucha entre la Luz y la Oscuridad, entre las fuerzas del Bien y las fuerzas del Mal, entre el Yo Real y el yo sintético. Es una batalla espiritual librada para que el mundo pueda ser despojado de ilusión y preparado para la manifestación del Cristo en todos los corazones.
“La batalla de Armagedón no es un mero choque de lanzas y carruajes en las arenas del mundo. Es una batalla espiritual por la mente y el corazón de los hombres” (El Morya ).
Espíritu divino, heraldo, precursor o mensajero enviado por Dios para comunicar Su Palabra a Sus hijos. Espíritu ministrante enviado para asistir a los herederos del Cristo, para confortar, proteger, guiar, fortalecer, enseñar, aconsejar y prevenir. Cohortes de la luz al servicio de los seres crísticos, los hijos e hijas de Dios, por todo el cosmos. Un “ángulo” de la conciencia de Dios –un aspecto de Su Autoconciencia; un ser formado por Dios a partir de Su propia llameante Presencia para asistir a la Vida en la forma. “Y de sus ángeles dijo: El que hizo a sus ángeles espíritus, y a sus ministros llama de fuego.” Las huestes celestiales comprenden una evolución que se diferencia de la humanidad por su llameante individualidad y la pureza de su devoción a la Deidad y a los arcángeles y jerarcas bajo cuyo mando prestan servicio. Su función es concentrar, acelerar y amplificar los atributos de Dios en beneficio de Su creación. Atienden las necesidades de los hombres atrayendo luz hacia su aura, intensificando los sentimientos de esperanza, fe y caridad, honor, integridad, valor, verdad y libertad, misericordia y justicia, y todo aspecto de la claridad cristalina de la Mente de Dios. Debido a la sacralidad de su presencia invisible, el autor del Libro de Hebreos dijo: “No olvidéis la hospitalidad, porque algunos, sin saberIo, hospedaron ángeles.” Con lo que abunda en el hecho de que los ángeles sí encarnan y andan entre nosotros como nuestros mejores amigos y auxiliadores, aun cuando sean unos perfectos extraños.
Metafóricamente hablando, los ángeles son electrones que giran alrededor de la Presencia Solar que es Dios, electrones que han elegido, por Su voluntad innata en ellos, expandir Su conciencia en todos los planos de la existencia; que han sido “cargados” de la luz/energía/conciencia del Gran Sol Central para ser “electrodos”, esto es, pilares de la ardiente presencia de Dios que operan como “transformadores de desaceleración” de la Luz inefable, para que Sus hijos puedan recibir una porción de esperanza de la gloria que ha de venir en medio de la noche oscura de su situación kármica en la tierra. Los ángeles pueden adquirir forma humana o de “bastoncillos” y “conos” o espirales y rollos de energía concentrada que puede ser liberada para la curación personal y planetaria, en respuesta al llamado de los seres crísticos, literalmente como una transfusión del Cuerpo y la Sangre del Cristo Cósmico dondequiera y cuandoquiera que se necesite. Hay ángeles de curación, de protección, amor, consuelo y compasión, ángeles que asisten en los ciclos de nacimiento y muerte, ángeles del Ojo Omnividente de Dios que esgrimen la espada llameante de la Verdad para separar de tajo lo real de lo irreal. Hay tipos y órdenes de ángeles que realizan servicios específicos en la jerarquía cósmica, como los serafines y los querubines, o los ángeles devas que sirven con los espíritus de la naturaleza y los elementales del fuego, el aire, el agua y la tierra. Véase ángeles caídos.
["En Cachemira hablan de la tribu perdida de Israel; algunos rabinos cultos quizá te expliquen que Israel es el nombre de aquellos que están buscando y que constituyen, no una nación, sino la naturaleza de un pueblo" - Nicholas Roerich, "Habitantes subterráneos", en El corazón de Asia (1925-1929).]
(hebreo, "morada" o "Presencia"): La majestad visible de la presencia de Dios que ha descendido a morar entre los hombres; la presencia de Dios en el mundo tal como se manifiesta en los fenómenos naturales y sobrenaturales.
Algunos ejemplos de la Shekinah tal como se ve en el Antiguo Testamento: la zarza ardiente (Éxodo 3:2), la nube del monte Sinaí (Éxodo 24: 16, 17), la Divina Presencia posada sobre el asiento de la misericordia del arca de la alianza (Éxodo 25:21, 22); Levítico 16:2) y la gloria del SEÑOR que llenó el tabernáculo (Éxodo 40:34) y más tarde el templo de Salomón (1 Reyes 8:10, 11).
En el Nuevo Testamento la Shekinah es vista en "la gloria del Señor" resplandeciendo alrededor del ángel que se le apareció a los pastores (Lucas 2:9) y en la nube del monte de la transfiguración (Mateo 17:5). Finalmente, los teólogos cristianos la consideran la gloria de Dios que encarnó en Jesús: "Y el Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad" (Juan 1:14).
