“…NUESTROS SALVADORES, LIBERTADORES, PROFETAS Y MAESTROS ESTÁN SIENDO DESTRUIDOS ANTES DE NACER”
La sacralidad de la Vida
Cincuenta millones de abortos cada día en el mundo significa que a cincuenta millones de s que deberían estar encarnando y contribuyendo a la evolución del planeta se les está negando la entrada a la vida. Y los perdedores somos nosotros. Solamente Dios conoce la fórmula necesaria para perpetuar la civilización tal como la conocemos. Y el ingrediente decisivo para la fórmula es el individuo.
Una vida cancelada significa la extinción de una nación o de una raza por un periodo de dos mil años. el Cristo nos demostró el valor del individuo. Todos somos hijos de Dios. Cada uno de nosotros es único y muy necesario para el cuerpo entero de Dios que evoluciona en la tierra. El aborto es sólo una entre las múltiples tácticas de la élite del poder para cercenar el curso de la verdadera libertad de las personas que se están levantando para definitivamente desbancar a sus opresores.
Nuestros salvadores, libertadores, profetas y maestros están siendo destruidos antes de nacer. Herodes se está saliendo con la suya. ¿Quién puede decir que uno de los cincuenta millones de niños abortados anualmente no es un mesías? ¿Qué persona temerosa de Dios se atreve a tomar en sus manos el cuchillo que asesinará al individuo enviado por Dios con la cura del cáncer, o la solución para los problemas económicos, o la liberación de los pueblos asiáticos o africanos o cualquiera otra nación? Yo, por mi parte, no querría que la responsabilidad de semejante decisión estuviera en los registros de mi alma cuando me presente ante mi Creador al final de este periodo de vida.
El aborto es un crimen contra Dios y el hombre. Estamos permitiendo que nos manipulen hasta nuestra destrucción final, tanto física como espiritualmente. Las penalidades por la matanza en masa de nuestros niños son muy altas, tan altas que temo que no podamos pagar el precio. A un ser crístico que podría venir de nuevo para comprarnos con el precio de su propia vida —tal como Jesús pagó un precio por nosotros— simplemente no le permiten encarnar los archiimpostores de la humanidad que ahora tienen la total cooperación de la gente buena de la tierra. Las personas van a tener que superarse (como dijo la en Fátima) para alcanzar la salvación. Y el lugar donde empezar es la defensa de la sacralidad de la Vida.
© Church Universal and Triumphant
Armadura de María
Advertencias sobre el aborto
• Advertencia de la Madre María (1996)
• Advertencia de Elizabeth Clare Prophet
• La Madre Teresa condena el aborto
Para estudio
• Orden y recitación del rosario
• El abortdo es asesinato de Dios en primer grado
Para saber más
• El alma de María en la Tierra
• Formas cristianas de orar (1)
• La evolución del rosario (2)
• "¿Acaso no estoy aquí, que soy tu Madre?" – La tilma de Juan Diego
• Música en el manto de la Virgen de Guadalupe
• Apariciones de Nuestra Señora en Zeitún, Cairo
• Rafael, arcángel del 5o. rayo
• Visualización del pensamiento forma curativo
Rosario del niño a la Madre María
• Rosario de María para la paz
• Un Rosario para la paz en el mundo
Dios es un Espíritu y el alma es el potencial vivo de Dios. La petición de libre albedrío que el alma hizo y su consiguiente separación de Dios tuvieron como consecuencia el descenso de este potencial al estado carnal inferior. Sembrada en deshonor, el alma está destinada a elevarse con honores a la plenitud de ese estado divino que es el Espíritu único de toda Vida. El alma puede perderse; el Espíritu no puede morir.
El alma permanece como un potencial que ha caído a niveles más bajos de vibración y de conciencia, y debe ser imbuida de la realidad del Espíritu, purificada por medio de la oración y la súplica y devuelta a la gloria de la cual descendió y a la unidad del Todo. Esta reunión del alma con el Espíritu es el matrimonio alquímico, que determina el destino del ser y lo convierte en uno con la Verdad inmortal. Cumplido este ritual, el Ser superior se corona Señor de la Vida y se descubre que el potencial de Dios realizado en el hombre es el Todo-en-todo.
Arcangelina del quinto rayo, complemento divino del arcángel Rafael, Reina de los Ángeles y la bendita madre de Jesús. Su nombre significa Rayo de la Madre (inglés: Mother Ray, Ma Ray). Llamada por el Padre para encarnar en la tierra y dar nacimiento al Cristo que habría de salvar a aquellas almas que habían sido descarriadas por los rebeldes luciferinos, María es uno de los miembros de las huestes del SEÑOR que a lo largo de sus encarnaciones en la tierra ha ejemplificado ardientemente la Maternidad de Dios… Al concluir su vida de santidad como la Madre de Jesús, y habiendo cumplido su plan divino, María ascendió al corazón del Padre. Hoy presta servicio a la humanidad en la “Iglesia viviente” en niveles internos, muy cerca de las jerarquías de ángeles y maestros ascendidos que conforman la Gran Hermandad Blanca. La intercesión de la Madre María es inmediata cuando se da su Rosario de la Nueva Era, que dictó a la Mensajera Elizabeth Clare Prophet en 1972. Véase María, la madre de Jesús.