(sánscrito: “acto, acción, obra”). El karma es energía/conciencia en acción; la ley de causa y efecto y retribución. Llamada también ley del círculo, que decreta que cualquier cosa que hagamos completará un círculo y regresará a nuestra puerta para resolución. Pablo dijo: “Todo lo que el hombre sembrare, eso también segará.” Newton observó: “Para toda acción hay una reacción igual y opuesta.” La ley del karma requiere que el alma reencarne hasta que todos los ciclos kármicos se hayan saldado. Así, de una vida a la siguiente el hombre determina su destino por sus acciones, incluyendo sus pensamientos, sentimientos, palabras y obras. Saint Germain enseña el sendero acelerado de la transmutación del karma con la llama violeta del Espíritu Santo y trascendiendo las rondas de renacimiento a través del sendero de la cristeidad individual que conduce a la ascensión demostrada por Jesús.
Gálatas 6:7
La luz espiritual es la energía de Dios; el potencial del Cristo. Como personificación del Espíritu, el término “Luz” puede utilizarse como sinónimo de los términos “Dios” y “Cristo”. Como esencia del Espíritu es sinónimo de “fuego sagrado”. Es la emanación del Gran Sol Central y de la Presencia YO SOY individualizada, y la Fuente de toda vida. Es lo que enciende la chispa divina, porque la Luz verdadera alumbra a toda manifestación de Dios que debe descender a un mundo oscurecido. El portador de Luz es el que desplaza la Oscuridad, y la Luz de su Presencia YO SOY proviene de los reinos del Día Eterno.
Juan 1:7-9
El reino de los cielos. El plano más elevado en la dimensión de la Materia; plano tan concreto y real (y más todavía) que el plano físico pero que se experimenta a través de los sentidos del alma en una dimensión y una conciencia más allá de la percepción física. El plano en que los registros akáshicos de la evolución completa de la humanidad se plasman individual y colectivamente. Es el mundo de los maestros ascendidos y sus retiros, ciudades etéricas de luz donde las almas de un orden mayor de evolución moran entre una encarnación y otra. Es el plano de la realidad libre de la sociedad sórdida, pecaminosa y enferma que los hombres y los demonios han conformado en los planos terrenales. Aquí la era de oro está en curso. El Amor es la plenitud de la Presencia de Dios por doquier, y los ángeles y los elementales, junto con los niños de Dios, sirven en armonía para manifestar el reino del Cristo en la Era Universal, por los siglos de los siglos. Como tal, es el plano de transición entre los reinos terrenal/celestial y el reino de Dios, el Espíritu, o Absoluto.
El plano etérico inferior se traslapa con los cinturones astral, mental y físico. Está contaminado por estos mundos inferiores ocupados por la falsa jerarquía y la conciencia de masas que ésta controla, incluidas sus matrices y emociones (inglés: e-motions = energies in motion, “energías en movimiento”).
Véase iniciaciones en el sendero de la ascensión .
Forma dinámica de oración hablada que usan los estudiantes de los maestros ascendidos para dirigir la luz de Dios hacia circunstancias individuales y mundiales a fin de producir cambios constructivos. Generalmente enmarcan al cuerpo del decreto un preámbulo y un cierre o aceptación. Es la Palabra de autoridad de Dios pronunciada por el hombre, en el nombre de la Presencia YO SOY y del Cristo vivo, para provocar cambios en la tierra mediante la voluntad de Dios y Su conciencia presente, en la tierra como en el cielo, en manifestación abajo como Arriba. El decreto dinámico que se ofrece en alabanza y petición a Dios el SEÑOR con el uso de la ciencia de la Palabra hablada es la “oración del justo, que obrando eficazmente, puede mucho”. El decreto dinámico es el medio gracias al cual el suplicante se identifica con la Palabra de Dios, con el fíat original del Creador: “Sea la luz: y fue la luz” (Génesis 1:13).
Los decretos dinámicos fueron dados por los maestros ascendidos en inglés, lengua con que se alcanza una vibración más elevada, parecida a la de los ángeles. Detrás de los decretos hay fórmulas matemáticas que producen siempre el mismo efecto.
El decreto es la herramienta y la técnica del alquimista para la transmutación personal y planetaria y para la autotrascendencia.
"Guru Ma", la mensajera de la Gran Hermandad Blanca en activo de 1961 a 1999, que hizo su transición a los planos superiores en 2009. Infundida del fuego del Espíritu Santo y la era de Acuario, fue pionera del pensamiento religioso moderno, enseñando los senderos místicos de las principales religiones del mundo. Sus libros desafían al cristianismo dominante con preguntas audaces y respuestas aún más audaces.